El Ministerio de Sanidad reconoce que no dijo la verdad en su campaña, pero se ha negado a retirarla, lo que puede traerle problemas mayores con la Justicia
VALÈNCIA. La campaña 'antivapeo' del Ministerio de Sanidad puede costar muy cara al Gobierno. Bajo el lema "el tabaco ata y te mata en todas sus formas", el Ejecutivo metió en el mismo saco al tabaco común, que mata a ocho millones de personas al año, y a los cigarrillos electrónicos, cuya salubridad la han confirmado numerosas investigaciones.
Sanidad asegura en sus anuncios que "vapear es igual que fumar", algo que ha sido denunciado por numerosas compañías del sector por incurrir en una falsedad científicamente probada, ya que los vapeadores pueden llevar o no nicotina, pero nunca llevan tabaco.
La empresa MyBlu Spain fue una de las denunciantes. En la resolución del caso de la Comisión de control sobre la Publicidad Institucional del Gobierno de España, a la que ha tenido acceso ese medio, se lee cómo el propio Ministerio de Sanidad reconoce que mintió, pues asegura que, en efecto, "vapear no es fumar".
El Gobierno tira balones fuera y admite que lo hizo por cuestiones publicitarias. Achaca las "necesidades propias de lenguaje de campaña”, “su carácter limitado” y “de tipo sintético”. Además, a pesar de haber admitido la falta de veracidad en la campaña, el Ministerio se ha negado a retirarla.
Tras haber agotado esta primera vía legal, a MyBlu le queda otra: acudir a los tribunales. Y se lo está pensando.
La empresa, que es una de las líderes del sector en España en la venta de vapeadores, puede meter en un aprieto jurídico al Gobierno si decide seguir con su cruzada por la verdad, pues el caso ya pasaría a estar en manos de los tribunales.
MyBlu ha asegurado a este medio que no va a tolerar los "mensajes falsos que transmite Sanidad al considerar el vapeo como un acto de consumo de tabaco". Asimismo, fuentes de la compañía admiten que aunque la Comisión de Publicidad y Comunicación Institucional de Presidencia del Gobierno les ha dado la razón –pues reconoce en su fallo que "los dispositivos para vapear no son tabaco"–, no están de acuerdo con que el Ministerio no retire la campaña, que citan de "engañosa a todos los niveles".
La empresa reitera que la falsedad de la campaña es un ataque especialmente grave para una industria del vapeo, que genera riqueza y empleo y que trata de servir a la libertad del consumidor adulto, bajo el control del propio Ministerio de Sanidad.
"Esta industria sigue los más altos estándares de información y el más escrupuloso respeto a la legalidad. La calificación del vapeo como lo que no es y su identificación con otras formas de consumo mucho más perjudiciales para la salud, como la del tabaco, es un acto de denigración institucional falsa de incalculables consecuencias", aseguran desde MyBlu.
Lo cierto es que el sector del cigarrillo electrónico genera una gran riqueza, pues factura ya más de 88 millones de euros solo en nuestro país y 30.000 millones en todo el mundo, una recaudación que podría verse afectada y provocar miles de despidos por la campaña 'antivapeo' de Sanidad.
Estemos o no de acuerdo con la resolución, lo innegable es que el Ejecutivo ha incurrido en una mentira, pues está demostrado científicamente que vapear no es fumar. Además, numerosos estudios han demostrado que el uso de cigarrillos electrónicos ayudan a dejar el tabaco, algo que ha impulsado a países como Reino Unido a recomendar los vapeadores para tal fin.
A continuación, las principales diferencias entre vapear y fumar:
Todas estas informaciones son manejadas por el Gobierno, por ello desde MyBlu apelan una vez más al "deber ético y moral del Ejecutivo a decir la verdad a los ciudadanos sin la necesidad de llegar al extremo de que sea la Justicia quien obligue a corregir los errores". Veremos en qué acaba todo esto.