VALÈNCIA. La marcha del outlet de El Corte Inglés ubicado en el centro comercial Bonaire, en Aldaia, ya tiene repuesto. La compañía de distribución abandonó hace meses un mega recinto ubicado fuera del complejo del espacio comercial tras iniciar un proceso de acercamiento de este modelo de tienda al casco urbano de las ciudades.
La compañía dirigida por Jesús Nuño de la Rosa ha concentrado todos sus esfuerzos en el centro comercial Ademuz, en la Avenida de Pío XII de la capital, motivo por el que salió del centro comercial aldayero dejando libre la nave ocupada por el 'Centro de Oportunidades'.
Este bajo, de alrededor de 3.000 metros cuadrados, está ubicado fuera del recinto de tiendas y no es propiedad del gestor del centro comercial. Ahora, ha pasado a dividirse en cuatro espacios diferentes, concretamente en cuatro restaurantes que van desde cadenas del Grupo VIPS a restauración de empresas valencianas en una operación intermediada por la consultora CBRE.
Desde la última reforma, Bonaire ha incrementando en gran medida su oferta gastronómica, aumentando la presencia de restaurantes en la zona de terrazas que ahora completa con los ubicados en la entrada al complejo.
En esta estructura, por un lado se encuentra Puerto Coco, restaurante de comida internacional que pertenece a Grupo Colonial, empresa valenciana especializada en el sector de la restauración que dirige y gestiona las marcas comerciales Colonial Buffet de Comida Internacional, Hong Kong Bar, Colonial 98 y Chinatown, al margen de la cadena instalada. Este espacio ocupa 1.600 metros cuadrados.
El restaurante que le sigue es The Black Turtle, la cadena valenciana de hamburgueserías que nació en València en 2012 y ya tiene 8 establecimientos repartidos entre la ciudad y el área metropolitana. Por último, cierran el espacio dos cadenas de Grupo Vips, por un lado Ginos, dedicada a la comida italiana, y por otro Fridays, cadena que volvió recientemente a estar presente en la provincia de Valencia.
La cadena americana Fridays regresó a principios de año a Valencia, pero en esta ocasión al calor de Ikea. La compañía, que desembarcó en 2011 en la Gran Vía de València, bajó la persiana en 2012 al asegurar que el proyecto "no era viable". Tras ocho años, la compañía abría sus puertas recientemente en la zona comercial de Alfafar en una estrategia que parece, al margen de las numerosas aperturas en la ciudad de Madrid, el encontrar ubicaciones en zonas integradas en centros comerciales.