El futuro del trabajo y la transformación del Servicio Valenciano de Empleo en Labora

VALÈNCIA. La administración debe adaptar sus procesos al mercado laboral para prestar un servicio de empleo de utilidad. Esta fue una de las ideas que se recogieron este lunes en el desayuno organizado por Valencia Plaza y Labora, el renovado Servicio Valenciano de Empleo. Al encuentro asistieron Enric Nomdedéu, secretario autonómico de Empleo y director general de Labora, Alberto Ibáñez, secretario autonómico de Inclusión y de la Agencia Valenciana de la Igualdad, Rocío Briones, directora general de Empleo y Formación de Labora, Marina Sánchez, directora general de Formación Profesional y Enseñanzas de Régimen Especial y Salvador Navarro, presidente de la CEV. 

También Lola Ruiz Ladrón de Guevara, secretaria de Acción Sindical de UGT PV, Ana María García Alcolea, responsable de la Secretaría de Formación y Empleo de CCOO PV, Adrián Todoli, profesor de Derecho del Trabajo en la Universitat de València, Josep Banyuls, profesor de Economía Aplicada en la Universitat de València, Rafael García, codirector de la Cátedra Innova-Labora de la Universitat de València y Elena Romaguera, responsable de Gestión Estratégica y Desarrollo Local en RH en positiu.

"Necesitábamos hacer una reflexión sobre aquello que debíamos de ser y si el dinero público que estamos empleando es un gasto o es una inversión que tiene retorno", señalaba el secretario autonómico de Empleo, Enric Nomdedéu, quien reconocía que era necesario replantarse el porqué de los programas que se estaban realizando en el Servicio Valenciano de Empleo. "Necesitábamos hacer un cambio con el que no buscábamos soluciones específicas para problemas actuales sino crear una metodología para ir evolucionando, porque éramos conscientes de que uno de los problemas del servicio público es que el mundo laboral cambia de una forma mucho más rápida de lo que puede adaptarse la administración". Actualmente tienen tres grandes contenedores: Avalem Joves, Avelem Experiencia y el Avalem Territori. 

También, en su reflexión como servicio público, se dieron cuenta de que debían dedicarse a la formación y a la orientación y que la intermediación era la consecuencia. "Pusimos en marcha un proceso que era revolucionario en la administración, un proceso participativo con más de un centenar de empresas, más de 1600 personas, entre ellos usuarios y personal de la casa para hacer análisis de debilidades y fortalezas como servicio", apuntaba Nomdedéu. Esto les permitió definir los espacios Labora, puntos físicos con espacios cerrados para que los usuarios puedan explicar sus problemas unidos a espacios colaborativos para cursos. También la aproximación a la ciudadanía a través de una página web y una app. 

A todas estas fórmulas tangibles han sumado el estudio del futuro laboral. "Estamos analizando el futuro del trabajo sobre las plataformas digitales o la robotización, que en general tienen una lectura dramática", recuerda. Sin embargo, no tiene el porqué ser así. El secretario autonómico puso algunos datos sobre la mesa de los países más automatizados. El primero es Korea, con un 3,2% de paro, el segundo es Singapur con un 3%, el tercero es Alemania con un 3,4% y el cuarto es Japón con un 2,4%. "No es determinante para el desempleo", aseguraba.

La necesidad de mejorar la calidad del empleo

"Desde que llegamos en 2015, con una situación dramática del empleo y la desocupación, hay más 192.000 personas ocupadas más. Hemos reducido el desempleo en casi 200.000 personas, pero es evidente que desde el punto de vista cualitativo tenemos mucho margen de mejora", apuntaba Rocio Briones, directora general de Empleo y Formación de Labora. Según los datos de la última Encuesta de Población Activa (EPA), la ocupación indefinida tiene una mejora respecto a los contratos temporales significativa, sin embargo el trabajo a tiempo parcial tiene unos volúmenes altos. 

Por colectivos, el empleo de las mujeres va a un ritmo de crecimiento por debajo de la mitad de los hombres, representando casi el 60% del empleo general. "Estamos obsesionados con que esa transversalidad en las políticas de empleo sean efectivas", aseguraba Briones. El otro colectivo con más afectación son los jóvenes menores de 25 años aunque por edades donde más se concentra es entre 30 y 45 años. A esto se suma el número de personas sin prestación, que supone el 60% de los desempleados. 

Según apuntaba Briones, el sector servicios concentra el desempleo, con un 68%. Se ha reducido los parados de larga duración, con volúmenes del 57% de las personas paradas con menos de un año. Los de más de dos años son un 28%. "Un dato muy significativo del tipo del desempleo al que nos enfrentamos es a nivel de formación. Un 75% de las personas en desempleo, el nivel de cualificación que tienen es hasta la ESO. Tenemos un gran reto en centrar la política de empleo en la formación", reconocía. 

"Creemos que se está instalando la precariedad laboral y tiene rostro de mujer y de joven", lamentaba Ana María García Alcolea, responsable de la Secretaría de Formación y Empleo de CCOO PV. "Cuando decimos que aumenta la ocupación, ¿qué tipo de ocupación es?", se preguntaba. Y es que, según apuntaba, la mayoría de creación de empleo es en el sector servicios y, aunque apuntaba a la necesidad de no demonizarlo, recordaba la necesidad de generar un empleo de calidad. "No puede ser que cuando un joven acaba su formación se tenga que ir a otros países o trabajar en algo que no es lo suyo", insistía. 

"Desde 2013 han incrementado los puestos de trabajo poco cualificados", apuntaba Josep Banyuls, profesor de Economía Aplicada en la Universitat de València. "El 50% de la ocupación ha sido generada por hostelería, turismo y la construcción", lamentaba. "Son actividades que han pasado parte de sus puestos de trabajo en la flexibilidad y bajos salarios y ahí es donde está una parte importante de la debilidad". 

¿Por qué falta profesionales?

Hace unos días, el presidente de la Federación Valenciana de Empresarios de la Construcción (Fevec), Francisco Zamora, apuntaba a la falta de empleos en el sector de la construcción, a pesar de las altas tasas de paro. Ante estas declaraciones, Marina Sánchez, directora general de Formación Profesional, aseguraba que esta paradoja se está produciendo tanto a nivel educativo como profesional. "La edificación y la obra civil han sido un sector muy denostado. El personal funcionario se ha movido a otras partes de la administración, no se han apuntado alumnos a formación profesional y ahora no tenemos personal cualificado para abordar tareas que son para personal cualificado", apuntaba. 

"La construcción tiene este problema porque ni la parte empresarial ni la administración han visto lo que venía. Para formar a un alumno en FP hacen falta dos años y para hacerlo profesional dos años más. Ahora estamos visibilizando estas profesiones pero necesitamos que la industria manifieste públicamente esa necesidad para la que tenemos centros y profesorado pero para la que nos falta el alumnado", aseguraba.

La necesidad de cambiar el modelo productivo

 Salvador Navarro, presidente de la CEV, recordaba que la Comunitat Valenciana tiene universidades potentes cuyos alumnos no pueda asumir en muchas ocasiones el mercado porque el modelo productivo no es el que debería ser. "Se está trabajando en ese cambio de modelo productivo", recordaba. "Espero no ver Parc Sagunt como una referencia logística, sino que entren empresas de fabricación industrial como empresas tractoras. Hay que trabajar en incorporar en compañías como Ford, Mercadona o Consum para ganar en dimensión e innovación", destacaba. Además, recordaba que en cuestiones de formación todos los meses los trabajadores pagan su cuota de formación. "Hay 1.800 millones de los que el Estado solo ejecuta 200", recordaba.

Lola Ruiz Ladrón de Guevara, secretaria de Acción Sindical de UGT PV, apuntaba a que la formación no casa la oferta con la demanda porque tiene picos profundos en el tiempo, sobre todo en sectores como la construcción. "Esto mismo pasa en el resto de sectores y de empresas pero de forma más desapercibida", destacaba. "Habría que replantearse la formación porque estamos formando a trabajadores para ser desempleados. Hay que casar la formación con la demanda de las empresas".

Por otro lado, apuntaba a la necesidad de que la administración pública legisle reforzando la acción sindical y la negociación colectiva, además de que Labora ejecute todo su presupuesto. "Es una lástima que, si al final tenemos cierto presupuesto, solo se ejecute una parte", lamentaba. 

Las nuevas formas de organizar el trabajo

Adrián Todoli, profesor de Derecho del Trabajo en la Universitat de València, recordaba que la economía de plataformas es una nueva forma de organizar el trabajo y que, actualmente, se están utilizando para fomentar la precariedad de los trabajadores. "Hay que compararlo con antes de la aparición de la fábrica, donde cada uno trabajaba en su casa. Cuando aparece la máquina textil hace falta una fábrica. Esta nueva forma de organizar el trabajo plantea un reto muy grande hacia el futuro", explicaba. "Tenemos normas organizadas con el antiguo método productivo pero, probablemente, todo lo que sea en el futuro prestación del servicio funcionará por plataformas", señalaba. "La administración va detrás pero no podemos permitir que sea así".

Rafael García, codirector de la Cátedra Innova-Labora de la Universitat de València, apuntaba a la novedad que supone que la administración pública realice un polo de innovación abierta en formación para el empleo. Además de abordar cuestiones como la economía del bien común, todo alienado con las estrategia que se marca desde el área de Economía. 

Elena Romaguera, responsable de Gestión Estratégica y Desarrollo Local en RH en positiu, aseguraba que en el sector industrial no existen electromecánicos, herreros o carpinteros. "Se ha de apostar por formarlos y saber cuáles son las necesidades", destacaba. Además, insistía en la necesidad de apoyar a las personas que se quedan en paro. "Necesitan ganar en confianza, motivación y autoestima y hay que crear una estrategia en esta línea", apuntaba.