Un hogar para Simone Fattal
El IVAM explora la idea de narración en Suspensión de la incredulidad, la primera exposición en España de la artista
VALÈNCIA. El Institut Valencià d’Art Modern (IVAM) ha comenzado la retirada de las esculturas instaladas en su Pati Obert, cuyo nombre original era jardín de las esculturas y que, por razones obvias, pierde ahora su sentido. El museo valenciano deja su espacio verde sin las obras de arte que en su día fueron el pilar central de su proyecto, que ahora se despide por la puertas de atrás tras no haber cumplido las expectativas. Y es que, si bien en un primer momento se ideó como una suerte de extensión del centro, con la promesa de desarrollar una programación propia para el espacio, el tiempo ha acabado convirtiéndolo en un dolor de cabeza más para la Conselleria de Educación y Cultura.
Son cuatro las obras que allí estaban instaladas -El muro y la palabra, de Victoria Civera; Luna sobre prisma, de Miquel Navarro; La porta de l'Univers, de Andreu Alfaro, y Fragmentos de Vicente Ortí-, piezas que desde esta misma semana están siendo retiradas del jardín del museo como marco de un proyecto mayor. “El IVAM está trabajando con un equipo de arquitectos y paisajistas en la actualización del proyecto de mejora del Pati del IVAM. La intención es que este proyecto se pueda llevar a cabo dentro de este año 2024”, señalaban desde el museo a preguntas de este diario el pasado mes de octubre.
Así, esta misma semana se ha comenzado la retirada de las esculturas allí expuestas como paso previo al desarrollo de un proyecto de paisajismo -diseñado por Creaciones Verdes- que contempla la actuación parcial en el ajardinamiento, movimiento de tierras y la modificación y adecuación de la red de riego en el Pati Obert. Si bien se anunció que estos trabajos se llevarían a cabo antes de final de año, lo cierto es que la conclusión del proyecto definitivo tardará algo más de lo esperado.
“Debido a la orden publicada el 6 de noviembre de adelanto del cierre del presupuesto de la Generalitat para el presente año por las inundaciones de la Dana, la ejecución del proyecto ha sufrido un retraso y se ha aplazado la contratación a inicios de 2025”, explican ahora desde el museo. No obstante, la fecha de retirada de las esculturas se ha mantenido ya que dicho encargo estaba contratado antes del episodio de la riada.
Esta actuación se convierte en el nuevo capítulo de un historia marcada por el conflicto, comenzando por las expropiaciones realizadas para llevar a cabo el proyecto de ampliación del museo del equipo SANAA, después descartado, y terminando por el patio actual, que se abrió a los vecinos en 2019. En este tiempo no solo no ha cumplido las expectativas desde el punto de vista cultural sino que las obras allí instaladas han sufrido varios ataques vandálicos, el último en noviembre, cuando la escultura de la artista Victoria Civera amaneció cubierta de pintadas, todavía a la espera de ser restaurada.
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