VALÈNCIA. (EP) El Hospital Clínico Universitario de València ha implantado un programa de consultas externas en la Unidad de Cuidados Intensivos. Se trata de una consulta en la que se visitará a aquellos pacientes que han pasado por la unidad una vez han sido dados de alta y que evaluará el impacto en la salud que ha podido tener esta estancia para mejorar su calidad de vida.
La jefa de Servicio de la UCI del Hospital Clínico de València, Marisa Blasco Cortés, ha señalado que "existe un antes y un después en la vida de los pacientes que han pasado por la UCI" y ha precisado que "entre un 30 y un 50% de pacientes presentan el síndrome post-UCI". "El principal objetivo de estas consultas es diagnosticarlo y establecer medidas para prevenirlo", ha añadido.
El síndrome post-UCI es una secuela "muy poco diagnosticada y poco conocida". Se entiende por síndrome post-UCI cualquier afectación en las áreas cognitiva, emocional o física que pudieran padecer los pacientes tras una hospitalización con ingreso en UCI y que no guarde relación directa con la patología que ha provocado el ingreso, ha informado la Generalitat en un comunicado. "Se trata, por un lado, de prevenir durante la estancia en UCI por medio de cambios sutiles pero importantes en nuestra forma de trabajar", ha destacado Blasco.
Las estancias de algunos y algunas pacientes que ingresan en las unidades de cuidados intensivos suelen ser largas, con una media de algo más de cinco días. En este ingreso, los y las pacientes experimentan una "importante" pérdida de peso, pérdida de musculatura y secuelas psicológicas, cognitivas y sociales, en muchas ocasiones.
Los casos más susceptibles de sufrir el síndrome son pacientes con estancias prolongadas, quienes que han presentado delirio durante el ingreso, los pacientes que han tenido insuficiencia respiratoria grave y que han necesitado ventilación mecánica, los y las pacientes con shock grave causado por infecciones o por hemorragias y los que han presentado afectación de muchos órganos.
Estas consultas se llevan a cabo en coordinación con los especialistas de Atención Primaria y tienen como principal objetivo "valorar el impacto que el ingreso en UCI ha tenido en los pacientes". "Intentamos conseguir que la vuelta a la normalidad de sus vidas anteriores sea posible. Pretendemos que el impacto y las secuelas, no debidas a la enfermedad en sí, se puedan tratar y solucionar o al menos mejorar", ha explicado Blasco.
Así, a los tres meses del alta aproximadamente se cita a un grupo de pacientes, aquellos que por las características de su ingreso tienen riesgo de desarrollar síndrome post-UCI. En esa primera visita puede ser diagnosticado cada paciente y, si es así, se realiza un plan de seguimiento para control a los 3-6 meses y al año.