VALÈNCIA. Los dos socios del Gobierno valenciano vuelven a mirarse con desconfianza. La relación personal entre el presidente de la Generalitat, Ximo Puig (PSPV), y la 'número dos' del Ejecutivo, Mónica Oltra (Compromís), continúa siendo buena, pero ello no significa que las consellerias de ambos bandos no tengan sus conflictos que resolver.
En los últimos días, la tensión se ha elevado varios grados entre la cartera de Sanidad que dirige la socialista Carmen Montón y el departamento de Transparencia que lidera Manuel Alcaraz, muy próximo a Oltra. El motivo del conflicto, tal y como publicó El Mundo, es que el subsecretario de Sanidad omitió en su currículum que trabajó en el sector privado y, principalmente, que alquiló además una clínica que tenía en Paterna antes de acceder al Consell a un grupo que trabaja para la conselleria.
Unos aspectos que desde Sanidad se han rechazado, explicando que el establecimiento fue alquilado a un grupo oftalmológico que no tiene relación con el departamento aunque, a su vez, es cierto que está asociado a Asisa, que sí es una de las empresas que trabaja con la Generalitat.
En esta línea, Montón atribuyó la información publicada a "un error" de Transparencia dado que el subsecretario "envió toda la documentación, la declaración de la renta y todo lo que solicita el conseller de Transparencia, Manuel Alcaraz", pero "hubo un error en la transcripción de datos al formulario". Unas afirmaciones que no agradaron en las filas del departamento en manos de Compromís, desde donde aseguraron en privado que no se realiza transcripción de ese tipo de documentos, sino que cada alto cargo es responsable de cumplimentar los datos.
En cualquier caso, la escaramuza política está servida. Cabe recordar que Compromís ha tenido que forzar la salida de dos de sus altos cargos estos meses por incompatibilidad como fue el caso de la directora general de Internacionalización Mónica Cucarella y por una contratación irregular de un familiar, como ocurrió con la secretaria autonómica -precisamente de Sanidad- Dolores Salas. Es más, la salida en la recta final de 2016 de Sandra Casas, la número dos de la Conselleria de Igualdad que lidera Oltra, también se produjo justo en la misma semana que el PP señalaba una posible incompatibilidad de alto cargo, una denuncia que hasta el momento no ha avanzado.
En este sentido, no son pocos en el Gobierno valenciano pertenecientes a las filas socialistas que ven un intento de forzar una situación por parte de Transparencia que, a su juicio, no tiene "ningún recorrido". De hecho, fuentes oficiales de la Conselleria de Sanidad aseguran que existe un informe del departamento que avala que no existe incompatibilidad por parte de Ricardo Campos en esta cuestión, si bien no fue facilitado a este diario.
Ahora bien, un mensaje interno enviado por Alcaraz al grupo del Consell en relación a este asunto aludiendo a que Oltra debería pedir explicaciones y la propia perseverancia de su departamento con este caso, han hecho saltar las alarmas entre los miembros socialistas del Ejecutivo. Cabe recordar que en más de una ocasión Mónica Oltra se ha mostrado dura en las ruedas de prensa del Consell afeando cuestiones relacionadas con la cartera de Sanidad que lidera Montón. Con estos antecedentes, en el horizonte se asume que habrá preguntas respecto a las informaciones de Campos en la próxima rueda de prensa del Consell: desde el entorno de la portavoz del Ejecutivo no adelantaron cuál será su opinión hasta no estudair "en mayor profundidad el caso", aunque sí recordaron que Oltra se ha caracterizado por "la defensa de la transparencia" y, puntualizaron, el "listón se ha puesto muy alto".
Mientras, en el PSPV, desde donde han invitado a Campos a comparecer para realizar las aclaraciones pertinentes, advierten de que no ven "ninguna razón" para que el dirigente deba abandonar el cargo y, es más, algunos dirigentes socialistas se muestran convencidos de que el deseo de Compromís es el de "cobrarse una pieza" clave para Montón en Sanidad después de las salidas que sufrió su socio en el Consell por los casos de Cucarella y Salas.
Por otro lado, cabe recordar que el nombre del subsecretario de Sanidad, Ricardo Campos, también ha estado en el foco en la polémica debido a sus palabras en un acto público respecto a la reversión del modelo Alzira y el funcionamiento Ribera Salud, en el que calificó de "tropa" a la plantilla asegurando además que en estos hospitales públicos de gestión privada se ofrecen productos de 'marca blanca'.