la decisión se ha tomado debido a la falta de avances
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VALENCIA. El embajador de Israel, Daniel Kutner, anima a las startups valencianas a asociarse con las israelíes en sectores estratégicos para ambas regiones como el biomed, la agricultura o el cleantech. Así lo apuntó este miércoles en la jornada 'Israel y la Comunidad Valenciana, acercando dos mundos empresariales e innovadores' celebrada en la sede de Cierval. “En Valencia se han hecho cosas interesantes en Biomed y es interesante que nos conozcamos mejor”, aseguraba Kutner.
El presidente de Cierval José Vicente González, destacó que Israel destina un 4% del PIB a I+D, "algo que nos resulta envidiable". Apuntó a la facilidad para transferir la tecnología de las universidades a las empresas. "No envidio el nivel de los investigadores israelíes, pero somos muy lentos en transferir la innovación", lamentaba.
Kutner aseguró que, para Israel, Valencia es la puerta de entrada a la Península Ibérica y Europa. "Tiene para nosotros una importancia logística importante", aseguró. Recordó la apertura de vuelos directos desde TelAviv a Valencia por los que esperan que pasen 350.000 israelíes.
Gil Gidron, presidente de la Cámara de Comercio e Industria España- Israel, aseguraba que la innovación ha cambiado el PIB de Israel. El desempleo está por debajo del 6% y muchos de los productos clave en tecnología, como el USB, han salido de Israel. "Esto atrae inversión directa de cientos de empresas multinacionales que hacen innovación".
Gidron apunto a las alianzas entre la Comunitat Valenciana e Israel para llegar a terceros países. "Somos pequeños pero creemos que es necesario estar aquí con una delegación para dar ese valor añadido". Israel tiene 80 fondos de capital riesgo que inviertieron 3.000 millones de dólares en 2015 en startups en early stage, 140 dólares por habitante mientras que en España han sido tres. "Es un poco difícil al principio hacer negocios con Israel porque son muy directos, pero hay muy buena tecnología que complementa a la empresa española", aseguró.
Shirley Kutner, fundadora de Biojerusalem, aseguró en la mesa sobre innovación en Israel y la Comunitat que por sus condiciones geopolíticas siempre miran hacia fuera. "Nuestra economía está orientada a la exportación". "Somos el primer país que invierte en innovación y desarrollo, primeros en números científicos per capita en ciencias de la vida, tercero en patentes", destacaba.
Recordó que son el segundo país con más startups después de Silicon Valley y que desde 1999 hasta 2014 se han creado 10.000 compañías en Israel. "Las compañías recaudaron un 30% más de capital que el año pasado y gran parte de estos son por capital riesgo". En 2015, se crearon 1400 nuevas compañías en Israel.
"En Israel fuimos pioneros de la transferencia de tecnología de la universidad a la industria", aseguró. Uno de sus proyectos clave para desarrollar todo este sistema fueron las incubadoras, creadas para aprovechar el talento de los inmigrantes que llegaban de la Unión Soviética. "Fue un programa público creado en los años 90 para ayudar a emprendedores nuevos a desarrollar sus ideas en estadios tempranos".
Este programa fue creado por la Office of the Chief Scientist (OCS), el máximo órgano de investigación que forma parte del gobierno. Destacó que un punto clave es el año 85, con la ley de investigación y desarrollo, donde se tomó la base y desde entonces es "sagrada la cuestión de investigación y desarrollo en la industria para crear nuevas oportunidades de trabajo". "No importa si el gobierno es de derecha, de izquierda o de centro, la inversión en investigación es sagrada", asegura Kutner.
Como no había fondos para inversión, el Gobierno decidió poner dinero público y unirlo al capital privado. Ahora, por cada dólar que el estado invierte, puede conseguir seis dólares de la industria privada. El Gobierno nunca toma equity de ninguna compañía, toma el riesgo, y en el caso de que tengan éxito lo devuelven.
Destacó que a pesar de que compañías extranjeras compran empresas de Israel no se las llevan. "No hay un modelo correcto para el desarrollo de startups, pero lo que más diferencia en Israel es la gente". Entre los factores más influyentes a la hora de tener esta actitud emprendedora, se encuentra el paso por el ejercito. Los israelí con más de 18 años, ya sean hombres o mujeres, sirven al ejército durante un periodo de 21 y 36 meses.
No obstante, la filosofía del ejército es muy peculiar, ya que se incentiva a los soldados a que piensen por sí mismos y cuestionen aquellas decisiones que se toman y que consideran erróneas. De hecho, valoran de forma negativa la gente que cumple órdenes sin pensar. Esta formación en el ejército es muy valorada y en muchas entrevistas prima la unidad del ejército en la que se estuvo que en la universidad donde se estudió.
Paco Negre, presidente en Red de Parques Científicos Valencianos, asumió que la Comunitat Valenciana y España se encuentra en un estadio diferente. Tres datos comparativos: Israel es tercero en innovación mientras que España el 37. En infraestructuras en el 32, España el décimo.
"Nuestro PIB, en el 92 era idéntico al de Israel", lamentó. Respecto la inversión en investigación e innovación, Israel destina un 4,7% y España alrededor del 2%. "En la Comunitat cada dos euros públicos se invierte uno privado". Respecto a la inversión, recordó que mientras hay 3.000 millones de inversión privada en Israel en early stage, en España se está entre 300 y 500 millones.
Recordó que las universidades públicas dedican 3.500 millones y a duras penas obtienen 500 millones de retorno. Apuntó a la necesidad de una mayor implicación de la iniciativa privada falta y recordó que en el primer fondo de inversión privada vinculado a una universidad pública les ha costado a duras penas levantar 3,5 millones y está preparado para 6. "Tenemos muy poca disrupción, mucho proyecto mimético, de copia y a nivel nacional", lamentaba.
Cristina del Campo, directora de Redit, recordó que la administración valenciana fue pionera en eso hace 30 años y se creo una red de centros de colaboración público privada para apoyar a la innovación de las pymes. "Los institutos son un medio para apoyar a las empresas y no un fin y se encuentran destinados a temas estratégicos valencianos".
Edurne Zubiría, directora de la fundación Globalis en Vilareal, explicó que el Ayuntamiento les utilizar como el vehículo para aplicar la innovación. "Somos una entidad privada, pero ayudamos a la parte local a reactivar la innovación".