Foto: VPVALÈNCIA. La irrupción de la pandemia de coronavirus durante la primavera de 2020 obligó a acelerar la implantación del teletrabajo en empresas e instituciones, también en el Ayuntamiento de València. Y ahora que el peligro parece amainar, la vuelta al trabajo presencial es una realidad. Pero todo lo que se ha avanzado en la adaptación tecnológica queda, y facilitará la aplicación del nuevo protocolo de teletrabajo del consistorio, que ya está preparado para cuando se declare oficialmente acabada la pandemia.
De ahí que, tras un año de aplicación del teletrabajo, en el seno del Ayuntamiento empiecen a surgir debates en torno a la aplicación de esta nueva dinámica en el entorno laboral. La pasada semana fue el grupo municipal de Ciudadanos, de la mano del edil Rafa Pardo, quien presentó una moción a la comisión de Gestión de Recursos que tenía por objeto modificar un matiz del último reglamento en vigor hasta que sea de aplicación el nuevo protocolo.
Pardo solicitaba en su propuesta que los funcionarios consistoriales que todavía estén teletrabajando no estuvieran obligados a hacerlo desde su residencia habitual, como reza la última norma, sino que puedan hacerlo desde otro lugar que elijan. Según la regla que rige ahora mismo, "la prestación del servicio mediante teletrabajo deberá realizarse en el domicilio habitual" y "excepcionalmente, se podrá prestar en otro domicilio" siempre que permita la reincorporación "inmediata" si fuera necesaria.
Con todo, desde la formación naranja consideraban que "la exigencia específica de realización de la prestación del servicio en el domicilio habitual resulta totalmente contraria a la propia definición legal, espíritu y esencia del teletrabajo y trabajo a distancia" y que la voluntad de los legisladores en la normativa estatal "es que la facultad de elección del lugar [...] recae en el propio trabajador".
En este sentido, el planteamiento de Cs pasaba por reflejar claramente en el protocolo que actualmente está utilizándose que el teletrabajo se pudiera realizar bien en el domicilio habitual del empleado municipal o "en el lugar elegido por este". La moción fue rechazada por el gobierno municipal, dirigido por Compromís y el PSPV, y cuya concejala de Personal es Luisa Notario.
Uno de los motivos del 'no' del ejecutivo, según explicó Notario, era que todas las resoluciones aprobadas desde que estallara la pandemia de coronavirus para aplicar el teletrabajo en la administración municipal recogían expresamente que el domicilio habitual sería el lugar de trabajo de los empleados municipales con carácter general. Y que todas las resoluciones habían sido votadas en Mesa de Negociación por los representantes sindicales.
En este sentido, Notario argüía que la aprobación de la formación naranja hubiera contravenido el fundamento mismo de la Mesa de Negociación y habría pasado por encima de la representación y el diálogo con los propios trabajadores de la casa. Con todo, la moción de Ciudadanos abrió un debate sobre cuál debe de ser la ubicación desde la que se ejerza el teletrabajo en la administración, especialmente de cara a cuando acabe la pandemia.
El protocolo que se ha aprobado para aplicarse generalmente en el consistorio señala al respecto que "será responsabilidad del personal teletrabajador proporcionar un lugar de trabajo" que, además de cumplir con la normativa en materia de seguridad y salud laboral, debe asegurar "mantenerse libre de distracciones o interrupciones durante las horas laborales". Para el control del cumplimiento del reglamento, el Ayuntamiento evaluará el puesto físico de trabajo "mediante los medios menos invasivos posibles" y exigirá a los empleados municipales una "declaración de que se conocen las recomendaciones [...] en materia de prevención de riesgos laborales" y el compromiso de su cumplimiento.
