VALÈNCIA/MADRID. (VP/EP) El Perte de Microelectrónica y Semiconductores –conocido como Perte Chip– destinará 9.350 millones de euros, más de dos terceras partes de su presupuesto total, a la construcción de plantas de semiconductores en la fabricación de tecnología de vanguardia (inferiores a 5 nanómetros) y de gama media, que son los utilizados en electrodomésticos o vehículos.
Este Perte, el de mayor presupuesto impulsado hasta ahora, ha sido aprobado este martes por el consejo de ministros para impulsar la capacitación, diseño y producción de la industria de semiconductores y microelectrónica en España.
Del total del Perte, 7.250 millones de euros se destinan a disponer de capacidad de fabricación de chips por debajo de cinco nanómetros, los más avanzados, por lo que la mayor parte de los fondos van enfocados a traer a al menos a un fabricante de chips de última generación, lo que convertiría a España en destinatario de una instalación sin parangón en Europa.
El Perte Chip contiene once actuaciones en torno a cuatro ejes estratégicos, que engloban toda la cadena de valor para la producción de microchips, desde la fabricación hasta el diseño, un ámbito en el que la Comunitat Valenciana está bien posicionada por la presencia de varias multinacionales punteras en el diseño de semiconductores agrupadas en torno a la iniciativa Valencia Silicon Cluster.
Además del eje de fabricación, un segundo eje pretende reforzar la capacidad científica con actuaciones para fortalecer la I+D+i sobre microprocesadores de vanguardia y arquitecturas alternativas y la fotónica integrada, desarrollar chips cuánticos y lanzar una línea de financiación para reforzar el Proyecto Importante de Interés Común Europeo (IPCEI) de Microelectrónica y Tecnologías de la Comunicación. Se prevé una inversión de 1.165 millones de euros para el periodo 2022-2027.
En cuanto a la estrategia de diseño, el perte Chip incluye actuaciones que potenciarán la capacidad española en el diseño de microprocesadores mediante la creación de: empresas fabless de diseño de microprocesadores de vanguardia y arquitecturas alternativas; líneas de pilotos de pruebas; red de capacitación en materia de semiconductores. Se destinarán 1.330 millones de euros para este eje.
El cuarto y último eje, el de dinamización de la industria de fabricación TIC, contempla actuaciones como la creación de un fondo de capital centrado en los chips para financiar startups, scaleups y pymes innovadoras del sector de semiconductores nacional, con una dotación pública inicial de 200 millones de euros. También se dirige a fortalecer la producción interna de productos electrónicos -que utiliza los microchips como input- para que ejerza de sector tractor sobre la industria de los semiconductores y absorba parte de su producción. El presupuesto estimado asciende a 400 millones de euros.
Según el Gobierno, España está muy bien posicionada en diversos activos estratégicos: en el desarrollo de arquitecturas alternativas como RISC-V, donde el Centro Nacional de Supercomputación - Barcelona Supercomputing Center, es un centro de referencia internacional; en fotónica integrada, donde nuestro país es considerado a nivel mundial a través del papel que desempeñan las Universidades Politécnica de Valencia, Vigo y Madrid; en el ámbito del desarrollo de chips cuánticos, con el Instituto de Ciencias Fotónicas (ICFO), el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), así como con el proyecto Quantum Spain, en el que participan 25 centros ubicados en 14 Comunidades Autónomas, como las universidades de Granada, Sevilla, Zaragoza, País Vasco o Islas Baleares, por señalar algunas.
Además, el crecimiento de la demanda de semiconductores en sectores tractores como la automoción (en el que España es el segundo productor de vehículos de la UE), la fabricación de máquinas herramientas (somos el tercer productor y exportador de UE y noveno del mundo) o los electrodomésticos, justifican las economías de escala necesarias para desarrollar estas actuaciones. Este incremento se acelerará en los próximos años y se sumarán otros ámbitos como las telecomunicaciones, la industria aeroespacial, el transporte ferroviario, defensa y la construcción de infraestructuras.
La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha señalado que hasta ahora, "España no ha estado presente en este ámbito tecnológico por falta de apoyo, falta de compromiso, falta de una visión, también falta de una estrategia coherente y los recursos".
Este nuevo proyecto estratégico estará financiado por la adenda al Plan de Recuperación, que el Gobierno presentará en la segunda mitad del año, y mediante las transferencias no reembolsables y los préstamos que España aún no ha solicitado.
La escasez de chips y semiconductores por la crisis de la cadena de suministros ha sido una de las principales fuentes de tensión de la economía en la pandemia, dificultando la producción, especialmente en el sector de la automoción. "Hoy en día raro es el utensilio de nuestra vida privada o profesional que no tiene un microchip", ha ejemplificado Calviño para ilustrar la importancia de estos componentes.
"Si la crisis del Covid puso de relieve la necesidad de acelerar la transformación digital y reforzar nuestro Estado de Bienestar, la guerra de Ucrania hace prioritario y urgente reforzar la autonomía estratégica energética, tecnológica y alimentaria, así como la ciberseguridad en nuestro país y el conjunto de Europa", ha apuntado.
Por su parte, Pedro Sánchez ha presentado el plan previamente en su conferencia en el foro económico de Davos (Suiza). Allí ha anunciado el aumento en mil millones de euros de la dotación del Perte hasta los 12.000 millones de euros --que finalmente han sido 12.250 millones--.
Durante la mañana, Sánchez se ha reunido con el consejero delegado de Intel, Pat Gelsinger, además de con el consejero delegado de Micron, Szanjay Mehrotra, y el consejero delegado de Qualcomm, Cristiano Amon. Por la tarde será el tiempo del encuentro con el consejero delegado de Cisco, Chuck Robbins.
En el caso de Gelsinger, ambos han tratado las inversiones de Intel en Barcelona junto al Barcelona Supercompunting Center con un laboratorio para nuevas tecnologías como los procesadores RISC V.
Sánchez cerrará su agenda en Davos con la asistencia a un evento privado organizado por el consejero delegado de Qualcomm durante la noche de este martes.
Por su parte, Calviño ha subrayado la existencia de "contactos preliminares muy positivos" que han sido recibidos con "gran interés". Para la vicepresidenta, la publicación del Perte es el punto de salida para iniciar "contactos más formales".
La vicepresidenta ha recalcado que existen importantes barreras de entrada para la producción de chips debido a las elevadas inversiones que supone, lo que motiva la existencia del Perte. En el caso de Intel, algunas de sus últimas inversiones anunciadas han sido de 17.000 millones de euros en Magdeburgo (Alemania) o casi 19.000 millones de euros en Ohio (Estados Unidos), con dos plantas por localización.
El Perte será coordinado por un alto comisionado dirigido por el ex director general de ONO y ex presidente de Motorola en España, Jaime Martorell Suarez. Martorell fue también director general de ATT Microelectrónica, en la fábrica de chips de Tres Cantos, en Madrid.
La unidad dirigida por Martorell englobará perfiles directivos y técnicos que impulsarán y coordinarán las acciones del Perte con los Ministerios involucrados (Ciencia e Innovación, Asuntos Económicos y Transformación Digital e Industria, Comercio y Turismo), así como con entidades locales y comunidades autónomas.
Asimismo, establecerá contactos permanentes con la industria nacional y extranjera, valorará la viabilidad de los proyectos y ayudará a constituir iniciativas empresariales en el marco de la Ley Europea de Chips, que aspira a movilizar otros 43.000 millones de euros de inversión.