VALÈNCIA. Se continúan conociendo más detalles de la ponencia política del congreso local del PP en València ciudad, que tendrá lugar el próximo 10 de julio. El documento recoge en términos generales el planteamiento de ciudad y de ayuntamiento para los populares, liderados por María José Català. En él se recogen varios apartados sobre finanzas consistoriales, entre los cuales se contemplan rebajas fiscales de hasta el 95% para empresas y la reducción de los servicios prestados directamente por el consistorio -mediante externalizaciones-, así como la intención de recortar el llamado gasto superfluo en el Ayuntamiento.
"Debemos apostar por una bajada de impuestos que repercuta de forma positiva en los vecinos y las familias", recoge la ponencia a la que ha tenido acceso este diario. Se considera fundamental, en este sentido apostar por una fiscalidad "atractiva" para la actividad económica con la bonificación al 95% de los dos impuestos más significativos del Ayuntamiento: el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) y el Impuesto de Actividades Económicas (IAE), para "incentivar el establecimiento de actividades y la realización de inversiones en nuestra ciudad.
Se trataría de un plan a implantar durante los dos primeros años y esta rebaja estaría condicionada a la creación y el mantenimiento del empleo. El resto de impuestos municipales, gravámenes y tasas locales, continúa, "deben tener los suficientes beneficios fiscales para estimular la propagación de negocios y empresas". Con ello se quiere conseguir un "dinamismo empresarial", que iría acompañado de un plan de "eficiencia en el gasto público".
En esta línea, los populares plantean evitar "el gasto superfluo" para alcanzar el "saneamiento" de las arcas municipales y sorteando lo que el PP califica de una "espiral" provocada por "las políticas de izquierdas de aumento del gasto, déficit, deuda, paro y pobreza". Algo que, a la larga, redundaría en una mejora de los ingresos y la sostenibilidad de las finanzas locales.
Asimismo, se apunta hacia la externalización de algunos servicios municipales, lo que además de reducir la administración, repercutiría en una mejora en agilidad y eficiencia. Habla concretamente, como un ejemplo, del servicio de la tramitación de licencias, que según los populares ha de externalizarse, mediante la colaboración público-privada, para aligerar los trámites y dar "certidumbre económica" a las inversiones y el emprendimiento.
Según explicó Català este miércoles, la voluntad es "crear una administración más ágil, que externalice algunos servicios, con un Ayuntamiento menos pesado y más eficiente para el ciudadano". En esa línea, se propone una suerte de 'ventanilla única' de atención consistorial dedicada exclusivamente a los trámites administrativos relacionados con la iniciativa empresarial, "evitando la burocracia" y con el compromiso de sacar adelante las autorizaciones y permisos en un máximo de 10 días. "Si al atractivo económico le unimos las bondades que por sí misma tiene València [...], la convertiría en un referente", sentencia.
En cuanto a la innovación, el PP pretende utilizar la tecnología para que el consistorio se relacione mejor con la ciudadanía, mejorar los servicios y hacerlos más eficientes, por lo que València debe convertirse "en un gran laboratorio urbano de innovación", con espacios concretos que puedan servir de sandbox para que empresas, institutos y centros de investigación y universidades puedan acercar la innovación y la tecnología a la ciudadanía. Además, la ponencia plantea la necesidad de promover hubs mediante la colaboración público-privada para atraer talento y conocimiento.
Cabría, señalan, empezar por la propia administración: activar la demanda de innovación mediante la Compra Pública Innovadora, un instrumento contemplado en la normativa que facilita la prueba de tecnologías en los servicios municipales. En esta línea se pretende incluir cláusulas de innovación en todas las licitaciones públicas, y en otro orden de cosas, impulsar un 'lobby' en Bruselas con el apoyo institucional necesario para empresas y entidades para conseguir traer recursos al Cap i Casal, y mejorar las conexiones de la ciudad con el resto de Europa para fomentar la inversión.
Asimismo, para facilitar el emprendimiento, las propuestas del PP pasan, por ejemplo, por una ventanilla digital ágil que permita ejecutar la mayoría de tramites relacionados con la creación de una empresa. Pero el plan requeriría no sólo crear un ecosistema favorable, sino ir más allá y trabajar en la cultura del emprendimiento, "potenciando la figura de los emrpendedores como modelo de comportamiento".
En el ámbito del turismo, la ponencia resalta todas las fortalezas que ostenta la ciudad, si bien propone nuevas vías para ampliar los horizontes del sector. La idea es trabajar en la marca Valencia mediante el llamado 'city marketing'. Esta marca debe estar ligada, sostienen, a valores y cualidades que, además, servirán para atraer negocios e inversión. "Fundamental" es, en este sentido, personalizar el producto turístico a los turistas más exigentes.
Otro de los aspectos que resaltan los populares en este punto es la necesidad de cmainar hacia el llamado turismo 'tech' de calidad, explotando todas las posibilidades que ofrece la digitalización y los nuevos modos de relacionarse mediante la red. Así, prosiguen, se podría conseguir presentar la ciudad como una "acogida alternativa a las grandes capitales europeas tecnológicas".