Foto: EFEBRUSELAS. La Unión Europea (UE) prepara una nueva norma que gravará el transporte pesado por carretera con nuevos impuestos verdes aplicables a todo tipo de camiones con peajes por kilómetros y por emisiones de Co2. La adopción definitiva de las nuevas normas de tarificación vial para vehículos pesados ha sido aprobada por el Parlamento Europeo con la vista puesta en los objetivos del pacto verde y la nueva estrategia de movilidad sostenible e inteligente para 2030. Esta norma potenciará la compra de vehículos menos contaminantes y los impuestos serán destinados a la mejora de la infraestructura viaria, lo que ayudará al mantenimiento de las autovías y autopistas, cuyo peaje en el caso de la Comunitat Valenciana ha sido eliminado.
En una votación final en la sesión plenaria del Parlamento Europeo, la UE adoptó la propuesta de Directiva de la Comisión Europea para las nuevas reglas de tarificación vial. El nuevo sistema mejorará los incentivos para un transporte por carretera más eficiente y sostenible. Además, eliminará gradualmente los cargos de usuario basados en el tiempo para los vehículos pesados en la red transeuropea principal para 2030, a favor de los peajes basados en la distancia.
La nueva normativa, que se traspondrá a través de una Directiva, introducirá normas en toda la UE para ajustar las tarifas de los vehículos pesados a sus emisiones de Co2. Tras un período transitorio de cuatro años, el cobro de los costes externos de la contaminación del aire será obligatorio para los vehículos pesados, a menos que dé lugar a un desvío involuntario del tráfico. La comisaria de Transportes, Adina Vălean, explicó que la nueva Directiva es “un paso hacia un moderno sistema europeo de tarificación de carreteras, que sirve para financiar y mantener una infraestructura de buena calidad, al tiempo que refleja mejor el principio de que ‘quien contamina paga’”.
Según la comisaria, la tarificación vial es un paso en la estrategia europea para reducir las emisiones del transporte. Las nuevas normas prevén cargos diferenciados por uso e infraestructura, en función de las emisiones de Co2, e introducen un cargo por coste externo obligatorio para los vehículos pesados para incentivar a los usuarios, operadores y fabricantes a optar por productos más limpios. “También ayudarán a paliar otros impactos del transporte por carretera que resultan costosos para la sociedad, como los atascos”, añadió Valean.
Si bien las normas actuales solo se aplican a los camiones de más de 3,5 toneladas, con la posibilidad de eximir a los camiones de menos de 12 toneladas, la Directiva se extenderá a todos los vehículos pesados y livianos, al tiempo que se garantiza que los cargos sean proporcionales a su uso y a su desempeño ambiental según el tipo de vehículo. Los sistemas de peaje también deberían incluir la opción de viñetas diarias y así evitar discriminar a los usuarios extranjeros. Los Estados miembros tendrán la posibilidad de aplicar un impuesto adicional en áreas congestionadas y sensibles, y los ingresos de estos impuestos adicionales se destinarán al desarrollo de alternativas de transporte sostenible. Se prevén exenciones de las tarifas viales para casos especiales, como áreas escasamente pobladas o personas con discapacidad.
La propuesta de Directiva establece que, “si bien el transporte por carretera desempeña el papel más importante en el sistema de transportes terrestres, no deja de ser fuente de una serie de desafíos socioeconómicos y medioambientales como el cambio climático, la contaminación atmosférica, el ruido o la congestión”. La tarificación vial también intenta garantizar un tratamiento equitativo de los usuarios de la carretera y una financiación sostenible de las infraestructuras.
El objeto es eliminar las distorsiones de la competencia entre las empresas de transportes mediante una armonización gradual de los impuestos y el establecimiento de mecanismos equitativos de tarificación de las infraestructuras. La normativa actual no contiene elementos que contribuyan específicamente a contribuir a la reducción de las emisiones de Co2 procedentes del transporte que, hasta 2014, eran aún superiores en un 17% a las de 1990. La mayor parte de estas emisiones procede de los turismos, más del 60%, mientras que hoy es cada vez mayor la parte correspondiente a los vehículos pesados de transporte de mercancías. Según las tendencias actuales, la reducción de emisiones no será suficiente para alcanzar los objetivos de la UE fijados para 2030 y 2050.
Además, la infraestructura viaria se está degradando en muchos Estados miembros debido a un mantenimiento inadecuado. El gasto público en el mantenimiento de las carreteras disminuyó en la UE en aproximadamente un 30% entre 2006 y 2013. Esta circunstancia tiene diversas repercusiones negativas a nivel económico, social y medioambiental, incluido un aumento de los gastos operativos de los vehículos y las emisiones contaminantes y sonoras, así como de los tiempos de viaje y de la siniestralidad, con efectos negativos sobre la economía.
La legislación actual solo se aplica a los vehículos pesados de transporte de mercancías, dejando por abordar todos los demás vehículos. En este ámbito, que abarca en particular los turismos, y en ausencia de límites específicos, existe el riesgo de que el precio de las viñetas de corta duración sea comparativamente demasiado elevado, creando por tanto discriminación respecto a los usuarios ocasionales, en su mayoría extranjeros.
