VALÈNCIA. El Institut Valencià d’Art Modern (IVAM) está de estreno. El nuevo curso ha traído un nuevo (o viejo) servicio al museo. Su cafetería, cerrada hace más de un año, ha vuelto a operar este mes de septiembre, tras una renovación completa que se enmarca dentro del proceso de mejora de las instalaciones del museo. “El proyecto de rehabilitación de la cafetería del IVAM, junto con la nueva tienda, forma parte de una estrategia que pretende recuperar el carácter original del edificio permitiendo introducir nuevos usos”, explican desde el museo. La tienda es otro de los puntos clave, una tienda que ocupará el hueco que dejó la librería Dadá en 2018. Por el momento está pendiente de licitación.
Abre de nuevo la cafetería y lo hace algo cambiada. El proyecto arquitectónico ha abierto los vanos que conectaban el hall con la cafetería, que fueron cegados durante los últimos años, “dando mas permeabilidad a esta zona del edificio e incorporando un sistema de muebles de madera que aportan calidez y permiten alojar la nueva tienda y otros usos complementarios”. En estos nuevos espacios intermedios aparece una gran cortina, que cerrará la cafetería en determinados momentos, y también se ha potenciado la presencia de plantas en la terraza. De igual modo, el mobiliario viene a cargo de firmas valencianas, como Andreu World, Viccarbe, Expormim e Inclass
El camino, eso sí, hasta llegar aquí no ha sido fácil, con una obra marcada por los retrasos. El propio gerente del museo, Sergi Pérez, confesaba en julio –en declaraciones recogidas por Europa Press- que este retraso es consecuencia de "los problemas en la ejecución de las obras y del cumplimiento de los plazos del contrato por parte del contratista". “Llevamos un retraso sustancial pero no es por parte ni responsabilidad ni de la dirección facultativa contratada por el IVAM ni del IVAM, sino que es achacable al contratista como creemos que demostrará el procedimiento", reveló entonces.
Esta apertura se enmarca en el Plan Director de Inversiones del IVAM, un proceso de adecuación mayor que ha pasado por los espacios de trabajo, como oficinas y despachos del museo, que contempla la apertura futura de una tienda, la apertura de la azotea a los visitantes y que también tiene, entre los deberes pendientes, la reforma de la sala de la Muralla, cerrada desde el 28 de febrero.
