MADRID (EP). El euro ha vuelto a recuperar el nivel de los 1,19 dólares, lo que le ha llevado a cotizar por encima de un umbral que no alcanzaba desde hace dos meses, justo el precio que marcaba el día en el que se conocieron los datos definitivos de las elecciones alemanas.
En concreto, la divisa única se intercambiaba en un máximo intradía de 1,1940 dólares en su cambio con el 'billete verde', lo que supone una apreciación cercana al 0,8% y que le ha llevado a igualar el nivel en el que se encontraba el pasado 25 de septiembre.
El euro comenzó la semana en 1,1732 dólares, de forma que se ha encarecido en solo cinco días cerca de un 2%. Desde que comenzó el año, acumula una apreciación de más de un 14% con respecto al dólar dada la fortaleza de la economía de la región y ante una mayor incertidumbre sobre la estadounidense.
El fortalecimiento de la divisa única lleva tiempo en el foco de los responsables de política monetaria del Banco Central Europeo (BCE), ya que presiona a la baja a la inflación, uno de los principales objetivos del mandato de la entidad presidida por Mario Draghi y en los que basa la dirección de sus estímulos.
El pasado 26 de octubre, el Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) decidía mantener sin cambios el tipo de interés de referencia en el 0%, mínimo histórico en el que la tasa permanece estable desde marzo de 2016, pero redujo a la mitad la compra de activos a partir de enero del próximo año.
Así, decidió que las compras de activos (APP) continuarán al ritmo mensual actual de 60.000 millones de euros hasta finales de diciembre de 2017 mientras que, a partir de enero de 2018, se reducirán a 30.000 millones hasta finales de septiembre del mismo año, con lo que el banquero italiano indicó que quería reflejar la "creciente confianza hacia el objetivo de inflación".
Un euro fuerte perjudica principalmente las exportaciones debido a que encarece las compras de bienes y servicios procedentes de la zona euro por parte del resto de países no pertenecientes a la moneda única, mientras que el impulso económico del Viejo Continente se basa en buena parte por el comercio exterior. De igual modo, puede perjudicar las condiciones de financiación.
"Las variaciones de precios de algunos segmentos del mercado, sobre todo en las divisas extranjeras y en la deuda, provocan cierta preocupación", han destacado en varias ocasiones los consejeros del BCE.
Las restricciones de la pandemia, las discrepancias sobre los estímulos fiscales de Estados Unidos y el Brexit marcan el devenir de las monedas, tal y como explica el director de Riesgos