La búsqueda de una independiente deja a Císcar y a Ábalos en el alambre, puesto que quien ocupe el número cuatro será sufridor
VALENCIA. El PSPV se enfrenta a las elecciones generales con un dilema importante relacionado con las candidaturas al Congreso, especialmente en la provincia de Valencia. La filosofía del presidente de la Generalitat y líder del partido, Ximo Puig, es clara: la iniciativa de promover como cabezas de lista a independientes está vista con buenos ojos por el mismísimo Pedro Sánchez. Es decir, buscar referentes de la sociedad civil sin carné socialista es una prioridad para el secretario general de los socialistas valencianos.
Esto, como ya ocurrió en los comicios autonómicos, genera cierta conflictividad orgánica. Más aún cuando los puestos cabeceros amenazan con reducirse: si el PSPV-PSOE sacó cuatro diputados en la circunscripción de Valencia en 2011, ahora el máximo se sitúa en esa cifra o, incluso, podría reducirse a tres en esta convocatoria por la amenaza creciente de Compromís o, peor aún, si se produjera el pacto de la coalición con Podemos, algo todavía por dirimir.
Con estos mimbres, y contando con que los socialistas valencianos impusieron tiempo atrás su filosofía de las listas cremallera (hombre-mujer o viceversa), las posibilidades de encontrar hueco en las candidaturas se han estrechado peligrosamente incluso para ‘pesos pesados’ del partido. Es el caso del histórico Ciprià Císcar, número dos en 2011, o del secretario general provincial, José Luis Ábalos, en el puesto tres en aquellos comicios.
Esta, sin duda, y así lo aseguran fuentes socialistas, es la principal batalla que debe decidirse en las próximas semanas. Concretamente, a primeros de octubre, se espera un Comité Ejecutivo Nacional del PSPV en el se hará pública la propuesta de candidatura para el Congreso de los Diputados y en el que también podrían acometerse cambios en la dirección socialista. Con cuatro puestos por decidir y con la premisa de que el primer lugar sea para una mujer no militante del PSPV, se entiende que uno de los dos dirigentes de solera del partido pasará a ocupar el número cuatro de la lista: o lo que es lo mismo, un puesto que no garantiza la entrada en el Congreso.
Por si esta fuente de conflicto fuera poca, tampoco la lista al Senado por Valencia está clara. En los mentideros socialistas viene repitiéndose el nombre del ex secretario general del PSPV Jorge Alarte como una de las personas a figurar, ya sea en la cámara alta o baja. Dada la pugna existente en el Congreso, no son pocos los que ven que Alarte podría encontrar su sitio en el Senado desplazando a Carmen Alborch.
Ahora bien, recogiendo los resultados que cosechó el PSPV en las elecciones autonómicas, las previsiones no son halagüeñas. Los socialistas valencianos, en la convocatoria de mayo, estuvieron por debajo de Compromís en número de votos en la elección autonómica. Si bien es cierto que en los comicios locales el PSPV superó a la formación que lidera Mónica Oltra, hay discrepancias sobre si ese voto municipal se trasladará también a Pedro Sánchez.
De no ser así, podría darse la circunstancia de que el PP consiguiera mantener los tres senadores que ahora ostenta y que los socialistas valencianos perdieran el parlamentario que consiguieron a favor de Compromís o, de la confluencia que conformen con Podemos. Una circunstancia que sería un duro golpe para la dirección del PSPV así como para la persona que encabece la citada candidatura.