El Festival de Jazz mantiene viva la llama de Toni Belenguer

VALÈNCIA. En septiembre de 2020, el trombón de Toni Belenguer dejó de sonar. Y desde entonces, el jazz valenciano llora la pérdida de uno de sus hombres más brillantes de los últimos años. La sombra de Belenguer, reconocida mucho más allá de la ciudad, es alargada. Desde el primer momento tras su fallecimiento, se empezó a gestar lo que la pandemia no ha dejado hasta casi dos años después: un gran homenaje a la altura del Festival de Jazz de València, que cerrará con una gala dedicada al trombonista su programación en el Teatro Principal. “Era una deuda pendiente que no habíamos podido cumplir por la pandemia, ahora por fin la podemos saldar”, resume Enrique Monfort, responsable del festival.

A cargo de ello, su compañero desde los quince años, Francisco Blanco ‘Latino’, que se ha encargado de reunir a los 60 músicos que se subirán al escenarios para interpretar canciones del propio Belenguer o de otros artistas dedicadas a él (una, por ejemplo, dedicada por Mark Nightingale, el que fuera su ídolo). “El lío no ha sido convencer a nadie, sino cuadrar agendas”, reconoce. Casi hasta última, la convocatoria para honrar la memoria de Belenguer ha ido creciendo entre las personas que le conocieron, compartieron vida y música, y le admiraron. Algunos nombres tan célebres como Rita Payés, Joan Chamarro, Pablo Martín Caminero o Perico Sambeat. Y por supuesto, la que siempre fue su casa, Sedajazz. Desde dúos hasta big bands, desde ensembles de cámara hasta formaciones puramente de jazz. 

El del domingo será el homenaje más grande hasta ahora que se le ha hecho a Toni Belenguer. “Todo el mundo está todavía llorándolo. Fue una pérdida muy bestia y aún le recordamos diariamente”, explica ‘Latino’. Las entradas de la gala del domingo se agotaron en tan solo cuatro horas. El público, además de un buen puñado de melómanos, serán sus amigos, su alumnado, sus seguidores, compañeros de escenario, y una representación importante también de su familia. Un concilio jazz reunido alrededor del cariño que cosechó durante sus años en vida. “Es bonito pensar que Toni tenía una familia más allá de la carnal, ¡y mucho más grande! Realmente, lo considerábamos todos como un hermano”, sentencia el director de Sedajazz.

Lo hizo, por supuesto, en las diferentes formaciones en las que estuvo, pero también en su papel fundamental como docente en el Conservatorio Superior de Música Joaquín Rodrigo, donde llegó a ser catedrático, en la ESMUC de Barcelona y el Musikene de San Sebastián. En Sedajazz, donde desarrolló junto a ‘Latino’ otra parte importantísima de su carrera, descansan hoy sus cenizas: “nos acompaña en nuestro día a día”, afirma Blanco. “Era un profesor muy querido y ha formado a músicos tan importantes como es ahora Rita Payés”, añade.

El del domingo será “un concierto histórico”, según valoran tanto Monfort como ‘Latino’. Se registrará tanto en audio como en vídeo y será la ocasión de anunciar unas becas y un concurso de composición en su honor que intentarán “mantener todo lo posible” para mantener la llama de su memoria viva, aunque Belenguer ya no estará de cuerpo presente en esas aulas en las que brillaba igual o tanto como arriba del escenario. “Sin duda, este no será el único homenaje, la figura de Toni permanecerá siempre, su silueta”, apunta Monfort. Sus tres hijos ya estudian música, dos de ellos en Sedajazz. El legado de amor por el jazz en general y el trombón en particular es una sombra alargada, que no ha cesado tras su fallecimiento. El domingo es el momento de celebrarla.