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programación expositiva 2022

El Museu de Belles Arts se ancla al presente para poner en valor su colección

10/12/2021 - 

VALÈNCIA. El Museu de Belles Arts de València ha encontrado una manera de poner en valor la colección que tiene a través de las exposiciones temporales: hablar de ella desde el 2022. La programación expositiva del año que viene se relaciona con discursos contemporáneos sin olvidar el contexto propio de las obras de las que se dispone y abraza la tendencia de encarar las exposiciones de una manera más transversal a través de la temática, y a la contra de destacar un nombre o una época determinada. La perspectiva de género, el diseño o el papel de la imagen-retrato son los temas a tratar, una mirada al pasado que no juzga pero que sí quiere tener un espíritu crítico. También una reparación.

En este sentido, destaca la propuesta Hacia poéticas de género: mujeres artistas en España (1804-1939), una producción del Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana y el Museo de Zaragoza, que busca reequilibrar el protagonismo masculino de las colecciones, poniendo en valor obras ocultas. Para esta muestra se están recuperando y restaurando algunas obras ad hoc por parte del departamento de restauración del Mubav y el IVCR+i. “El volumen de obras de mujeres en las colecciones es el que es, y seguirá siéndolo por las propias dinámicas de aquellas épocas. ¿Qué podemos hacer? Poner en valor lo que tenemos y dónde las podemos encontrar, en el final del siglo XIX y principios del XX”, explicaba Pablo González Tornel, director del museo.

En este sentido, ha anunciado su intención de que la perspectiva de género no se quede en una exposición temporal, sino que el museo emprende un camino para integrarla en diferentes acciones: “Estamos tardando porque el género se puede tratar muy mal porque implica mucho. Las cosas que se quieren hacer bien, son lentas”. En este sentido, este diario ya ha hablado de algunas intenciones del director, como es el de revisar las cartelas y destacar las pocas obras de mujeres de las que dispone la colección, menos de 10 de un total de 3.000 piezas.

María Sorolla, la hija del pintor que demostró un potencial notable y que no desarrolló finalmente su carrera, o los dibujos de algunas alumnas de la Real Academia de San Carlos, conformarán esta exposición, que está comisariada por Concha Lomba, Jaime Brihuega, Rafael Gil y Magdalena Illán, y que se podrá ver desde el 30 de junio hasta el 18 de septiembre.

Por otra parte, la gran apuesta del museo será una exposición otoñal comisariada por el propio González Tornel bajo el título Ánima: pintar el rostro y el alma, en el que el museo hará una retrospectiva del retrato como dispositivo para generar memoria más allá de la vida. 90 piezas conformarán esta exposición (la más ambiciosa de la temporada), en la que será una lectura de las dinámicas que tenía la burguesía principalmente para perdurar a través del arte en la época del selfie y el retrato instantáneo. Una revisión de esa captura del alma que es la representación y que el Museo puede explicar desde su propia colección. “Encontramos dinámicas como la estrategia de asociación, la gente pensaba que si se retrataba con su familia o con su gremio, tendría más posibilidades de ser recordado”, ejemplificó ayer González Tornel. La muestra se podrá a partir de octubre y ocupará las dos salas de exposiciones temporales hasta febrero de 2023.

2022 será sinónimo de diseño en València y el Belles Arts no quiere ser menos. Su contribución será una exposición temporal de pequeño formato en la Sala Ribalta dedicado al diseño floral de seda. Una tradición que marca industria y culturalmente a la Comunitat Valenciana y que el museo quiere destacar: “La Real Academia de San Carlos era la única de España que tenía un aula dedicada exclusivamente a las flores y ornatos para formar pintores que trabajaran para la industria sedera. Esto es inédito, fuimos punteros y una referencia”. La exposición combinará diferentes formatos: por un lado, indumentaria original; por otro, dibujos sacados del aula de la Real Academia; y por último, cuadros donde se vean representados esas mismas piezas textiles. Una perspectiva poliédrica para entender la dimensión cultural diseño floral textil, uno de los orígenes que explican mejor el potencial del diseño valenciano, que brillará el año que viene con la capitalidad. La muestra se podrá ver desde el 16 de junio y hasta el 11 de septiembre.

Finalmente, en la línea que se ha seguido estos últimos años en colaboración con el Consorci de Museus, el Museu de Belles Arts dedicará una de sus cuatro muestras a un artista en el olvido. En esta ocasión será el alicantino José Aparicio Inglada, que estudió en San Carlos, pero también en la Real Academia de San Fernando en Madrid, y siguió formándose en París y Roma con algunos de los artistas más vanguardistas de finales del siglo XVIII. El artista volvió a España y se vinculó a Fernando VII. “Siendo uno de los monarcas menos queridos y recordados, Inglada también cayó en el olvido”, ha matizado González Tornel, que ha querido resaltar su valor artístico. Esta será la primera muestra que se le dedica y será un ejercicio para entender el papel del arte en la Restauración Absolutista. Pilar Tébar es la comisaria de la que será la exposición que abra el año, inaugurándose el 24 de febrero.

Hacia el museo del siglo XXI

Las exposiciones temporales son tan solo una de las herramientas que tiene el museo para cumplir su función social, pero ¿qué más se puede hacer? González Tornel pone el acento en la necesidad de “centrarse en la colección propia”, pero los almacenes siguen ahí. “Un museo necesita tener los almacenes llenos para tener banquillo y rehacer su discruso expositivo cuando sea preciso y lo pida el contexto. También para hacer tejer colaboraciones y relación con otras instituciones artísticas y que crezca el prestigio más allá de los muros del museo”, explicaba en la rueda de prensa.

Las exposiciones temporales suelen ir acompañadas de la puesta a punto e incluso la restauración de algunas obras que han permanecido guardadas durante muchísimo tiempo. Pero el director del Belles Arts apunta a que a medio plazo se ha de plantear una campaña para digitalizar los fondos y poner en valor a través de internet los fondos de la institución.

Por otra parte, el museo quiere estar a la altura de los retos que plantea el debate sobre el papel de los museos en el siglo XXI. Una exposición que analice y le hable el presente en vez de un muestrario de grandes obras, ese es el camino que parece marcar González Tornel. Con consciencia de la colección de la que se dispone, pero también buscando entender el presente, anclarse a un tiempo en movimiento, en vez de a unos paradigmas que ya han caducado.

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