VALENCIA(EP).-
El jefe de pediatría de Quirónsalud Sagrado Corazón, Alfonso Carmona, ha alertado de que el frío potencia la aparición de enfermedades respiratorias en los niños, como la bronquiolitis, especialmente entre los meses de noviembre a marzo.
De hecho, la bronquiolitis afecta en mayor medida a niños de corta edad, sobre todo a los recién nacidos y a niños hasta los dos años. De hecho, el virus sincitial respiratorio (RSV, por sus siglas en inglés) es la causa más frecuente de bronquiolitis en los lactantes.
Ahora bien, dentro de los lactantes se encontrar un grupo donde la enfermedad suele aparecer con más gravedad: lactantes menores de 2 meses, prematuros y/o niños afectos de cardiopatía congénita. "En este grupo existe mayor probabilidad de ingreso, mayor número de complicaciones así como una estancia hospitalaria más prolongada", ha aseverado el especialista, para advertir de que "el RSV es un virus que puede volver a presentarse, es decir, los lactantes pueden infectarse más de una vez, y afecta con mayor frecuencia a los niños que a las niñas".
Y es que, tal y como ha recordado, este virus se transmite por las secreciones respiratorias, a través del contacto directo con personas infectadas o con superficies u objetos contaminados por los mismos. "La infección puede producirse, cuando el material infectado entra en contacto con las membranas de los ojos, la boca o la nariz, y probablemente también a través de la inhalación de partículas generadas por un estornudo o la tos, con un periodo medio de incubación de aproximadamente cuatro días", ha argumentado.
La infección con el RSV puede provocar complicaciones respiratorias graves, lo que requiere en algunos casos asistencia respiratoria e ingreso en una unidad de cuidados intensivos. A veces el RSV en los lactantes puede ser el origen de posteriores episodios de reactividad bronquial.
os síntomas más comunes del RSV son el goteo nasal, apnea, apatía, fiebre, rechazo de las tomas, respiración sibilante, retracciones (hundimiento) de la pared torácica, respiración rápida y tos.
"Es importante tener en cuenta que los síntomas de RSV son parecidos a los de cualquier otra patología respiratoria- infecciosa en el lactante, como gripe, catarro o infección, por lo que es crucial acudir al pediatra para que valore estos síntomas y realice el diagnóstico y tratamiento adecuados. Esta similitud de los síntomas del RSV con otros trastornos dificulta en ocasiones su diagnóstico, por lo que es conveniente hacer un estudio de las secreciones respiratorias del niño para la detección del virus", ha informado el experto.
Finalmente, el doctor ha informado de que no existe un tratamiento específico para el RSV, por lo que dependerá de su estado general, edad o patología de base. En este sentido, el experto ha explicado que el tratamiento tratará de paliar la sintomatología del virus sobre el aparato respiratorio, por lo que pueden ser necesarios aportes de oxígeno, alimentación por SNG (sonda nasogástrica) si el bebé no puede succionar o deglutir de forma adecuada, broncodilatadores para facilitarle la respiración y, en casos de extrema gravedad, el ingreso en Unidad de Cuidados Intensivos con monitorización, asistencia respiratoria o alimentación parenteral.
Aunque es una intervención poco invasiva, requiere la experiencia de un médico especializado para evitar complicaciones