VALÈNCIA. Desde su inauguración, el Palacio de Congresos de València ha cumplido con su propósito de aportar riqueza a la ciudad gracias a la actividad que acoge, pero siempre con la mirada puesta en el entorno que le rodea. Su compromiso con la sociedad hace que la sostenibilidad sea uno de los grandes pilares en los que se apoya su estrategia y es un factor determinante para seguir avanzando hacia un futuro mejor. «Nos hemos marcado un desafío: ser referentes en sostenibilidad de eventos. Somos conscientes de que esta apuesta requiere un esfuerzo continuado y un compromiso global, pero existe una hoja de ruta. La agenda 2030 nos ayuda a progresar y a acercarnos cada vez más, al cumplimiento de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas», afirman fuentes de la institución.
Pero para alcanzar ese propósito no basta solo con la implicación de la institución y del equipo interno. También es necesaria la participación de empresas proveedoras, asociaciones, sociedades y empresas organizadoras de eventos. Y para ellos el Palacio de Congresos está trabajando en una Guía de Buenas Prácticas, «donde, además de compartir nuestro entusiasmo por fomentar estilos de vida saludables e integrar en el día a día hábitos de conducta sostenibles, nuestro ejemplo sirva como modelo inspirador. El propósito es evidente: celebrar un encuentro, cuidando del planeta».
El objetivo de esta Guía es «ayudar a todas las empresas organizadoras para favorecer la realización de eventos sostenibles». Una Guía y un asesoramiento que se basa en la experiencia del Palacio de Congresos de València «hemos organizado más de 3.000 eventos en los que han participado 2,2 millones de asistentes. Esta trayectoria nos ha permitido tener un equipo de trabajo especializado, que comprende cada necesidad y asegura el avance en la implementación de acciones que permitan el cumplimiento de los ODS. Nuestro equipo puede ayudarles a encontrar una propuesta personalizada que además suponga un beneficio para la ciudad».
Uno de los aspectos destacados de este manual es la propuesta de un legado en la ciudad más allá de la celebración del evento. Cada congreso o reunión que acoge el edificio tiene un impacto económico muy importante en la ciudad. En sus cerca de veinticuatro años de vida, la actividad del Palacio de Congresos de València ha generado 2,3 millones de pernoctaciones. Pero ahora el objetivo es generar un impacto social positivo en la ciudad, el legado del evento que consiste en «generar un beneficio, crear un valor añadido, que permanezca más allá de su finalización y que además de reducir el impacto medioambiental, enriquezca y complete la experiencia del evento».
En este sentido, entre las iniciativas que se están trabajando hay acciones sociales, como labores de voluntariado y de apoyo a colectivos desfavorecidos, por ejemplo contando con ellos a la hora de organizar el evento u organizando un maratón solidario aprovechando el entorno verde de la ciudad; acciones medioambientales que minimicen la huella de carbono en la ciudad, como la replantación o la recogida de desperdicios; acciones culturales, con experiencias de inmersión en la cultura y tradiciones populares valencianas o colaboraciones con artistas locales; u otras como hacer partícipes en los congresos a colectivos académicos o científicos.
Todas las propuestas se centran en los ODS para ofrecer recomendaciones sobre qué acciones pueden realizar las empresas organizadoras de eventos para ser más respetuosas con el entorno, como la movilidad sostenible, promoviendo el alojamiento de participantes en la planta hotelera que se localiza junto al recinto y potenciando el uso de transporte público o bicicleta, así como del vehículo eléctrico.
Partiendo de la regla de las tres R’s (reducir, reciclar y reutilizar), el equipo del Palacio apuesta por la economía circular para convertir un evento en sostenible. Gracias a la tecnología, es posible la sustitución del papel por soportes digitales, el uso de Apps para la descarga de contenidos o la utilización de códigos QR para facilitar la acreditación de los participantes.
En cuanto a las zonas de exposición, la segregación de residuos, el uso de materiales reciclados y reciclables para la construcción de estands o los embalajes, son medidas que reducen en gran medida el impacto medioambiental. Además, el material sobrante puede encontrar una segunda vida, como las lonas empleadas en la cartelería que pueden usarse como aislante en las protectoras de animales o como materia prima para artistas locales que crean con el foam siluetas de figuras.
También la alimentación saludable y sostenible ocupa un lugar importante entre estas recomendaciones. Se impulsa la producción local, ofreciendo menús sostenibles con la personalización necesaria y donde integran frutas y verduras de temporada, favoreciendo la dieta mediterránea e inspirando hábitos de consumo saludables. Su cocina se complementa con el uso de materiales reciclados para el menaje, como la hoja de palma, el cartón, kraft, vidrio, madera o bambú y la utilización de formatos de menús con raciones individuales para reducir los desperdicios. Es además necesaria una correcta educación y sensibilización para fomentar el compromiso global de asistentes, por lo que se hace necesaria la comunicación de estas acciones y su repercusión entre el público que asiste al evento. En esta línea, el Palacio cuenta con la estrecha colaboración del Centro Mundial de València para una Alimentación Urbana Sostenible (CEMAS), quien asesora y procura soluciones ante el desafío que supone la alimentación sostenible.
Con la elaboración de esta Guía de Buenas Prácticas el Palacio de Congresos de València quiere ir más allá de su propósito como dinamizador de la economía local a través de la actividad congresual, «la orientación al cliente y nuestra vocación social, nos mueven a permanecer alerta ante las nuevas necesidades, a escuchar y a actuar en consecuencia, compatibilizando nuestra actividad, con la minimización del impacto medioambiental que esta genera en la comunidad, ejerciendo un consumo racional de los recursos. La gestión paralela y combinada de ambas líneas de actuación en el marco de un Plan Estratégico alineado con los ODS, es una respuesta a la llamada urgente de protección a nuestro planeta para asegurar un futuro sostenible».