VALÈNCIA. El Partido Popular de la ciudad de València ya tiene listas sus alegaciones contra la modificación del Reglamento Orgánico del Pleno (ROP) que impulsó el gobierno el pasado mes de enero. Una nueva normativa que es mucho más estricta que la anterior por lo que respecta al número de preguntas, mociones e iniciativas que pueden presentar los partidos en la oposición durante las sesiones plenarias y también durante las comisiones temáticas previas a las mismas. En concreto, los populares han preparado un total de 26 enmiendas con el objetivo de 'aflojar' el control que en un principio habían propuesto Compromís y PSPV.
Una de las más destacadas tiene que ver con el tema más candente de la nueva normativa: el número de iniciativas que la oposición puede impulsar durante cada una de las sesiones. En el caso de las comisiones previas, la modificación del ROP proponía que cada partido tan solo pudiera presentar dos mociones y tres preguntas, cuando la anterior regulación no contemplaba ningún tipo de límite. Por su parte, durante sesión plenaria, cada partido tendría derecho a tres mociones, y luego cinco preguntas por concejal representado.
En este sentido, el Partido Popular acepta que se introduzca algún tipo de limitación a la actividad de la oposición, por lo que no pide directamente volver al estado anterior de total libertad. Sin embargo, propone que el límite sea mucho más amplio que el que en su momento estipularon PSPV y Compromís. Así, los populares introducen una modificación que en el caso de las comisiones supondría el derecho a presentar cuatro mociones por grupo y hasta diez preguntas por parte del concejal titular.
Asimismo, por lo que respecta a las preguntas que se pueden presentar en el propio pleno, el Partido Popular propone mantener las cinco por concejal que se alumbran en el nuevo ROP y, al mismo tiempo, añadir otras cinco para cada uno de los grupos representados, que podrán ser repartidas entre los concejales de manera en la que se estime más oportuna. De este modo, cada partido podrá disfrutar de las cuestiones planteadas por los ediles a las que posteriormente cabrá añadir las cinco de grupo.
Otro tema igualmente controvertido era la introducción de instrucciones sobre la manera en la que los partidos deben formular las preguntas. Así, el borrador del nuevo ROP estipula que cada una de las preguntas emitidas tan solo podrá contener un único interrogante, que además deberá ser redactado de forma "escueta y concisa". Algo que el Partido Popular ha considerado inadmisible por las serias limitaciones que esto supone para el libre ejercicio de sus funciones de fiscalización, teniendo en cuenta que un solo tema puede suscitar diversas dudas o puntos a resolver para el interés general. Así con todo, una de las enmiendas elimina directamente este supuesto, y tan solo recoge que las cuestiones -sin un límite establecido- deberán ser formuladas de manera "concisa".
Del mismo modo, también elimina el Partido Popular en sus alegaciones la prohibición de presentar una misma pregunta en el plazo de seis meses. Y es que, el ROP planteado por el gobierno introducía esta medida que contribuyó a incrementar de manera muy particular el malestar de la oposición, al considerar que hay ciertos temas que merecen el seguimiento periódico de su evolución. En este sentido, entienden que es propio de un "gobierno transparente" responder y actualizar los datos siempre que estos les sean requeridos.
Y, además, también endurecen la redacción del artículo donde se regula la manera en la que el gobierno tiene que responder a las preguntas. Así, expresa la enmienda: "La respuesta deberá realizarse de forma clara, completa, directa, congruente y sin evasivas sobre las cuestiones planteadas o motivará adecuadamente la ausencia de contestación, sin que puedan utilizarse expresiones indecorosas u ofensivas respecto de algún otro miembro de la Corporación. Procederá contestar que no se responde la pregunta cuando se trate de asuntos ajenos a la competencia municipal o los que supongan una consulta estrictamente jurídica".
De este modo, abarcan también una de las principales quejas que se habían suscitado a este respecto durante los últimos meses. Y es que, alegaban los partidos en la oposición, que el gobierno no siempre responde de manera satisfactoria a los requerimientos de dudas que se emiten durante las comisiones y durante el propio pleno, siendo a veces las respuestas incompletas o incluso evasivas con el tema a tratar.
Un asunto que el gobierno ya justificó en su momento, junto con la necesidad de regular el número de preguntas que la oposición puede presentar. En este sentido, lamentaban desde Compromís y PSPV que el resto de agrupaciones "inundan" con preguntas a los diferentes servicios del consistorio, lo que obliga a los técnicos que trabajan en el área a dedicar grandes cantidades de tiempo y esfuerzo a responder. Una situación que según explicaron los "aparta" de sus funciones principales.
Una cuestión introducida mediante alegaciones por el Partido Popular es la posibilidad de mantener los ruegos durante las comisiones informativas, puesto que consideran que su eliminación podría tener un "efecto nocivo" sobre las labores de fiscalización. Por el contrario, entienden que el gobierno no debería compadecer en el pleno a no ser que un grupo de la oposición así lo requiera. En este sentido, alegan que la comparecencia es, precisamente, una herramienta de control, y no un salvoconducto para que el gobierno pueda dar publicidad a determinados asuntos que perciba de su interés. Mucho menos teniendo en cuenta que el gobierno "ya decide los asuntos a incluir en la parte dispositiva del orden del día".
Por lo que respecta a las mociones presentadas durante el pleno, el Partido Popular propone que, en caso de que otro partido presente enmiendas, siempre exista la posibilidad de votar primero la moción original. Esto se hace principalmente con el objetivo de preservar "el espíritu de la moción", sobre todo en aquellos casos en los que el partido impulsor de la propuesta original no acepta las enmiendas de los otros grupos, al considerar que van en contra de su objetivo inicial. Así, primero se votaría la moción y, en caso de que quede rechazada, posteriormente las enmiendas.
Finalmente, las alegaciones del Partido Popular también incluyen cuestiones como, por ejemplo, prohibir la repetición de una votación por error humano. Asimismo, también obliga a repensar los supuestos que se consideran abstención. En este sentido, sugiere que es un error considerar como abstención la votación de un concejal que no está presente en el plenario en el mismo momento de emitir su decisión, por lo que el gesto debería computar como "no emitido" y en ningún caso como "abstención".
Cuando Ribó inundaba a mociones el pleno de Rita Barberá
Con todo, la portavoz del Partido Popular en la ciudad de València, María José Catalá, ya calificó esta modificación de la normativa como "ROP mordaza", y consideró que atenta directamente contra las tareas de fiscalización por parte de la oposición. "Es una nueva cacicada del gobierno de Ribó y PSOE. Nunca en tantos años de gobierno popular, con mayoría absoluta, se impidió de este modo la tarea constitucional de la oposición", aludía.
Y, al mismo tiempo, también recordaba que estas nuevas normas van en contra del criterio que ya emitió en su momento el Síndic de Greuges con respecto al funcionamiento del pleno en la ciudad de València. Y es que, este señaló algunas disfunciones como por ejemplo la falta de respuesta a preguntas planteadas por la oposición, y ya avisó al gobierno de su obligación de ser lo más transparente posible en este tipo de cuestiones.