El experto advierte del miedo inversor ante una nueva oleada de afectados por el coronavirus, que está obligando a aplicar nuevas medidas de confinamiento
MADRID. Aunque la reunión de septiembre de la Reserva Federal era el acontecimiento más importante de la semana para los mercados, el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) no dejó sorpresas y causó solo un leve impacto. El ligero repunte que vivieron la mayoría de las monedas de los mercados emergentes probablemente se debió más a las buenas noticias económicas y a la ausencia de grandes titulares en torno a la pandemia.
Sin embargo, las subidas observadas en las divisas de riesgo han retrocedido tras conocer que las autoridades europeas están considerando la posibilidad de reimponer restricciones destinadas a detener la segunda oleada de infecciones observadas en todo el continente.
Además de todo lo relativo a la reimposición de medidas de contención, la noticia más importante de esta semana que comenzamos serán los índices de actividad comercial del PMI. Es cierto que la desestabilización causada por la pandemia los ha hecho más difíciles de interpretar, por lo que los mercados también seguirán de cerca las negociaciones en torno a los estímulos adicionales en EE UU y al acuerdo de Brexit en Reino Unido.
El hecho de que Boris Johnson se retractara parcialmente sobre el incumplimiento del Acuerdo de Retirada con la UE -permitiendo que el Parlamento tenga la última palabra- ha ayudado bastante a estabilizar el sentimiento por la libra, que la semana pasada creció frente a la mayoría de sus principales pares. El Banco de Inglaterra no redujo los tipos de interés, lo que supone que los tipos negativos siguen siendo una posibilidad. La votación sobre el programa de expansión cuantitativa del banco también fue unánime para no hacer ningún cambio, aunque es probable que este se incremente en la reunión de noviembre del Comité de Política Monetaria.
Los índices PMI de septiembre de actividad empresarial serán los datos más importantes de la semana, aunque probablemente la atención gire en torno al gobierno británico, pues se espera que estudie nuevas medidas para contener el virus. Se ha especulado que esto podría incluso incluir un segundo confinamiento nacional.
El recrudecimiento de las cifras de Covid en la Eurozona quedó acentuado por la reimposición parcial de las medidas de confinamiento en las zonas más afectadas de Madrid. Sin embargo, esta segunda oleada aún no ha tenido un gran impacto en el euro, posiblemente porque parece menos letal y no está teniendo -de momento- un impacto significativo en la recuperación económica.
Ayer por la mañana vimos, sin embargo, un movimiento algo brusco a la baja en la moneda común. Creemos que esto es fruto del temor a que se impongan nuevas medidas de restricción en algunos países europeos -concretamente ne España, Francia y Países Bajos-.
El Comité Federal de Mercado Abierto de la Reserva Federal no dejó sorpresas la semana pasada. La mayoría de los miembros de la Fed esperan mantener los tipos a cero hasta finales de 2023. Dada la reacción de los mercados, parece que se esperaba de algún modo un mensaje aún más suave, ya que las acciones sufrieron un poco como resultado.
Mientras tanto, los indicadores habituales del mercado laboral, como las solicitudes semanales de seguro por desempleo, siguen siendo mayores de lo esperado. Es probable que pronto se alcance algún tipo de compromiso bipartidista sobre un estímulo fiscal adicional, que dadas aún las posiciones cortas sobre el dólar podría ayudar al billete verde a corto plazo.
Enrique Díaz-Álvarez es director de Riesgos de Ebury