VALÈNCIA. El fotógrafo alicantino Al Mefer ha empezado a ser referenciado por medios internacionales como DesignBoom a partir de su trabajo Alien Architecture. Esta última serie de fotografías propone un estimulante viaje al espacio a partir de los rascacielos de Benidorm. La idea del también investigador doctorando de neurociencia combina dos líneas que cruzan su biografía personal y su trabajo más habitual como fotógrafo: nacido en Benidorm, donde vivió a la adolescencia, aplica fondos en degradados cálidos para sugerir "un imaginario alienígena".
Residente en Alicante, Mefer comenta a Cultur Plaza que "vivir durante tus primeros años en una ciudad plagada de rascacielos acaba por convertirlos en panorama de lo cotidiano. No habían llamado mi atención especialmente... hasta ahora". En el resto de su obra abundan los paisajes "y, además de los naturales, adoro los urbanos". Mefer dice que si su ciudad natal destaca por algún aspecto estético "es por sus edificios y algunos como Negurigane me parecen salidos del imaginario alienígena, especialmente con una giro estético que añada a la arquitectura".
Las imágenes proponen una estética para las colonias humanas en el espacio. Una idea de futuro basada en las formas cotidianas de Benidorm, con edificios suspendidos en el vacío en los que no hay ni suelo ni cielo, sino una forma en mitad de una constante cálida. "Mi intención es que la serie tenga un aire extraterrestre, si bien sus protagonistas, los edificios, son por definición mundanos, pero resultan del producto del trabajo humano". Sobre la ausencia de ese marco cielo-suelo permite que la imagen tenga "ese carácter y simplemente embeberlos en una atmósfera ficticia. Son elementos básicos para conseguir ese escenario e imaginar cómo sería la vida humana en otros planetas, cuando los avatares que con los que nos enfrentamos ahora tornen la tierra inhabitable".
La obra se interrelaciona con otros trabajos de Merfel, como ya decíamos, pero también con sus investigaciones de neurociencia. En otras series esa relación parece más explícita, como en Fantasmas del Cerebro: "se compone de bosques inundados de niebla y luces. La idea era emplear la metáfora del árbol, que los neurocientíficos usan para describir la morfología de las neuronas por su parecido más que obvio, como representación de la mente colonizada por pensamientos intrusivos, depresión y ansiedad".
La relación entre fotografía, fantasía, ciencia ficción y neurociencia es la sugestiva propuesta que atraviesa el trabajo de Al Mefer hasta la fecha. El alicantino ya advierte que "la neurociencia es una disciplina que tiene un naturaleza especial, estudiando la maquinaria que así mismo posibilita su estudio. Todo en nuestra experiencia es sujeto de ser estudiado por la neurociencia, desde la percepción de los colores hasta el mismo proceso de creación. Creo que sus campos de estudio son infinitos y cada vez abarca más terreno disciplinar, fusionándose con las humanidades y las ciencias sociales".
Además, estas series también se interrelacionan con "una disciplina relativamente joven, la neuroestética, que se encarga específicamente de estudiar su percepción y creación a nivel cerebral". Mefer confirma que "tanto en concepto como en forma, la neurociencia tiene mucho que decir acerca del arte", y la serie Alien Architecture es una muestra más de ello.
Su trabajo es todavía muy reciente. Las primeras series que se decidió publicar pertenecen a 2017. Mefer dibuja y pinta desde que era niño, pero en general asegura mantener una relación constante con el arte. Fue en las galerías donde descubrió "el trabajo de algunos fotógrafos y artistas digitales y me quedé fascinado. Pero según entré en la Universidad y pasaron los años fui perdiendo el contacto con la fotografía... hasta ahora".
En esta última serie, Mefer da rienda suelta a una línea que asegura ser de sus preferidas dentro del mundo del arte: "la creación de mundos inimaginables me resulta adictiva". Despoblados, entre la distopía y la postal cálida de un futuro deshumanizado, entre sus proyectos "hay una constancia por intentar que los parajes fotografiados, sean mundanos o icónicos, tengan una apariencia mágica o alienígena. Amismo tiempo me encanta la ciencia ficción y me parece parece un género idóneo para discutir problemáticas sociales, tanto contemporáneas como futuras".