VALÈNCIA. (EP) El Gobierno prevé solicitar desde el próximo año los primeros préstamos procedentes de los fondos europeos para algunos ámbitos en concreto que considera "especialmente apropiados", aunque la prioridad es utilizar los 70.000 millones de las transferencias.
Así lo ha avanzado el nuevo secretario de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa, Gonzalo García Andrés, durante su primera intervención pública en un evento organizado por Funcas tras tomar este martes posesión de su cargo.
"Ya para el año que viene en algunos ámbitos concretos está previsto que se soliciten préstamos, porque la voluntad es utilizar todos los recursos que la Unión Europea va a poner a disposición", ha asegurado García, quien ha anticipado que entre los ámbitos concretos a financiar con estos préstamos se encuentra el futuro mecanismo de flexibilidad estructural, que sería el "heredero" del uso que se ha hecho de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) durante la pandemia.
El nuevo secretario de Estado ha remarcado, no obstante, que la prioridad siguen siendo los 70.000 millones procedentes de las transferencias contempladas en los fondos europeos, ya que "son las que van a tener un impacto mayor sobre la economía".
En este sentido, ha defendido las inversiones y reformas que se pondrán en marcha en la primera fase del Plan (2021-2023) para que la recuperación de la actividad se note ya desde este año. "Estamos en los albores de un nuevo ciclo de expansión económica", ha asegurado García durante su intervención.
Según las estimaciones del Gobierno, el impacto anual del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia será de alrededor de 2 puntos cada año de los tres en los que se concentran las transferencias, con un impacto en el empleo de 800.000 puestos de trabajo, lo que supone 12 empleos por cada millón invertido, según ha desgranado el secretario de Estado.
"El plan esencial para garantizar un fuerte rebote de la economía desde este mismo año", ha indicado García tras señalar que los últimos indicadores apuntan a que se estaría reanudando la recuperación con la previsión de recuperar el PIB previo a la pandemia a final de 2022, para volver a la senda de crecimiento de la economía a partir de 2023.
El Gobierno ha recalcado que no está en su "horizonte" establecer una mayor presión fiscal o salarial a las empresas y ha asegurado que con un marco de certidumbre y estabilidad la reactivación que ya se observa en la inversión privada de las compañías "puede ser duradera".
"Ni mayor presión fiscal ni mayores presiones salariales están en el horizonte que manejamos nosotros", ha asegurado el nuevo secretario de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa.