VALÈNCIA. El Institut Valencià d’Art Modern (IVAM) amplía su colección y lo hace poniendo el foco especialmente en la creación contemporánea y en los artistas vinculados al territorio valenciano, bien por ser su lugar de procedencia o bien por ser donde han desarrollado su carrera. Así, LUCE, Nico Munuera, Fermín Jiménez Landa o del dúo de valencianas Patricia Gómez y Mª Jesús González son algunas de las firmas que pasarán a formar parte de la colección del museo, que también crece con algunas firmas históricas del siglo XX de ámbito nacional e internacional, tras aprobarse la adquisición de un conjunto de obras de 19 artistas por un valor global que supera los 800.000 euros.
Fue precisamente el pasado año cuando LUCE (València, 1989) irrumpió en el IVAM con un proyecto que giraba en torno a la exposición Pinazo en el espacio público, una propuesta bien especial pues con ella el artista, conocido por sus intervenciones urbanas y su vinculación con el grafiti, tendía el puente definitivo con las grandes instituciones artísticas. Ahora su obra engrosa la colección del centro con la adquisición de piezas como Vitrina#4, que parte de la observación del trabajo de los operarios que colocan los mupis en la ciudad, o Maquetas, que se centra en crear un espacio a partir de un color.
Fue en 2018 cuando Patricia Gómez (València, 1978) y Mª Jesús González (València, 1978) presentaron en el museo el proyecto específico Hasta cota de afección, una reflexión sobre la memoria del propio centro a partir de prácticas y referencias a la arqueología, un proyecto que mira a los más de 30 años de historia del centro y que ahora pasa a formar parte de la colección. También lo hace la obra Canción de 22o 33′ N 91o 22′ O de Fermín Jiménez Landa (Pamplona, 1979), una instalación realizada gracias a la beca de la Fundación Botín que remite a las coordenadas de la isla Bermeja, en el golfo de México. Alejandro S. Garrido (Madrid, 1986), del que se adquiere una serie de fotografías en color que completa la colección de fotografía contemporánea del IVAM vinculada al contexto urbano; Diego del Pozo (Valladolid, 1974) o Nico Munuera (Lorca, 1974) son otros de los creadores que pasan a engrosar sus fondos.
Teixidor, Miralda y Cualladó
El IVAM también añade a su colección la obra Falla acuática de uno de los artistas conceptuales más destacados del país: Antoni Miralda (Terrassa, 1942), quien recientemente protagonizaba una exposición en València, en el centro de arte Bombas Gens La obra y el título remiten a la popular tradición valenciana de las fallas y, además, para su elaboración Miralda contó con la colaboración del maestro fallero Manolo Martín.
Jordi Teixidor (Valéncia 1941) es un nombre habitual en las salas del museo. El artista ha sido unas de las firmas fundamentales en la historia del museo, que le dedicó en 1997 una importante muestra retrospectiva y en 2022 otra
exposición, Final de partida. Es precisamente el óleo de grandes dimensiones que lleva el mismo nombre, fruto de su inmersión en el universo creativo de Henri Matisse, una de sus principales fuentes de inspiración, el que ahora se suma a la lista de piezas de Teixidor que conserva el museo.
El museo también adquiere un conjunto de 684 polaroids de Gabriel Cualladó (Massanasa, València, 1925 – Madrid, 2003), Premio Nacional de Fotografía en 1992. Estas obras no solo amplían el corpus del artista que ya posee el museo, sino que entran en diálogo con otros creadores que trabajan con la imagen de una forma más experimental.
Entre las piezas adquiridas también destacan obras de creadores históricos internacionales como el alemán Otto Piene (Laasphe, 1928 – Berlín, 2014), fundador junto a Heinz Mack del grupo ZERO, un colectivo fundamental del arte de posguerra europeo. La colección también se amplía con la incorporación de una escultura de Miroslaw Balka (Polonia, 1958), uno de los artistas polacos vivos más destacados y uno de los escultores más relevantes de su generación. Otro ejemplo es la pieza ‘Moduli sfasati’ (1959-60) de Eduarda Emilia Maino (Milán, 1930 - 2004), conocida como Dadamaino, fundamental para comprender la abstracción geométrica y sus derivas en los años sesenta del siglo pasado en Italia.
La adquisición de la obra de Dadamaino ahonda, asimismo, en la inclusión de mujeres artistas en momentos distintos de sus carreras., explican desde el museo. La apuesta del IVAM incluye creadoras imprescindibles dentro de las prácticas con el cuerpo, como Gina Pane (Biarritz, 1939 – París, 1990) o Claudia Pagès (Barcelona, 1990), artistas como Ángela García Codoñer (València, 1944), Andrea Canepa (Lima, 1980) o Belén Rodríguez (Valladolid, 1981) que deconstruyen el trabajo textil como elemento de vinculación a la identidad de lo femenino, y mujeres que trabajan el pensamiento feminista, como Azucena Vieites (Hernani, 1967).