Arturo Ros, alcalde de Tavernes Blanques, y Laura Carrasco, concejal de Vox en este municipio.VALÈNCIA. El próximo viernes, salvo viraje imprevisto de los acontecimientos, el portavoz del PP en Monserrat, Sergio Vilar, será alcalde de este término municipal con los votos de sus cuatro ediles, de los dos de Vox y el del partido local AIGUA. De esta forma se rubricará el decimocuarto acuerdo en la provincia entre las dos formaciones citadas en primer lugar.
En general, cuando se han necesitado para gobernar, lo han hecho. Así ha sucedido en Torrent o Xirivella, por ejemplo, para dar la vara de mando al PP en las figuras de Amparo Folgado y Paqui Bartual, respectivamente; o en Náquera para que la reciba el único máximo munícipe de Vox en la provincia, Iván Expósito.
No obstante, existe una salvedad, un municipio ubicado en la comarca de l Horta Nord en el que las diferencias surgidas antes del pleno de investidura se han enquistado y han derivado incluso en que la representante de Vox en el hemiciclo, Laura Carrasco, haya votado en contra del presupuesto planteado por el equipo de gobierno del PP que dirige Arturo Ros.
En este pleno el grupo popular únicamente necesita un voto más para sumar mayoría absoluta, ya que cuenta con seis concejales del total de 13. Y hasta la fecha no ha sido el de Vox. En el citado debate presupuestario recibió la abstención de Compromís -como en la investidura-, lo que le permitió sacar adelante ese montante de 7,3 millones, que supone un incremento de 226.000 respecto al de 2023, tal como ha explicado el edil de Hacienda, Juanjo Falaguera.
El alcalde lamenta la postura de Carrasco. "Hay cuestiones que no se entienden, como que vote en contra del plan de igualdad del propio Ayuntamiento o del de residuos", indica Ros, quien, no obstante, confía en que la situación varíe.
"Tengo la voluntad de llegar a acuerdos con la totalidad de grupos políticos. De hecho, con Compromís, Podemos o PSPV ya lo hemos logrado en algunos puntos. Tavernes Blanques vive una coyuntura nueva con un gobierno en minoría y pretendemos contar con todo el mundo y, desde luego, en particular con Vox", subraya el primer edil.
Laura Carrasco, por su parte, disiente de esa opinión y argumenta su voto en contra. "No se ha contado con Vox en la redacción del presupuesto y no estamos conformes con la relación de puestos de trabajo en algunos puntos. Además, en la práctica, observamos un continuismo respecto al anterior gobierno del PSPV en cuestiones como el montante presupuestario", aduce.
También matiza que "voté en contra del plan de igualdad por la aplicación de la agenda 2030 y de la ideología de genero. Y en el plan de residuos que había elaborado el PSOE, y trajo a pleno el PP, me abstuve porque no contenía la previsión para las nuevas zonas que están pendientes de urbanizar". Tanto Carrasco como Ros no ven cercano el acuerdo, aunque no descartan que pueda producirse en el futuro.
En cambio, en la localidad de Monserrat, en la comarca de la Ribera Alta, ese pacto ya se ha anticipado en una moción de censura presentada contra el alcalde socialista, Josep Maria Más, que se votará el próximo viernes 1, a las 12 horas. El reparto previo de delegaciones contempla, tal como anticipó Valencia Plaza, un total de ocho para Vox, 17 para el PP y tres para la Agrupación Independiente General de Urbanizaciones y Asociaciones (AIGUA).
Los tres grupos firmantes del cambio de alcaldía están preparándose para afrontar numerosas medidas en su primer mes de mandato, en diciembre. No obstante, antes tendrán que participar en el pleno ordinario de noviembre, este jueves 30, justo un día antes del de la moción de censura.
En dos jornadas consecutivas, con menos de 24 horas de diferencia, hay convocadas dos sesiones plenarias en las que se prevé resultados bastante diferentes. La segunda provocará un cambio decisivo en la población, con la entrada de un nuevo gobierno en coalición de PP y Vox. Más el partido local AIGUA.
