El festival Marenostrum desafía a Medio Ambiente: "Se va a celebrar"

VALÈNCIA. El Marenostrum sigue en el ojo del huracán. Su traslado al aparcamiento de la Sala Canal, situada en Pinedo –dentro del parque natural de l’Albufera-, se ha topado con el rechazo de Medio Ambiente, que sostiene que la celebración del festival es “incompatible” con la normativa del parque, tal como adelantó Culturplaza. Si bien desde Generalitat confirman a este diario que este miércoles se ha trasladado dicha resolución a los organizadores, los responsables del festival niegan haber sido informados y avisan: “Continuamos adelante. El festival se va a celebrar”. De esta forma, el festival mantiene su intención de sacar adelante el evento, que está previsto se celebre este viernes y sábado, desafiando a la conselleria cuando apenas quedan unas horas para su pistoletazo de salida.

De hecho, el festival no ha comunicado ningún cambio de sede o cancelación a los usuarios –que se cifran en aproximadamente 6.000-, haciendo caso omiso de la polémica en sus canales oficiales de comunicación. Y es que los organizadores del evento se aferran a la licencia de actividad de la Sala Canal para defender la realización del festival de música electrónica, una licencia que -apuntan- incluye la celebración de este tipo de eventos tanto en el interior como en el exterior de la sala- y aducen que el lugar de celebración del mismo es una zona “antropizada”, un aparcamiento, con lo que, de acuerdo con ellos, no afecta al paraje.

A pesar de los argumentos de Marenostrum, el informe de Medio Ambiente es rotundo. Según este documento, al que ha podido tener acceso este diario, la celebración del evento es “incompatible” con la normativa del parque y podría considerarse un “incumplimiento” de la directiva comunitaria de aves. El texto apunta que el Plan Rector de Uso y Gestión del Parque Natural de l’Albufera (PRUG) “no permite las actividades que puedan provocar, directa o indirectamente, la destrucción de especies animales, silvestres o de sus hábitats” y apunta que el evento se realiza en época de "cría de la avifauna catalogada habitual de los arrozales, y mayoritariamente durante el horario nocturno".

De hecho, el texto apunta que el PRUG prohíbe la producción de sonidos innecesarios que alteren la tranquilidad habitual de la fauna así como la utilización de proyectores, cañones de luz, láseres o similares. “Se considera que el evento solicitado, por sus características, causará impactos significativos sobre la avifauna catalogada y, dado que no se han tomado medidas para evitar el acceso a las parcelas de arrozal y carrizo circundantes, puede causar un impacto significativo sobre el entorno natural. Entre otros, riesgos de vertidos al medio natural”, reza el documento, que también apunta a la necesidad de una autorización específica para la instalación de grupos electrógenos "debido al riesgo de incendios que pueden provocar".

Pero no es Medio Ambiente la única oposición que encuentra el festival. La Subdelegación de Gobierno también se ha mostrado contraria a la celebración del Marenostrum de acuerdo con las objeciones presentadas en materia de seguridad por la Guardia Civil, tal y como informó este diario. Por su parte, y con respecto a los accesos al recinto, desde el festival apuntan que se harán siempre en autobús, que irá entre la zona de parking –exterior a sala Canal- y la zona de conciertos.

De esta forma, el festival mantiene el tira y afloja a pocas horas de la celebración de la sexta edición del festival, cuya puesta en marcha ha tenido más de un bache. El primero fue poco después de cerrar su quinta edición en La Marina. A pesar de que la intención de los organizadores era mantener su sede, el Consorcio València 2007 rechazó acoger la edición de 2019, acusando al Marenostrum de no haber desarrollado la actividad “en los términos previstos” y apuntando problemas de limpieza o de retraso en el desmontaje.