El mural de Escif contra la explotación infantil desaparecerá a final de mes

VALÈNCIA. Al mural de Escif ubicado frente a Primark que denuncia la explotación infantil le quedan días de vida. El acuerdo al que llegó la empresa que lo promovió y Patrimonio caduca, pese a haber estado este último año ya de prórroga. La pared tendrá que quedar antes del 30 de enero, según ha podido saber este diario.

Aunque en un primer momento, grupos de la oposición han relacionado la pérdida de esta intervención icónica en el centro de València con un acto de censura, nada más lejos de la realidad. La explicación está en su origen: el mural fue un encargo de Estrela Audiovisual a Escif para grabar el proceso como parte de su documental sobre el Equipo Crónica, Arte de trinchera. La producción está pendiente de estrenarse en festivales y televisiones en los próximos meses.

El lugar donde se ubica, declarado Bien de Interés Cultural, comportó un importante papeleo y muchas gestiones y condiciones particulares, según explica a Culturplaza la productora. El acuerdo final con Patrimonio, firmado antes de realizar el mural en enero de 2022, ya establecía que, un año después, la productora tenía que dejar la pared como la encontró o hacerse cargo de futuras rehabilitaciones, una opción que en ningún momento se contempló.

En enero de 2023, Estrela Audiovisual pidió una prórroga de un año, que Patrimonio le concedió. Ahora, por imperativo legal, la empresa no tiene más opción que borrarla. El mural ganó el primer premi d’Arts Visuals otorgado per El Temps de les Arts y forma parte del paisaje urbano del pasaje Doctor Serra.

La oposición pide que se "indulte" la obra

La noticia ha saltado hoy a través de la resolución del Ayuntamiento en la que autoriza la ocupación del espacio público a la empresa para poder llevar a cabo la tarea del repintado de la pared. La oposición pide, ahora, que el Ayuntamiento entienda el valor patrimonial de este mural y lo proteja.

Sandra Gómez, portavoz del PSPV-PSOE en el Ayuntamiento de València, así lo ha manifestado: “Tenemos que poner las cosas fáciles a los artistas y a las expresiones de arte urbana que además compartimos la inmensa mayoría de la sociedad valenciana. València no puede permitirse borrar un mural que denuncia la explotación de la mano infantil y es obra de uno de sus artistas urbanos más reconocidos”. Por eso, desde el grupo socialista emplazan al gobierno de Catalá “indulte esta obra y la proteja”. Sandra Gómez ha anunciado que los socialistas van a presentar una moción para que el mural del pasaje doctor Serra pueda mantenerse.

Desde Compromís, Pere Fuset, también insta al Ayuntamiento a que se impliquen para que no desaparezca el mural: "Sabemos que la productora que en su día impulsó su elaboración ha solicitado ahora permisos de vía pública para proceder al repintado de blanco del muro con el único objetivo de cumplir con las condiciones del permiso obtenido. Sabemos también de la buena predisposición del propio autor para su mantenimiento futuro si fuera necesario. Y creemos que la obra, que denuncia la explotación laboral infantil de determinada industria textil, debería ser catalogada junto otras importantes obras del arte urbano de la ciudad para adoptar medidas de protección”. Y ha añadido: “Desde Compromís creemos que para evitar que situaciones de riesgo como esta se puedan repetir en el futuro sería positivo establecer un gran catálogo del arte urbano en València a partir del iniciado por la Capitalitat del Disseny, con el que poder adoptar medidas de protección para algunas de las obras más relevantes, que aunque constituyan arte efímero, pueden tener una duración mayor por su interés y relevancia artística".

Se da la casualidad que el pasaje Doctor Serra está pendiente de una remodelación que promovió la Diputación de València en 2018. El muro que toca ser repintado, tiene previsto ser demolido en esa remodelación. "Si se mantiene, podría extraerse", lanzan fuentes de la oposición en el Ayuntamiento.

Hace apenas unas semanas, también se hacía pública la sustitución de otro mural icónico de Escif, en este caso ubicado en la Escuela de Arte y Diseño Barreira de València. El gran móvil que rezaba "La vida es otra cosa" era tapado con una acción publicitaria de Netflix.