VALÈNCIA. El Instituto de Seguros para la Seguridad en las Carreteras (IIHS), uno de los organismos más prestigiosos de Estados Unidos, ha anunciado que el Mazda CX-5 ha conseguido el mejor resultado y ha sido el único vehículo de un total de veinte modelos SUV de tamaño pequeño y medio analizados que ha obtenido la máxima calificación posible tras los últimos tests realizados, en los que se ha incluido una nueva prueba de choque lateral más exigente.
El Mazda CX-5 se convierte en el único modelo SUV de tamaño medio en recibir el reconocimiento de "Bueno", la nota más alta que otorga el IIHS. Nueve de los rivales sometidos a prueba, entre los que figuran modelos de marcas premium europeas, además de otras firmas estadounidenses y asiáticas, han obtenido un “Aceptable”, mientras que otros ocho han logrado la calificación de “Marginal” y dos se han tenido que conformar con la mención de “Pobre”. "El Mazda CX-5 ha obtenido nuestro mejor resultado", afirma el IIHS en su informe en vídeo. "La estructura del vehículo aguantó muy bien durante la prueba, los airbags hicieron un trabajo realmente bueno protegiendo las cabezas de los maniquíes de las pruebas de choque y hubo una intrusión mínima en el habitáculo, lo que significa menor probabilidad de lesiones. Así es como nos gustaría que se comportaran todos los vehículos en el futuro".
"La seguridad es una de las principales prioridades de Mazda, y llevamos mucho tiempo investigando cómo proteger a los ocupantes en los impactos laterales", ha señalado Masaki Ueno, vicepresidente de I+D, diseño y garantía de calidad de Mazda North American Operations (MNAO). "Hemos estudiado los accidentes reales y hemos utilizado la simulación por ordenador para tener en cuenta la estructura de la carrocería y las trayectorias de carga, lo que ha dado como resultado el robusto diseño con que cuenta el Mazda CX-5 desde el modelo lanzado en 2017”.
Se trata de la primera serie de pruebas de vehículos realizada bajo unos nuevos estándares más estrictos, con el objetivo de analizar el efecto de choques de mayor gravedad mediante el uso de una barrera más pesada (1.900 kg frente a la anterior de 1.500 kg) que se mueve a una velocidad más alta (60 km/h frente a 50 km/h). Estos incrementos de peso y velocidad suponen un 82% más de energía en la simulación del impacto producido por el vehículo contrario. La propia barrera también ha sido rediseñada para simular mejor el choque de modelos SUV o pickups actuales contra las puertas y el pilar B de un vehículo.
Mazda suma así un nuevo reconocimiento en materia de seguridad dentro del IIHS. El pasado mes de marzo, esta organización otorgó por segundo año consecutivo el premio TOP SAFETY PICK+ 2021, el galardón de máxima categoría, a todos los vehículos de Mazda sometidos a prueba. Entre ellos figuran el Mazda3 con carrocería 5 puertas y Sedán, el Mazda6, el Mazda CX-3, el Mazda CX-30, el Mazda CX-5 y el Mazda CX-9. La marca de Hiroshima se afianza como líder indiscutible de la industria en este capítulo, ya que acumula más premios TOP SAFETY PICK+ que ningún otro fabricante.
El próximo mes de enero llegará a Europa el Mazda CX-5 2022, un modelo que mejora en seguridad al analizado por el IIHS. Incluye una gama ampliada de sistemas de seguridad i-Activsense, entre los que destacan el Asistente de tráfico y crucero (CTS), que ayuda a reducir el cansancio del conductor en los atascos asistiendo las operaciones del pedal y la dirección, y unos Faros Smart Full LED adaptativos (ALH) mejorados, que proporcionan un control más preciso de la distribución de la luz. La Skyactiv-Vehicle Architecture de nueva generación de Mazda es otra de las características que mejoran la seguridad y el confort del CX-5 de 2022. El próximo modelo también incorporará el sistema Mazda intelligent Drive (Mi-Drive), una nueva tecnología que permite seleccionar diferentes modos de conducción con solo pulsar un botón. Por lo demás, Mazda añade una serie de mejoras de diseño y confort al premiado SUV compacto, que representa el 21% de las ventas europeas de la marca japonesa.
El IIHS es una organización independiente de pruebas de seguridad, de carácter no gubernamental, financiada por la industria aseguradora estadounidense.