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la orquesta de valència vuelve a emocionar en su casa, la sala iturbi

El Palau de la Música reabre cuatro años después

6/10/2023 - 

VALÈNCIA. Las puertas del Palau de la Música vuelven a estar abiertas para la ciudadania. Han pasado más de 1500 días desde la última vez. Los abonados pudieron sentar anoche en una butaca y la Orquesta de València se encargó de llenar de emoción la sala Iturbi. Su escenario, su casa.

El acto empezó antes, a las 18:00 en los Jardines del Palau con la actuación de diferentes grupos que buscaban reflejar la diversidad musical de la escena local, y que acompañaron al público poco a poco al interior de la sala principal del auditorio municipal. Allí, el acto empezó con las palabras de la alcaldesa María José Catalá, que durante estas semanas ha puesto la situación del Palau de la Música en el centro de sus ataques a la anterior corporación y promesas de su acción de gobierno. La primera edil ha declarado sentir “emoción por tener la oportunidad al fin de poder entregar a los valencianos nuestro amado Palau de la Música, después de cuatro largos años de ausencia, y gratitud a los abonados y los amigos del Palau, y a todo nuestro querido público, por habernos acompañado incansablemente en estos años de éxodo”.

Anoche fue el día 1 de la nueva vida del Palau de la Música. Catalá, en su parlamento, asumió “en primera persona el compromiso de mantener como objetivo estratégico el apoyo institucional a este Palau y a su orquesta residente”. “Trabajemos para que este Palau, con su calidad acústica y excepcional, sea el altavoz más importante que proclame ante el resto del mundo la excelencia de esta potencia musical valenciana. Trabajemos para posicionar todavía más a Valencia como la ciudad musical y cultural más importante del arco Mediterráneo y de Europa”, se comprometió. Catalá, que tiene formación en oboe y ha formado parte de sociedades musicales, resaltó su experiencia y el cariño con el que entiende la importancia de la institución municipal.

La alcaldesa agradeció el papel de gestores relacionados con el Palau, desde Ricard Pérez Casado y Rita Barberá hasta Mayrén Beneyto o Ramón Almazán. Sin embargo, en su discurso se olvidó de Vicent Ros, Glòria Tello y Joan Ribó; los, hasta hace apenas tres meses, máximos responsables del Palau. Ros, además, ha diseñado la inmensa mayoría de la programación de esta temporada.

Foto: EVA MÁÑEZ

El acto de ayer fue declarado días antes por Vicent Llimerá, director del Palau de la Música, como “el evento cultural más importante en València en mucho tiempo”. Y sin duda ha atraído a la flor y nata del panorama cultural local y autonómico. Por una parte, políticos municipales: además de las ya mencionados, Jose Luis Moreno, Julia Climent, Joan Ribó, Glòria Tello, Maite Ibáñez, Elisa Valía o Juanma Bádenas, con más compañeros de partido. También la consellera Ruth Merino, y la secretaria autonómica Paula Añó; además del director del Institut Valencià de Cultura, Abel Guarinos, su directora adjunta de Música, Marga Landete. Desde el Palau de Les Arts acudieron tanto Pablo Font de Mora, presidente de su patronato, como Jorge Culla, director general.

Por parte de la sociedad civil, se pudo ver a muchos melómanos de la ciudad, entre los que destacaban también responsables culturales como Daniela González Almansa, presidenta de la Federació de Societats Musicals de la Comunitat Valenciana; o Francesc Perales, director del Cor de la Generalitat Valenciana.

La Orquestra de València emocionó al público cuatro años después interpretando el tradicional concierto conmemorativo con motivo del Día de la Comunitat Valenciana, que fue dirigido por el maestro valenciano Álvaro Albiach, con el recuerdo de la figura del maestro José Serrano, en el 150 aniversario de su nacimiento. La soprano Maite Alberola y la mezzosoprano Sandra Ferrández fueron las voces protagonistas de las diversas romanzas y canciones de un repertorio poco ambicioso (se alejaba de aquella reapertura soñada por Alexander Liebreich) pero que tenía un sentido emocional en una fecha tan señalada.

En el concierto, con varios guiños a las abonadas y abonados y amigos del Palau, se pudo escuchar la Fantasía sobre motivos de Serrano de Ricardo Lamote de Grignon; la romanza Niñas que a vender flores de Los diamantes de la Corona de Francisco Asenjo Barbieri, así como del maestro Serrano Qué te importa que no venga de Los claveles, Escena y farruca de Alma de Dios, Canción veneciana de El carro del sol y el estreno de la recuperación de la canción La Valenciana, con arreglos de Ramón Ahulló.

“Decíamos ayer…”

El sábado 29 de junio de 2019, una parte del techo de la sala Joaquín Rodrigo del Palau de la Música se cayó sobre las butacas. No había nadie en la sala. La temporada había acabado, aunque apenas quedaban unos días para que diera comienzo el Festival de Jazz. Medio año antes, en la sala Iturbi, una concha acústica también desprendió a partir de un episodio intenso de lluvias, aunque fue apenas unos días. Lo que iba a ser un pequeño stand-by que iba a cancelar apenas un par de conciertos y provocar unos cuantos traslados, acabo convirtiéndose en una odisea en la que abordar la mayor rehabilitación de la historia del edificio.

El proceso administrativo se dilató todo lo que fue posible. Impugnaciones, trabas burocráticas, la crisis sanitaria del coronavirus… De esta manera se ha dado la paradoja que el Palau ha tardado más en rehabilitarse que en construirse (si se toma como tiempo de referencia todo el cierre).

Foto: EVA MÁÑEZ

Las obras son más que un lavado de cara y los apaños para evitar un nuevo desprendimiento. Se han realizado cambios estructurales, se ha rehecho todo el sistema de climatización y se han abordado cuestiones para mejorar la eficiencia energética. El total de la obra ha ascendido a cerca de 12 millones de euros.

Éxodo

El Palau de la Música cerró como edificio pero no se paralizó como institución, recordando que es el activo cultural más importante de ámbito municipal. Si en julio se decretó el cierre provisional, durante todo agosto se consiguió reubicar la práctica totalidad de la programación en diferentes espacios, principalmente el Auditorio del Palau de Les Arts —junto al Teatre Principal y el Almodí, los espacios que acogieron el proyecto.

Esto ha tenido una repercusión clara en una Orquestra de València que ha tenido que adaptarse a las circunstancias. Y junto a la poca sintonía que mantuvo durante aquellos años con su director Ramón Tebar, generó una tensión y un ambiente complicado. A ello se le fueron sumando diferentes conflictos laborales. El cierre del edificio acabó precipitando una crisis que se extendió a prácticamente todos los rincones de la casa.

Renacimiento

Ayer, cuatro años y tres meses después, el Palau de la Música recuperó la voz. Y a partir de ahora, ¿qué le espera? Todo apunta a una temporada de ‘renacimiento’ por una suma de factores: obviamente, la reapertura del edificio animará a la comunidad de abonados, que según la dirección, ya han superado los números pre-clausura; también una programación para esta temporada más que notable, diseñada en su práctica totalidad por el anterior director, Vicent Ros, cesado el pasado mes de julio; y una nueva etapa para la Orquestra de València, capitaneada por Alexander Liebreich.

Pero aún queda camino por recorrer. A finales de agosto se dieron a conocer unas goteras en el edificio anexo. No eran nuevas, pero poco a poco han ido provocando filtraciones más importantes. Las obras que acaben con ellas se realizarán, en principio, el año que viene y se realizará por fases para que el edificio no vuelva a cerrar. Objetivo: que la música no deje de sonar. El Palau de la Música reabrió ayer con la alegría del reencuentro con el público y la esperanza de dejar atrás las crisis de este año.

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