VALENCIA. Rita Barberá ha explicado este jueves que “no dimite”, que no da más explicaciones más allá del hecho de que no sabe nada porque su futura imputación está bajo secreto de sumario y que, basándose en las propias normas de su partido “no piensa dimitir hasta tener sentencia firme”.
Con respecto a todo ello, y según ha podido saber Valencia Plaza de fuentes de toda solvencia, el magistrado Víctor Gómez, que instruye la pieza por blanqueo derivada de la ‘operación Taula’, levantará el secreto de sumario de la causa antes de enviar el auto razonado al Tribunal Supremo pidiendo que se investigue a Rita Barberá. Ello evitará tener que poner a varios tribunales de acuerdo sobre las fechas del levantamiento de secreto.
Por tanto, la exalcadesa y su defensa podrán saber, desde un primer momento y tal y como reclamaba este jueves, de qué se les acusa concretamente, es decir, cómo cree el tribunal que hasta ahora ha instruido la causa que cometió el presunto delito de blanqueo y por qué.
Esta pieza separada tiene por el momento y a falta de imputar a dos aforados a 49 personas investigadas. Entre los imputados están todos los concejales de la anterior legislatura y todos los asesores del PP de Valencia excepto cuatro que se negaron a pagar.
De dicha legislatura sólo faltan por ser imputados la exalcaldesa de Valencia y actual senadora Rita Barberá, aforada que debe ser juzgada por el Tribunal Supremo, y el exconcejal y ahora diputado de Les Corts, Miquel Domínguez, que será juzgado por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana.
En la rueda de prensa concedida por la exalcaldesa, Barberá dejó caer, entre otras cosas, que “el sumario sigue secreto” y que eso y teniendo en cuenta las filtraciones, “genera una indefensión totalmente impropia de una democracia parlamentaria”. Es más, la que fuera máxima dirigente del PP de Valencia llegó a decir “que hay que legislar muy seriamente las filtraciones de un sumario”, en clara referencia a cambiar la Constitución y la libertad de información.
En cuanto a todo lo anterior, Rita Barberá no tendrá ningún problema a la hora de defenderse ante el Tribunal Supremo ya que cuando llegue lo que hay contra ella, que no es poco teniendo en cuenta las escuchas telefónicas de las que dispone la UCO, el secreto de sumario ya estará levantado tal y como ella espera y demanda.
El magistrado y el fiscal Anticorrupción prevén levantar el secreto en breve, de hecho se plantean plazos de alrededor de dos semanas, pero además la ley dice que tiene que ser, al menos, diez días antes que la conclusión de la instrucción. Lo lógico según fuentes judiciales es pensar que las partes pidan alguna diligencia, por ejemplo declaraciones de investigados que no quisieron declarar por el secreto, testigos, etc.
Una vez concluida esa parte, ya se podría dictar el auto de transformación a Procedimiento Abreviado, que también llamado de finalización de la instrucción. Si bien, después de ese auto, las partes acusadoras pueden solicitar diligencias complementarias, si las consideran necesarias para formular acusación.
El juez tiene necesariamente que acordarlas si las pide el fiscal. Las de la acusación particular puede acordarlas o no. Las defensas en ese trámite posterior al auto de transformación no pueden pedir diligencias. Y practicadas, se formulan las acusaciones o se pide el sobreseimiento por fiscal y acusación y en el primer caso, auto de juicio oral.