MADRID (EP). El Ibex 35 ha cerrado la última sesión del año con un recorte del 1,01%, lo que ha llevado al selectivo a situarse por debajo de la cota psicológica de los 9.600 puntos (9.544,2) y a cerrar el ejercicio con una caída del 7,15%, siendo uno de los peores índices europeos de 2015. En el mes de diciembre, el Ibex se ha dejado un 8,1%.
En el mercado de deuda, la prima de riesgo se ha colocado en 115,84 puntos básicos, con la rentabilidad del bono a diez años en el 1,773%. Mientras, en el mercado de divisas, el euro se intercambiaba a 1,0881 dólares.
OHL ha encabezado las pérdidas de la última sesión del año con un recorte del 3,28%, seguido de Acerinox (-2,82%) y Mapfre (-2,2%). Tampoco han conseguido aguantar el tipo DIA (-2,03%) y Sacyr (-1,99%). Tan solo tres valores han logrado cerrar al alza: Bankia, que ha ganado un 0,84%, Abertis (+0,41%) y ACS (+0,27%).
Los 'blue chips' se han abonado al negativo y han registrado retrocesos que han oscilado entre el 1,96% de Telefónica y el 0,5% de Iberdrola. Repsol ha recortado un 1,7%, BBVA un 1,4%, Endesa un 1,3%, Santander un 1,14% e Inditex un 1%.
En este contexto, el Ibex ha mantenido la tendencia de las principales plazas europeas, también pesimistas en la última jornada del ejercicio: Londres ha cedido un 0,51% y París un 0,49%. Francfort ha permanecido cerrada por festivo.
Con este panorama, el selectivo rompe con dos años consecutivos en positivo y recupera los números rojos de 2012 (-4,6%), 2011 (-13,22%) y 2010 (-17%). Además, se convierte, junto con Londres, en el 'farolillo rojo' de Europa, puesto que París, Francfort e Italia han cerrado con ganancias superiores al 10%.
El desplome derivado de la quiebra de Lehman Brothers en 2008 propició el mayor descalabro del selectivo, cuando perdió un 39% durante el año, que fue parcialmente compensado con el impulso del 30% que se anotó en 2009. La crisis latinoamericana en 2002 minó al Ibex un 28,11% y el pinchazo de la burbuja tecnológica en 2000 supuso un lastre del 21,75%, la segunda y tercera mayores caídas.
Lejos de repetir aquellos escenarios, el selectivo se ha ido recuperando ejercicio a ejercicio y ha podido retornar a niveles precrisis. Este esfuerzo ha permitido iniciar 2015 en los 10.279,5 puntos, una cota que, sin embargo, no ha sido capaz de mantener y que no se acerca a los 12.000 puntos que preveían los analistas.
La negociación del rescate a Grecia, el temor por el crecimiento de China y las elecciones catalanas y generales han pesado en el devenir del selectivo, que en 2015 ha registrado la peor racha de su historia al encadenar diez sesiones en negativo en el mes de diciembre.
"El resultado final ha sido notablemente inferior al esperado en el mejor de los casos y un fiasco enorme en el peor", ha indicado a Europa Press el analista de XTB Jaime Díez. El índice - que ha cerrado seis meses en positivo y seis en negativo- registró su máximo (11.866,4 puntos) el 13 de abril y su mínimo (9.291,4) el 24 de septiembre, en plena crisis de los mercados por temor a China.
Por otra parte, el selectivo firmó su mayor caída el 24 de agosto, cuando cedió un 5,01%, su recorte más importante desde agosto de 2012, y protagonizó su mayor subida el 22 de junio, con un repunte del 3,87%, anticipando un pacto para el rescate griego.
A lo largo de estos doce meses, el Ibex ha logrado registrar la mayor subida mensual en dos años en el mes de octubre, cuando repuntó un 8,37%, y de mostrar el peor septiembre desde 2002, con un retroceso del 6,81%. Tras un primer trimestre del año triunfal, el selectivo fue poco a poco ahondando en las pérdidas afectado por factores ajenos a la economía española.
"El año recién concluido ha sido bastante decepcionante para las bolsas", ha explicado el estratega de mercados de IG Daniel Pingarrón, quien ha visto tres procesos correctivos que han minimizado las subidas netas de los mercados: los producidos por las fricciones entre Grecia y la Troika, el surgido por el temor a un frenazo de la economía china y el que generó la decepción surgida por una ampliación del programa QE del Banco Central Europeo inferior a la esperada.
"Las materias primas y la evolución de China y otras economías emergentes han ejercido un lastre muy importante para las bolsas, neutralizando en gran medida el efecto de la política monetaria del BCE", resume el experto.
Pingarrón ha señalado que el Ibex 35 ha sido el selectivo europeo con un peor comportamiento debido a su "extraña composición corporativa", muy concentrada en valores que han tenido un mal año.
"El mal desempeño de los dos grandes bancos -por la política monetaria del BCE y por la exposición a los emergentes-, de Telefónica (por Brasil) y de Repsol (por el precio del petróleo) es el causante del diferencial entre el Ibex 35 y el resto de los índices europeos", apunta el analista, que recuerda que el riesgo político también ha perjudicado al selectivo, aunque en menor medida.
El analista de XTB Jaime Díez incide en este punto y subraya que "salvo un puñado de excepciones, las empresas del Ibex 35 no se encuentran en un buen momento", por lo que las subidas a futuro se antojan complicadas a pesar de los estímulos monetarios.
"El peor comportamiento del selectivo nacional frente a la bolsa europea tiene lugar en la composición del propio índice", advierte el experto, que destaca el peso de las siete entidades bancarias "cuya presión en los márgenes y en el capital "es muy fuerte".
También ha influido la evolución de compañías como Repsol, muy ligadas al petróleo y el sector constructor, "que no termina de rebajar su deuda y que en algunos casos ha realizado importantes movimientos en el capital para sanear su situación", apunta Díez.
A ello se suman las pérdidas de ArcelorMittal y casos como el de Abengoa o el de empresas cíclicas que no consiguen aprovechar el cambio de ciclo, además de la "excesiva dependencia" de mercados emergentes como Brasil en las cuentas anuales de un grupo importante de valores.