La entidad advierte de que España sigue en niveles "alejados de los países avanzados" en formación
MADRID (EP). El gasto público en la formación de los desempleados en España cayó un 30% en el periodo 2007-2013, mientras que las empresas duplicaron en esos años la inversión para fomentar a sus trabajadores.
Así se desprende del documento 'Esenciales' correspondiente al mes de octubre, elaborado por la Fundación BBVA y el IVIE, que señala que la crisis económica ha incidido "directamente" en el gasto público en formación ocupacional, la destinada a favorecer la inserción laboral de los desempleados.
Pese al incremento de las cifras de paro entre 2007 y 2013, la inversión de las administraciones públicas en la formación de los parados cayó un 30,2%, hasta situarse en 1.153 millones de euros.
Por el contrario, las empresas han duplicado los gastos en formación de sus trabajadores, alcanzando un máximo de 7.320 millones en 2013. Con todo, España "sigue en niveles alejados de los países más avanzados en formación", señala el documento.
En 2015, el 15% de los parados realizó actividades de formación continua, mientras que entre las personas con empleo este porcentaje alcanzó el 10,8%.
En este sentido, Fundación BBVA y el IVIE subrayan que existe una "estrecha relación" entre el nivel educativo que acumula una persona y el grado de participación en cursos de formación continua, ya que "cuanto mayor es el nivel de estudios terminados, mayor es su participación y su interés por seguir formándose".
Según la EPA, el 19,1% de los trabajadores con titulación universitaria realizó cursos de formación continua en 2015, mientras que sólo el 4,1% de los empleados que acreditaban formación obligatoria emprendió algún tipo de formación.
En el caso de los ocupados con estudios medios (bachillerato o formación profesional, sea ésta de primer o segundo grado), el porcentaje se sitúa en un valor intermedio del 10,5%.
En el caso de los desempleados, el porcentaje de los que tienen estudios universitarios que realiza formación continua asciende hasta casi el 30%, 10,5 puntos porcentuales más que los ocupados universitarios. En el otro extremo se encuentran los desempleados que han alcanzado el nivel de estudios obligatorios como máximo. De ellos, solo el 8,7% emprendió algún curso para mejorar o actualizar conocimientos.
Según Eurostat, añade el documento, España se sitúa en una posición "claramente desfavorable" en el porcentaje de la población ocupada que realiza formación continua, con un valor por debajo de la media de la UE. El ranking está liderado por los países del norte de Europa (Dinamarca, Suecia, Finlandia y Países Bajos), mientras que Grecia, Irlanda y Bélgica ocupan los últimos lugares.