VALÈNCIA. El Museu de Belles Arts de València (Mubav) ha impulsado desde hace algo más de un año una gran reordenación de su discurso expositivo con la apertura de distintas salas de colección permanente, una actuación centrada principalmente en el conocido como Edificio Pérez Castiel, dedicado al periodo de los siglos XIX y XX, una reordenación que más adelante salpicará al resto de la pinacoteca. Una de las salas que abrió sus puertas en este tiempo fue la dedicada a mujeres artistas, que se inauguró en marzo de 2022 con el objetivo de “reivindicar el talento femenino que durante siglos ha sido ocultado”, un proyecto que se definió entonces como una “obligación” del museo y que ahora ha sido suprimido de centro.
Pero, ¿por qué? Desde el centro entienden que el proyecto ha cumplido su objetivo, el de poner el foco en algunos de los nombres propios de mujeres artistas que forman parte de la colección del museo. Ahora se ha optado por eliminar la sala para integrar algunas de las obras que incluía en el discurso global de la pinacoteca, en este caso cada una en el periodo que le corresponde, pero sin espacio propio. Este cambio se ha efectuado durante la organización de las nuevas salas dedicadas al retrato y al paisaje en la pintura del siglo XIX y principios del XX, que abrieron sus puertas al público este mismo viernes. Precisamente a estas nuevas salas se ha trasladado una de las piezas que protagonizaban la exposición de mujeres artistas, en este caso Chula, de María Sorolla, una pieza que siempre ha estado expuesta al público en el centro desde que fue donada en 1957.
El lugar que desde 2022 ocupaba la sala pintura y escultura realizada por mujeres está ocupado ahora por ocho bustos de Mariano Benlliure que completarían la colección que ya presentaba la galería de escultura. Además de la pieza de María Sorolla, también ha encontrado acomodo La matanza de los inocentes, una obra de Rosario de Velasco que reproduce el pasaje bíblico de la degollación de los inocentes ordenada por Herodes, del que se sirve para “elaborar una obra de claro contenido político realizada con el fin de movilizar a la sociedad”. Otra de las piezas que formarán parte del discurso del museo con los retratos de Manuela Ballester o Cestillo de flores en un paisaje de la italiana Margarita Caffi, perteneciente a la colección Lladró, que se integrará en el museo cuando se comience el proceso de remodelación de las salas del barroco.
Aumentar la presencia femenina en los museos es una de las grandes cuentas pendientes de las instituciones culturales, no solo valencianas. Recientemente, de hecho, se presentaba el estudio 'En manos de mujeres', elaborado por el Instituto de Arte Contemporáneo (IAC), que constataba que la presencia de obra femenina en galerías de arte y museos tan solo era del 30% frente al 70% de presencia de hombres. Los datos, en cualquier caso, siempre son muchos más generosos en el ámbito del arte contemporáneo, una cifra que cae de manera drástica en los museos clásicos por las propias dinámicas sociales y de la Historia del Arte. Así, por ejemplo, si la presencia de mujeres en la colección del Institut Valencià d'Art Modern (IVAM) se sitúa por debajo del 20%, en el caso del Mubav pasa a ser anecdótica, suponiendo apenas dos decenas de piezas de una colección de más de 3.000 obras. Fue, con la mirada puesta en estos datos, que abrió sus puertas la mencionada sala y, también, se impulsaron proyectos como la exposición temporal Hacia poéticas de género. Mujeres artistas en España: 1804-1939, un proyecto realizado en colaboración con un Consorci de Museus.