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El interés compuesto o cómo multiplicar la rentabilidad de los ahorros

El interés compuesto -al que Einstein denominó la 'octava maravilla del mundo'- permiten unos "asombrosos resultados a largo plazo, según María Vázquez, consejera delegada de Quadriga Funds

17/02/2017 - 

VALÈNCIA (EP). Los jóvenes españoles gastan casi cuatro veces más de lo que reciben en la paga mensual, según datos del estudio 'Los adolescentes del siglo XXI: Hacia una correcta formación y autonomía en el consumo', elaborado por la plataforma Keepunto.com. En concreto, los jóvenes con edades comprendidas entre los 14 y 24 años reciben de media una paga de 40 euros al mes, sin embargo gastan casi cuatro veces más de lo percibido, en torno a 150€ mensuales.

Además, el informe también pone de manifiesto el escaso interés de esta generación por el ahorro. En este contexto, QuadrigaFunds.es, el primer partnership español de gestores de fondos de inversión independientes gestionados con talento, ha desarrollado unos supuestos en los que muestra cuánto se podría ahorrar si en lugar de destinar esa partida (150€ al mes) a otras acciones la invirtiesen a través de un fondo.

Imaginemos que un joven destina desde los 20 a los 65 años un total de 1.800€ al año (150€ al mes) en una cartera de fondos diversificada. En un primer supuesto, con una rentabilidad del 5% conseguiría tener un ahorro de 306.000€, si el tipo de interés compuesto es del 7% el ahorro ascendería hasta los 556.000€ y, en caso de que el tipo de interés compuesto sea del 9% alcanzaría la cifra de 1.039.000€.

El tipo de interés compuesto a largo plazo es realmente mágico porque permite multiplicar el dinero del inversor”, asegura María Vázquez, consejera delegada de QuadrigaFunds.es. “Esta herramienta supone que los intereses conseguidos cada año se vuelvan a reinvertir y se obtenga una curva exponencial de rentabilidad. En España hace falta una cultura financiera más extensa, y el inversor debe ser consciente de la potencialidad de sus ahorros exigiendo el máximo crecimiento a su dinero”.

Un inversor que invierte al 10%, el doble que otro que lo hace al 5%, consigue después de 50 años tener 10 veces más de capital. Es decir, multiplicando por 2 el tipo de interés, se consigue multiplicar por 10 el capital.

Einstein denominó el interés compuesto como la octava maravilla del mundo. “El físico alemán estaba en lo cierto, los beneficios del interés compuesto pueden no notarse en el corto plazo, pero en un largo plazo a 20, 30 o 40 años, son literalmente asombrosos”, concluye Vázquez.

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