VALÈNCIA. El Plan Especial del Cabanyal (PEC) ya da sus últimos pasos. El próximo lunes irá a comisión de Urbanismo en el Ayuntamiento de València, y más tarde pasará por el pleno para que la Conselleria del ramo de su visto bueno. La concejalía de Desarrollo Urbano ya tiene lista la que parece será la última modificación de calado. Este miércoles la edil Sandra Gómez lo expuso a los medios de comunicación y, entre otras novedades, se encuentra la reformulación del suculento del del PAI de Eugenia Viñes.
Un reseñable cambio de disposición en los edificios proyectados y la recuperación de las villas de la calle Eugenia Viñes son los cambios a destacar en esta área, cuyo reestudio fue "complejo y complicado", según Gómez, dado que se trata de un espacio muy próximo a la marina y a la playa con "la edificabilidad más alta de València".
Se trata de un ámbito que, pese a contar con una ubicación muy atractiva, situado justo frente al Hotel Las Arenas, llevaba años atascado a nivel burocrático. Ahora, su desarrollo requerirá de que el plan acabe aprobándose y los principales propietarios decidan retomar el proyecto. Entre ellos, según constató este diario hace un año, se encuentran Sareb y Banco Sabadell, entidades herederas de créditos impagados por antiguos dueños del suelo. Ahora bien, el nuevo planeamiento de este PAI -el otrora PAI de las Piscinas- es bastante distinto al que se había puesto sobre plano en los primeros albores del PEC.
Como se puede apreciar, el espacio se reconfigurará abriendo una suerte de corredor verde por el centro, dejando a un lado el edificio hotelero (zona azul) -de hasta quince plantas- y los equipamientos de las piscinas (zona naranja). Y con ellos se alinearan cuatro edificios residenciales, organizados en disposición perpendicular al mar con el propósito de no actuar de pantalla ante la playa y permitir el paso de las brisas. En este caso, podrán alcanzar las cinco alturas -baja más cuatro-.
Al otro lado, en la parte más próxima al mar, quedarán otros edificios residenciales, pero de una característica peculiar. En esta hilera de pastillas, divididas por pequeños pasos conectados con el corredor, se organizaran edificaciones con la tipología de las villas. Como recordó Gómez, antes de que el desarrollismo llegara al barrio marítimo, la fachada recayente a la calle Eugenia Viñas estaba formada por villas de entre tres y cinco alturas. Una tipología muy característica de esta zona costera que ahora se va a intentar recuperar.
Pocas de aquellas villas quedan ya en pie. Sólo las más próximas al hotel Las Arenas, entre las cuales se encuentra la de Demetrio Ribes. En este espacio, las nuevas edificaciones de esta tipología tendrán hasta cuatro alturas -planta baja más tres pisos-, mientras que las más alejadas de esta zona, calle abajo, podrán tener un piso más. Para todas ellas, eso sí, se les ha reservado un espacio para una balconada propia de estas casas, así como un espacio entre ellas y la acera de zonas de plantas.
Todo ello se ha proyectado a partir de un estudio de la Universitat Politécnica de València que tenía la empresa municipal Aumsa y que ha logrado, según la edil de Urbanismo, "hacer de la necesidad virtud". "Se ha recuperado la antigua alineación de las villas de la franja marítima", una solución con la que dijo estar satisfecha, dado que además, "ampliamos la zona verde y le damos mejor conexión", ha planteado, además de resaltar que frente a las construcciones se dejará también zona verde.
Otra novedad, y que si bien parece una cuestión mayor, para algunos pequeños propietarios de este PAI es de relevancia. Como había publicado este diario, estos pequeños dueños habían lanzado sus quejas dado que sus viviendas habían sido insertadas en este PAI pese a "no tener nada que ver con él", decían, lo que les obligaba a financiar parte de la urbanización de estas unidades de ejecución, algo que consideraban injusto. Pues bien, finalmente, el área de Urbanismo ha respondido a las reivindicaciones, según aseguró Gómez, para excluirles de esta obligación. Entre los vecinos aseguraron estar muy satisfechos con este cambio de postura.
Según el documento de respuesta a las últimas alegaciones, este PAI sumará vivienda pública y dotacional, entre los edificos contemplados. Se ha hecho un cambio técnico en este entorno para que las unidades de ejecución sean discontinuas y así puedan acoger más viviendas de este tipo. De modo que se contemplan hasta 95 viviendas de protección pública y otras 96 dotacionales. Explican fuentes municipales que estas viviendas se traspasan de otras zonas del barrio y se concentrarán aquí, por lo que el número total de nuevas viviendas en el barrio no varía en demasía.
El hotel del Cabanyal no se elimina. Se queda. La edil de Desarrollo Urbano señaló que con él se podrán obtener unos ocho millones de euros para financiar el Plan del Cabanyal, que se trata de un plan "autofinanciado", dado que lo que se gana se reinvierte en el barrio, de modo que el consistorio no ha de desembolsar más dinero del que recibe. Sobre el hotel, la edil sí quiso precisar que deberá someterse a "un estudio morfológico y paisajístico", que "ahí no se podrá hacer cualquier cosa" y que el Ayuntamiento será el que dé el visto bueno para evitar que cualquier proyecto pueda llevarse a cabo sin un mínimo de sentido con su entorno. Se espera que el plan pueda desarrollarse pasados entre 12 y 16 años.
Atendiendo a las alegaciones vecinales, dijo la edil, el PEC proyecta hasta tres itinerarios peatonales que vertebran el barrio de norte a sur para "recuperar espacio verde y peatonal". Como había avanzado Valencia Plaza, uno es el Paseo Marítimo; otro es el eje interior de la calle San Pedro; y el tercero, paralelo y entre los dos anteriores, es el de la llamada vía verde, donde se insertaría el corredor central del PAI de Eugenia Viñes.
Este itinerario transcurre a lo largo del antiguo trazado del 'trenet', y cuyo pavimento de adoquín de rodeno se ha incluido dentro del Catálogo de Protección. Se da respuesta de alguna manera a la propuesta vecinal que se había presentado precisamente bajo el nombre 'Vía Verde' y que pretendía coser el barrio a través de un corredor verde similar.
La idea final se trata, pues, de un itinerario peatonal por el interior del barrio que lo vertebrará desde el Parque de La Remonta hasta las Atarazanas. Y contará con el mantenimiento de los huertos urbanos que hasta ahora ha gestionado la asociación Cabanyal Horta. La imagen inferior resalta los tres ejes peatonales.
Gómez aseguró que esta propuesta "intensifica la protección del barrio y busca recuperar la tipología de las viviendas tradicionales y la idiosincrasia del Cabanyal", así como "recuperar historia perdida de la ciudad como la de la franja marítima". Igualmente, destacó que el PEC "incrementa el ámbito de protección" de esta zona de València, "reduce las alturas" para nuevas construcciones y aspira a "reconstruir y recuperar todo lo que se destruyó y fue degradado" con "la anterior administración" del PP.
Por lo que respecta a la reducción de alturas, se ha establecido que "la máxima" sea en general planta baja más dos alturas aunque en los puntos en los que sea menor se fijará en planta baja y una altura. "Al bajar alturas, se recupera la tipología de los edificios del Cabanyal-Canyamelar" y su "identidad urbana", expuso Gómez.
Una de las unidades de ejecución a resolver, también integrada en esta vía verde mencionada, es la de los Bloques Portuarios, emplazados justo al lado de Cabanyal Horta. La solución que ha dado el Ayuntamiento es que el edificio actual de los Bloques sea derruido y sustituido por otro de 144 viviendas, que quedarían todas ellas para el parque público en el barrio, y se pretenden dedicar a alquiler asequible. Serán, concretamente, dos manzanas con la tipología típica del barrio y con patios traseros.
De esta manera, según Gómez, se cierra "una de las cuestiones más importantes que teníamos pendientes en el Plan del Cabanyal-Canyamelar", que era la huella final de los Bloques Portuarios y la necesidad de tomar una decisión urgente sobre este edificio que tantos dolores de cabeza ha generado en la administración, al ser uno de los símbolos de la degradación del barrio y al conjugarse allí propietarios privados con hasta tres propietarios públicos de viviendas: de las 168 viviendas de los Bloques, 77 son públicas -36 de la Generalitat, 7 del Ayuntamiento, y 34 de Plan Cabanyal-.
Por su parte, los propietarios privados de los Bloques -que se estiman en unos 91- tendrán la oportunidad de trasladarse a un edificio de nueva planta en la calle Astilleros, cerca de su ubicación actual. Este edificio contará con un centenar de viviendas, por los que aquellas que no sean de propiedad privada, quedarán en manos de la administración pública.
Sobre las viviendas turísticas recordó que atendiendo a las peticiones vecinales, el porcentaje del 40% previsto inicialmente se ha bajado a un 10% "en todo el PEC". "Es la restricción más dura de toda València" en cuanto al número de este tipo de inmuebles, aseveró la edil, quedijo que esto también "evitará que se pierda el sentido de barrio, de vecindad, que se disparen los precios y la turistificación".