proyecto europeo

El ITC promueve un sistema de piel cerámica que permite refrigerar la envolvente de los edificios

21/07/2018 - 

CASTELLÓ. Con el propósito de incorporar al mercado un nuevo sistema de recubrimiento cerámico que permita refrigerar el envolvente de los edificios, el Instituto de Tecnología Cerámica (ITC) ha comenzado a participar en el desarrollo de #HidroCer, un proyecto europeo coordinado por el grupo de investigación Abio-UPM de la Universidad Politécnica de Madrid,  que cuenta con la financiación del European Institute of Technology-Climate KIC a través de la iniciativa Pathfinder.

#Hidrocer es un sistema que regula la temperatura de la piel de un edificio, mediante el enfriamiento por evaporación pudiendo reducir en más de un 90% la demanda actual de refrigeración en edificios en regiones de clima mediterráneo. 

El grupo de investigación Arquitectura Bioclimática en un entorno sostenible (Abio-UPM) de la UPM y el ITC, ubicado en la Universitat Jaume I de Castellón (UJI) forman el consorcio encargado de llevar la tecnología de laboratorio #HidroCer a un producto de mercado. A través de la financiación obtenida por el EIT-Climate KIC para un proyecto Pathfinder, se analizará su implantación en el mercado, según informan fuentes del instituto castellonense.

Con la reciente publicación de directiva de eficiencia energética UE 2018/844 del 30 de mayo, las emisiones se limitan aún más y se promueve la renovación del parque inmobiliario construido como estrategia clave en esta reducción. Por otro lado, los edificios de nueva planta tienen que ser ya edificios de consumo casi nulo (nZEB). Por tanto, se prevé una creciente demanda de mercado de sistemas que permitan alcanzar la temperatura de confort interior del edificio sin empleo de equipos de climatización. #HidroCer aspira a posicionarse en un momento clave para el sector de la construcción, que está cambiando su modelo de construir.

Este sistema es fácilmente integrable en las fachadas ventiladas actuales, tanto para obra nueva como para rehabilitación. Esta cerámica transpira, evapora y consigue mantener su temperatura superficial muy por debajo de las altas temperaturas exteriores de verano con muy poco consumo de agua, sin ningún otro aporte externo de energía y en tan solo 2,5 centímetros de espesor. Reduciendo la temperatura de la envolvente de los edificios y las emisiones a la atmósfera, se mitiga el efecto isla de calor urbana y se mejora la calidad del aire que se respira en las ciudades, tal como explican los investigadores que promueven su desarrollo.


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