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Su Archivo se hace público por primera vez en CaixaForum

El legado inédito de Berlanga se despliega en València

1/03/2024 - 

VALÈNCIA. El Año Berlanga acabó, oficial e institucionalmente en 2022. Pero faltaba una pieza en todo el puzzle que se formó con la ayuda de Ayuntamiento de València, MuVIM, Generalitat Valenciana, Filmoteca Española y Academia de Cine, entre otras: el Archivo Berlanga. Fue hace un par de años un rumor que estaba escondido, esperando salir; el objeto deseado, el tesoro por descubrir. No fue hasta medio año después del fin de la conmemoración cuando el Ministerio de Cultura anunció su compra por valor de 357.000 euros.

Ayer fue un día importante, casi un anexo al Año Berlanga. La pieza que faltaba se colocaba en el puzzle: una exposición en CaixaForum València en la que, por primera vez, se daba a conocer públicamente el Archivo Berlanga. Se trata de Interior Berlanga, una exposición que estará en el centro cultural hasta el 9 de junio y que supone un hito sobre la divulgación y el estudio del cineasta valenciano más ilustre.

Fue el hijo del director de Plácido, Jose Luis García-Berlanga quien contactó, hasta más de cuatro años, con la Fundación La Caixa para ofrecer el archivo. Se comprometieron entonces con la catalogación y digitalización de todo el legado, más de 27.000 documentos. El comisariado y el estudio de las cajas y cajas que se abrían por primera vez ha estado a cargo de Sol Carnicero y Bernardo Sánchez, estrechos colaboradores de Berlanga y Rafael Azcona. Los dos son los responsables de haber hecho la primera selección de documentos, de abrir la caja del tesoro y enseñar una pequeña muestra. Unos trabajos que han costado 16 meses.

La exposición juega con la escenografía para dividir los diferentes ámbitos de la intimidad de Berlanga. El primer espacio es una reproducción de su despacho y estudio, donde se exponen desde el número de la lotería que jugaba todas las navidades (00001), hasta la carta en la que Chaplin rechazó dirigir un guion suyo, explicando que él solo dirigía guiones propios. Varios paneles interactivos intentan dar una muestra de las correspondencias y amistades del cineasta; mientras que una ventana a lo que sería su casa de campo, da realmente a una selección de películas que le inspiraron y obsesionaron a lo largo de su vida.

Foto: Rober Solsona / Europa Press

El segundo espacio es un aula con pupitres, un reflejo de la España que contó. La España de la censura, la España de la Guerra Civil; y con ella, el Berlanga que se lamenta por no poder contarlo, o el Berlanga de la División Azul, respectivamente. Es la cruz de la cara que siempre mostró. “La mayor aspiración de Berlanga era la de ser un hombre invisible, quería verlo todo desde fuera sin que se le viera a él”, contaba en rueda de prensa Bernardo Sánchez. 

Por eso, precisamente, estos documentos son una ventana inédita al personaje, que incluso están conociendo un poco más los que le compartieron tanto con él. “Cada documento es una tesela que nos faltaba en el jeroglífico de su vida. Cada documento es una incógnita que se ha quedado al descubierto”, añadía Sol Carnicero. El visitante descubre entonces un documento sobre cómo vivió la Guerra Civil, o sus primeras creaciones: poemas que escribió con tan solo 19 años.

El resto de la exposición es el del Berlanga cineasta. El Berlanga que hacía sus storyboards, el Berlanga que planificaba al milímetro el aparente caos que se quedaba en el encuadre. Una reproducción de una sala de cine actúa como núcleo para conocer todas las aristas del creador de algunas de las películas más míticas del cine español del siglo XX. También hay hueco para sus obsesiones, sus supersticiones, y esa conflictiva misoginia que muchas veces se pasó por alto en el Año Berlanga.

“Esto es casi una casa-museo de Berlanga. Mi padre tenía algo parecido a un síndrome de Diógenes y guardó todo, desde sus cuadernos de niño hasta los guiones sin terminar”, explicó su hijo a la prensa. “Cualquier persona que visite esta exposición, además de ver la historia de Berlanga, encontrará un repaso singular a la historia del siglo XX en España y su visión, siempre tomándoselo con humor y con ganas de superar el bache”, añadía Carnicero.

La exposición empieza en València y será itinerante en otros centros de CaixaForum en España. “La muestra es rigurosa desde el punto de vista científico y cuenta con una escenografía espectacular”, valoró ayer Elisa Durán, directora general adjunta de la Fundación La Caixa. La plataforma CaixaForum+ también estrena un cortometraje dirigido por José Luis García-Berlanga, y el mismo prepara un largometraje documental sobre “el Berlanga poliédrico” a partir de su intimidad desvelada en el material inédito de su archivo.

Archivo Berlanga: radiografía del aquí y ahora

Como lágrimas en la lluvia, todo el genuino entusiasmo con el que las instituciones se volcaron con el Año Berlanga, ha ido desapareciendo. El Ministro Miquel Iceta, cuatro meses después de la compra del Archivo Berlanga, a las puertas de las elecciones municipales, hizo el anuncio de que el Archivo descansaría en València. Era, en realidad, una promesa electoral que llevó el PSPV-PSOE en su programa: hacer de La Gallera la sede permanente del legado de Berlanga. Con el cambio de gobierno, la promesa hecha por el Gobierno central no se ha perdido, pero sí enfriado. “Estamos en contacto con el Ministerio de Cultura para buscar un destino”, dice el Ayuntamiento a preguntas de este diario. Pero nada más.

Por otra parte, una de las condiciones de la compra del Archivo era que fuera accesible y abierto a la ciudadanía. La Fundación La Caixa ha colaborado con la Filmoteca Española para la digitalización y catalogación, pero ellos ni acogen colecciones ni tienen la plataforma para materializar eso. “Al pertenecer a las colecciones públicas estatales, el acceso a la documentación en formato físico es ya accesible y libre, con las restricciones que establece la legislación vigente. La publicación online del archivo digitalizado es una de las líneas de trabajo de Filmoteca Española para todos sus fondos”, contesta de manera escueta el Ministerio al ser preguntado por sus planes.

Pero en todo caso, ya hay una plataforma online, abierta, que custodia parte del legado del director: el Berlanga Film Museum, que fue puesto en marcha gracias a Filmoteca Valenciana en 2012. Desde entonces, solo se hizo un lavado de cara y una renovación de contenidos al principio del año conmemorativo, pero a todas luces, es un recurso desaprovechado. ¿Sería esta estructura la ideal para acoger esa digitalización? Subjetivamente hablando, varias voces autorizadas coinciden en que sí. Objetivamente hablando, ni Generalitat ni Ministerio han puesto sobre la mesa esto y no se está trabajando ni en este sentido ni en otro. El suflé de Berlanga parece haberse deshinchado institucionalmente, pero la familia lo tiene claro: quieren que el Archivo sea patrimonio valenciano. Otra cosa clara queda tras la inauguración de la exposición: ¡queda mucho Berlanga por descubrir!

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