VALENCIA. Este lunes en Valencia se presento La Cultura motor del cambio: Informe sobre el estado de la cultura en España. Fundación Alternativas, un documento elaborado por 19 investigadores de toda España y coordinado por el catedrático de Comunicación Audiovisual y Publicidad Enrique Bustamante. Este experto, que participó en la creación de la que reformuló hace ahora justo 10 años las leyes que amparan la actividad de Radiotelevisión Española y la Agencia EFE, expuso las conclusiones del informe junto a la directora del Observatorio de la Cultura y la Comunicación de la Fundación Alternativas, Inmaculada Ballesteros, entre las que se encuentran ocho conclusiones muy claras. El encuentro en Valencia fue promovido por ACICOM (Associació Ciutadania i Comunicació) que reunió a un centenar de personas entre las que también se encontraban profesionales, asociaciones y productores.
Además del propio bagaje del vasto documento presentado, que ha contado con distintas encuestas y líneas de investigación científicas, el principal aporta son precisamente esas ocho ideas fuerza. Todas ellas, dada la precaria situación de las industrias culturales (aunque con ligeras mejorías en algunos sectores con respecto al informe anterior), con un tono de urgencia. Esas ocho soluciones son la rebaja del IVA cultural, aplicación de la Ley de Patrimonio, impulso de la vertebración del Estado a través de la Cultura (en el sentido de la cohesión social y de territorios), el reconocimiento de la cultura como pilar básico de educación, la reivindicación del artista como figura central, la promoción coordinada de los artistas nacionales, los incentivos al coleccionismo y un cambio de modelo favorable al mercado del arte.
La regresión valenciana
El informe no está concebido con segmentaciones a partir de las regiones, aunque hay investigadores prácticamente de todo el Estado. Entre las referencias a la Comunitat Valenciana y al gasto público, si hay un gráfico muy revelador. Es el que hace referencia a cómo la región valenciana llegó a alcanzar un cenit de inversión en el año 2000, con un gasto público en Cultura muy superior a la media.
El modelo valenciano es para el informe "el más brutalmente regresivo", aunque coincide con el diagnóstico general: "el cambio de orientación de la política cultural de las comunidades autónomas ha supuesto un aletargamiento, de manera que en estos momentos los recursos básicamente se destinan a la mera supervivencia de la propia administración cultural y al mantenimiento de los equipamientos al ralentí". En el gráfico 8 del documento se puede ver esta comparativa con el gasto en la Comunidad Autónoma Gallega, en la que el impacto ha sido mucho más acolchado en el tiempo. De hecho, es primer punto de partida de la valenciana se podría considerar enmarcado dentro de una época excesivamente expansiva o de pura especulación sobre el gasto cultural.
El enfoque del documento, que es el tercero impulsado por al Fundación Alternativas y -por volumen de investigación- seguramente el más vasto de los científicos para el ámbito, tiene por título Cultura y cambio. El primero, de 2011, se tituló La proyección global y el de 2014, el que ha reflejado hasta la fecha los datos más preocupantes, Salida digital. En palabras de Bustamante, el actual atiende "a las relaciones entre la cultura y el cambio; social y simbólico y no solo político o electoral".
2015: ¿crisis agravada o suelo para la recuperación?
Los investigadores hacen habituales referencias al programa Europa 20/20, el mismo que, como ya ha apuntado el doctor en Economía Aplicada de la Univeristat de València Pau Rausell, advierte de la potencialidad para la Comunitat Valencaina de las industrias culturales y creativas en el contexto global. Como apunta Bustamante, la crisis en España en torno a ellas tiene componentes particulares. Por ejemplo, "la propia transición digital; las vicisitudes de las políticas culturales en estos últimos años, sin olvidar el papel trascendental de los medios masivos de comunicación; y el reflejo de las concepciones de los principales partidos políticos,clásicos o emergentes, en sus programas electorales de 2015".
En España, según las valoraciones del catedrático, "las actividades culturales han sufrido desde 2008 un grave retroceso en términos de mercado y de rentabilidad económica". A este contexto, el informe aporta una infinidad de taos relevantes. Por ejemplo, que según los servicios estadísticos oficiales, entre 2008 y 2013, se han dejado de facturar unos 4.700 millones de euros, se han borrado del mapa más de 4.000 empresas (de 112.643 a108.546) y más de 100.000 empleos culturales estables en esos cinco años (de 591.200 a 483.300).Si los datos generales son interesantes, el detalle pormenorizado deja entrever como el audiovisual y la industria editorial son las dos que mayor recuperación han obtenido desde el informe de 2013.
No obstante, es interesante que en una extensa encuesta realizada a agentes y promotores culturales para el informe, "el momento actual de la creación es valorado positivamente con una subida de la media global del 6,1 al 6,6", apunta Bustamante en su artículo inicial del informe. Y más peculiar todavía, que las actividades "más valoradas por su innovación y por su repercusión internacional son la gastronomía y la moda, cuyas articulaciones con la cultura son, al menos, discutibles". En líneas generales, destaca que un 32,4% de los agentes "confiesa que aumentará su inversión en 2015, pero un 49,3% piensa mantener la misma y un18,2% la bajará".
Internet sigue siendo una esperanza
Ya en el segundo informe impulsado por la Fundación Alternativas se trataba de averiguar si, verdaderamente, el marco digital iba a suponer una tabla de recuperación económica para las industrias culturales. Desde luego, en los informes se da buena cuenta de que han modificado "seriamente los usos culturales de buena parte de la población y aumentando gradualmente el mercado de cultura digital que podría compensar el retroceso de los mercados tradicionales con la apertura de nuevos modelos de negocio". Pero si se habla de negocio en términos totales del negocio de contenidos digitales (que suma contenidos culturales y publicitarios), es sorprendente que la cifra que se derivaba de los negocios de creación de contenidos ha pasado de 9.469 millones de euros en 2009 a 7.660 en 2013 (una bajada del 16,60%), con pérdida de más de 1.800 empresas y unos 25.000 empleos.
La creación de contenidos digitales, con los datos del Informe de la Fundación Orange, se ha sufrido “un retroceso general” en los ingresos totales de esos sectores, desde los 15.191 millones de euros de 2008 a los 10.570 de 2013.