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El papel de los medios de comunicación antes, durante y después de la crisis

10/03/2016 - 

VALENCIA. Una de las mesas más destacadas de ayer en Forinvest fue la que llevaba por titulo toda una declaración de intenciones: 'La responsabilidad de los medios de comunicación en la gestión de la crisis'. Y ciertamente no dejó indiferente a nadie tras escuchar al nutrido grupo de periodistas que, moderados por Manuel Illueca, director general del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), analizaron el papel jugado antes, durante y después de la crisis.

Abrió el fuego Fernando García Urbaneja, director de Consejeros, reconociendo que "los periodistas hemos sido demasiado cómplices de una cierta inactividad, con una fascinación por las previsiones que casi siempre son aproximaciones y que ocupan demasiado espacio en los medios. Las previsiones nos han producido demasiada ofuscación".

Asimismo, el veterano periodista reconoció que la prensa "se ha tragado conceptos como el de la austeridad"; el haberse acercado demasiado a los políticos y "no ser los suficientemente escépticos"; mientras advirtió que los medios tienen "una responsabilidad de crear estados de opinión".

A continuación habló Julián Quirós, director de Las Provincias, que reconoció que "claro que se puedo hacer algo más para evitar la crisis", tras lo que apuntó que "el periodismo es profundamente imperfecto por los recursos que tiene y la inmediatez". Quirós recordó que en Valencia, como en muchos sitios, había una crisis económica, social, institucional... "y vivíamos en nuestra propia burbuja". A su juicio "fue una responsabilidad en cadena de reguladores, políticos, medios de comunicación, patronales, universidades..."

Para Iñigo de Barrón, corresponsal financiero de El País y presidente de la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), la prensa pecó de exceso de confianza. "Teníamos que haber sido más incisivos y menos confiados", mientras apuntaba no buscar excusas "porque no las hay". Asimismo apuntó que "en mi vida no había asistido a tantas ruedas de prensa donde se hablaba del aterrizaje suave de la economía española", que a la postre no fue así. "Aquí lo sabía todo el mundo porque tonto no éramos y la gente que compraba un piso por un millón lo vendía al poco tiempo por tres. A partir de ahora hay que ser muchísimo menos confiados".

A Julio Monreal, director de Levante-EMV, no le dolieron prendas en decir que "algunos se acordarán y otros no, pero cuando cambió el modelo de Terra Mítica ya lo denunciamos. La burbuja inmobiliaria crecía y crecía y lo seguíamos advirtiendo, lo que desencadenó la destrucción casi completa del sistema bancario valenciano que prestaron dinero al ladrillo y no lo recuperaron".

También afirmó que "los medios de comunicación hicimos dinero entonces porque había publicidad, pero lejos de ser un problema por el condicionante cuanta más base de anunciante tienes eres más independiente. Ahora mismo es mucho más difícil mantener esa independencia y nos sentimos más amenazados pero tenemos que recuperar nuestra estima como sociedad".

Para John Müller, adjunto al director de El Español, sobre los medios de comunicación se vertieron dos grandes acusaciones: "no ser capaces de advertir que estábamos en una burbuja inmobiliaria y cuando llegó la crisis ser alarmistas". También compartió la idea de que fallaron las instituciones "y la prensa no forma parte de los reguladores ni de los supervisores".

Finalmente Javier Alfonso, director de Valencia Plaza, se mostró de acuerdo con algunos de sus colegas de mesa y en desacuerdo con otros. "Los periodistas estamos para contar lo que vemos con los medios que tenemos; no somos economistas, que no vieron venir la crisis, como tampoco lo vieron los políticos ni las instituciones de control. Por tanto, no se nos puede reprochar a los periodistas que no advirtiéramos de la llegada de la crisis".

Alfonso recordó que hubo denuncias en los periódicos de casos que alertaban de la situación pero que no se tomaban en cuenta por el ritmo que impone la actualidad. Y uno de ellos fue el de las facturas en el cajón de la Generalitat valenciana denunciadas por la Sindicatura de Cuentas y por la prensa durante más de una década. "En mi época de Cinco Días ya lo escribía, como también en El Economista, y también lo publicaron año tras año otros medios como Valencia Plaza, Levante y Las Provincias, pero el Ministerio de Hacienda dice en 2012 que no lo sabía. No me creo que en el Ministerio no leyeran la prensa, al menos la prensa económica nacional". Según el director de Valencia Plaza, es un claro ejemplo de responsabilidad de los medios que no sirvió para poner freno a una práctica que tuvo consecuencias muy graves, como fue el aumento del déficit al aflorar esas facturas y la posterior multa de Bruselas a España.

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