Un hogar para Simone Fattal
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VALÈNCIA. Fue a principios de año cuando el Institut Valencià d'Art Modern (IVAM) decidió bajar la persiana la Sala Muralla ‘sine die’, un cierre que dejó al museo con un espacio expositivo menos y que vino motivado por la detección de distintos problemas que obligaban a una actuación sobre el espacio. Una de las alarmas saltó en febrero debido a la previsión de fuertes lluvias y el peligro de filtraciones. Lo que parecía un problema puntual acabó confirmándose como un asunto de mayor calado, obligando a trasladar la exposición Pinazo en el espacio público, la última que ha acogido la sala hasta la fecha. Los problemas de la sala, en cualquier caso, vienen de lejos. Un informe de 2021 ya advertía de que, aunque la estructura general se encuentra en “buen estado”, se habían detectado algunos “pequeños derrumbes localizados” así como grietas que “pueden derivar en rotura de fragmentos y pérdida del material en zonas concretas de la estructura”.
En este contexto, la dirección del centro optó por cerrar la sala al público a la espera de llevar a cabo las pertinentes obras de rehabilitación, un ambicioso proyecto que ahora se pone en marcha con la publicación esta misma semana de la licitación de la obra, un proyecto que cuenta con un presupuesto de 598.429,87 euros (IVA incluido) y que plantea un plazo de seis meses para su ejecución. De esta forma, desde esta misma semana y hasta el próximo 9 de diciembre podrán presentar su oferta las empresas que quieran llevar a cabo los trabajos, un calendario que dibuja una pronta adjudicación y una ejecución que se desarrollaría a lo largo de 2023, año en el que, por tanto, reabriría la sala al público.
La intervención tiene como objetivo la consolidación de los restos arqueológicos de la muralla, la adecuación del espacio de la sala, la mejora del acceso y la puesta en valor del bien patrimonio, unas obras que tienen como base el proyecto de intervención firmado por el despacho El fabricante de Espheras, una cooperativa valenciana de arquitectura especializada en patrimonio, regeneración urbana y vivienda.
Pero, ¿en qué van a consistir los trabajos en la Sala Muralla? El informe firmado por El Fabricante de Espheras apunta a varios puntos que requieren de una actuación inmediata. Entre ellos, en el caso de la muralla, apuntan a la presencia de algunas grietas o fisuras, aunque “no suponen un problema estructural grave”, aunque sí alerta sobre la necesidad de vigilar las fisuras ubicadas en los bordes para que no se produzcan roturas de fragmentos de muro y pérdida de material. El estudio también refleja la presencia de desplomes “significativos” en la cara interior del fragmento de muralla, “que es la que ha perdido más volumen de muro, así como algunas humedades, manchas y ennegrecimientos “puntuales” en la sala.
De esta forma, en el caso de la muralla, el proyecto plantea una intervención desde un criterio de “consolidación conservativa” de la materia, congelando el estado actual de dichos restos. “No se busca recuperar el aspecto original de la materia, sino solucionar los procesos patológicos existentes (respetando la huella del paso del tiempo y de los elementos de carácter histórico) y poner en valor el bien facilitando su interpretación”, reza el texto. Para esta intervención utilizarán técnicas constructivas tradicionales, empleando únicamente materiales compatibles con la preexistencia “para evitar que se produzcan daños inmediatos o por procesos patológicos futuros”. Este proceso servirá, además, como estudio de un elemento que hasta ahora se podía visitar pero que rara vez ha sido objeto de análisis. El proyecto arquitectónico, además, quiere favorecer la visibilidad de la muralla, para lo que se abrirán dos huecos en los muros norte y sur que permitan verla desde el exterior.
Pero la actuación no se va a centrar únicamente en la muralla. "Lo abrupto del acceso, la disposición del espacio y la iluminación actual son susceptibles de mejora, siendo esos los objetivos principales de este proyecto". Así, por lo que respecta al acceso, se modifica para hacerlo completamente accesible mediante una rampa de pendiente inferior al 6% con pasamanos. Las escaleras se eliminarán para colocar unas escaleras rampantes que “dignifiquen el acceso”, planteándose el acceso a la Sala de la Muralla como un “espacio de transición entre ambas zonas” con la incorporación de una cubierta ajardinada que introduzca el elemento vegetal en el espacio urbano. Y es que una de las prioridades del proyecto es iniciar la intervención en el espacio urbano "para conseguir, a largo plazo, favorecer un uso peatonal y mejorar la relación del edificio del IVAM con su entorno".
Otro de los puntos calientes del proyecto es la necesidad de solucionar los problemas de filtraciones en la sala, para lo que se levantará parte del pavimento de la plataforma de acceso y se formarán nuevas pendientes de evacuación del agua de lluvia hacia el exterior. De igual forma se plantean distintas acciones para mejorar los "problemas de accesibilidad" en la Sala Muralla así como una actualización del sistema de iluminación.
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