MITOS VEGETARIANOS

El parmesano no es vegetariano

Porque no todos los lácteos son vegetarianos. Llamémosles pseudo vegetarianos, como uno que si te despistas se cuela en todos tus platos.

| 21/09/2018 | 3 min, 6 seg

Me devanaba el cerebro buscando un título que no fuese tan obvio, pero es que a veces las cosas tan obvias no se pueden llamar de otra manera

Hubo un tiempo, en toda esta andadura, en el que decidí ser comedora social de queso. Sí sí, comer queso de forma social, como cuando la gente bebe solo cuando sale. Pero he de decir que no por gusto ni por vicio, era una forma de adaptarme mejor al medio. 

Y en aquellos tiempos, que duraron poco, pero duraron, y con mi amor por la comida en plena ebullición (como siempre), me paseaba por las calles de restaurante en restaurante buscando opciones vegetarianas para compartir. 

Y veía en todas las cartas ese maravilloso simbolito que ponen delante de un plato cuando es vegetariano. Así que allí que iba, a probar y a deleitarme. Hasta que me traían la carta y leía el mito más grande jamás contado, que todos esos platos vegetarianos llevaban parmesano.

Verás, he de decirte, que el parmesano no es vegetariano. De hecho, si eres vegetariano y quieres seguir comiendo, no solo queso parmesano, sino otros tantos, te recomiendo que dejes de leer. 

Corre el rumor de que todos los quesos son vegetarianos y ni la gente ni los restaurantes se lo cuestionan, allá que lo meten hasta en la sopa. Para dar sabor, que con verdura no es suficiente. 

Pero a ver, Raisa, ¿cómo que no es vegetariano? Eso no puede ser, ¡es queso!. Vale, te lo explico. Pero no digas que no te avisé, es un poco duro de masticar. 

Resulta que, para hacer estos quesos, hace falta una sustancia denominada “cuajo”. Este es el encargado de coagular la leche, darle consistencia y así obtener el queso. Se trata de una enzima que se encuentra en el estómago de las terneras, los cabritos o corderos. Así, para obtener este cuajo, se sacrifica al animal con menos de 30 días de vida, que es cuando el cuajo está presente en su estómago. Una vez obtenido el cuajo, se añade a la leche y así se haría el maravilloso queso. 

Sí, yo también me quedé helada.

Es cierto que existen otros tipos de cuajo, como el vegetal, el transgénico o el microbiano. Pero el Parmigiano Reggiano, para ser auténtico, ha de hacerse de esta forma tradicional, con el cuajo animal. Y así no solo con el Parmesano, sino con otros tantos quesos. El queso Gruyere, el Gorgonzola, el queso Manchego, Emmental, Grana Padano y algunos más, en la mayoría de las ocasiones, también se hacen con cuajo animal. 

¿Y yo ahora qué hago? (dijo un vegetariano al que le flipaba el queso). Hay muchos quesos que no se elaboran de esta manera, que se hacen con cuajo vegetal. Pero si quieres saber cuáles son, la única solución es informarse, leer bien las etiquetas y preguntar. 

Tengo la esperanza, de que algún día, dejen de llamar vegetariano a lo que no lo es. De que las cartas de restaurantes con opciones vegetarianas o incluso restaurantes vegetarianos estrictos, dejen de decir que sus platos con parmesano son vegetarianos. Que dejen de poner el símbolo de vegetariano al lado de un plato que no lo es. ¿Tan grande es la adicción, que hay que enmascararlo?

Alguien tenía que decirlo, y eso que yo ya ni huelo el queso

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