MADRID (EP). La economía española avanzó un 0,7% en el cuarto trimestre de 2017 y creció un 3,1% en el conjunto del año, dos décimas menos que en 2016, animada por el consumo y la inversión, que mostraron aumentos anuales del 2,2% y del 5%, respectivamente, según la Contabilidad Nacional Trimestral publicada este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que confirma así los datos avanzados a finales de enero.
Es el cuarto año consecutivo en el que aumenta el PIB nacional y el tercero en el que el crecimiento se sitúa por encima del 3%. A precios corrientes, el PIB alcanzó los 1.163.662 millones de euros en 2017, lo que supone un aumento del 4% en términos nominales.
La demanda nacional aportó 2,8 puntos al crecimiento del PIB en 2017, en tanto que la demanda externa contribuyó con tres décimas, con las exportaciones creciendo a un ritmo del 5% y las importaciones, a una tasa anual del 4,7%.
Dentro de la partida de consumo, el de los hogares se incrementó un 2,4% en 2017, por encima del gasto en consumo de las administraciones públicas (+1,6%) pero por debajo del de las instituciones sin fines de lucro (+2,7%).
En el caso de la inversión, la realizada en construcción subió un 4,6% el año pasado, en tanto que la de bienes de equipo se disparó un 6,1%.
En los últimos tres meses de 2017 el PIB avanzó un 0,7% en tasa intertrimestral, la misma tasa que el INE estima ahora para el tercer trimestre (anteriormente había estimado un 0,8%), con crecimientos en consumo e inversión, aunque inferiores a los del trimestre anterior.
Con este repunte trimestral, se acumulan ya 17 trimestres consecutivos de alzas del PIB. En el primer trimestre del año pasado la economía española creció un 0,8%, mientras que en el segundo trimestre lo hizo a un ritmo del 0,9%. En la segunda mitad del año, el crecimiento trimestral se ha moderado hasta el 0,7%.
La tasa interanual, por su parte, se mantuvo en el 3,1% en el cuarto trimestre de 2017 y ya acumula once trimestres consecutivos creciendo a tasas del 3% o superiores. El INE ha explicado que la demanda nacional incrementó dos décimas su aportación al PIB interanual, pasando de una contribución de 3 puntos a 3,2 puntos. Por contra, la demanda externa restó una décima al PIB, en contraste con la aportación positiva de una décima del trimestre anterior.
El consumo de los hogares mostró en el cuarto trimestre del año pasado un crecimiento trimestral del 0,6%, una décima menos que en el trimestre anterior. También se desaceleró el avance del gasto en consumo de las instituciones sin fines de lucro, desde el 0,8% al 0,5%, mientras que el gasto público mantuvo el tipo y mostró un crecimiento trimestral del 0,4%, el mismo porcentaje que en el trimestre anterior.
La formación bruta de capital fijo, por su lado, se incrementó un 0,7% respecto al trimestre anterior, moderando siete décimas su avance trimestral, debido al menor crecimiento de la inversión en bienes de equipo (0,9% en el cuarto trimestre frente al 2,8% del tercero), ya que la inversión en construcción aceleró su avance trimestral ocho décimas, hasta el 1%.
En el cuarto trimestre del año pasado, las exportaciones aumentaron un 0,3%, frente al 0,6% del trimestre anterior, mientras que las importaciones se estancaron, en contraste con el aumento del 1% del trimestre previo.
En tasa interanual, la economía española creció en el cuarto trimestre del año pasado un 3,1%, lo mismo que en el trimestre anterior, con una mayor contribución de la demanda nacional y una aportación ligeramente negativa de la demanda externa.
Los dos principales componentes de la demanda nacional (consumo e inversión) aceleraron o mantuvieron sus tasas interanuales respecto al trimestre anterior, salvo en gasto en consumo de las instituciones sin fines de lucro, que desaceleró su crecimiento interanual tres décimas, hasta el 2%, y la inversión en construcción, que también moderó su avance tres décimas, hasta el 4,8%.
Por el contrario, el consumo de los hogares subió un 2,5% en tasa interanual, una décima más que en el tercer trimestre, en tanto que el consumo de las administraciones públicas aceleró un punto su tasa interanual, desde el 1,4% al 2,4%.
Por su lado, la inversión registró un crecimiento interanual del 5,6%, el mismo porcentaje que en el trimestre anterior, tras acelerarse 1,1 puntos la inversión en bienes de equipo, desde el 6,6% al 7,7%, y moderarse el crecimiento interanual de la inversión en construcción hasta el 4,8%.
En el cuarto trimestre de 2017, la contribución de la demanda exterior neta fue ligeramente negativa, de una décima, tras desacelerar las exportaciones su avance interanual desde el 5,6% al 4,4%, y las importaciones desde el 5,9% al 5,2%.
Desde la óptica de la oferta, la industria y la construcción presentaron en el cuarto trimestre del año pasado un mejor comportamiento interanual que en el tercer trimestre.
Así, el valor añadido bruto de la industria creció un 4,6%, frente al avance del 3,9% registrado en el trimestre anterior, mientras que la construcción mostró un crecimiento del 5,4% (4,9% en el trimestre anterior). Por contra, la agricultura moderó su crecimiento interanual desde el 4,2% al 2%, mientras que los servicios mantuvieron su avance interanual en el 2,5%.
En cuanto al empleo, el INE asegura que esta variable, medida en términos de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, creció entre octubre y diciembre de 2017 un 0,5% respecto al trimestre anterior, tres décimas menos que en el tercer trimestre.
En tasa interanual, el empleo registró un avance del 2,9%, tasa similar a la del tercer trimestre, lo que supone la creación neta aproximada de 506.000 empleos equivalentes a tiempo completo en un año.
En el cuarto trimestre del año pasado, la ocupación en la construcción aceleró su crecimiento interanual al 6,6%, mientras que la agricultura y la industria moderaron sus tasas interanuales hasta el 2% y el 3,2%, respectivamente. Por su parte, los servicios mantuvieron al avance interanual de su ocupación en el 2,6%.
El empleo asalariado, por su parte, creció un 3,3% interanual en el cuarto trimestre de 2017, una décima más que en el trimestre anterior.
La productividad aparente por puesto de trabajo equivalente se mantuvo en el 0,2%, mientras que el crecimiento de la productividad aparente por hora efectivamente trabajada bajó una décima, hasta el 1,2%.
En este contexto, la remuneración de los asalariados pasó del 3,4% al 3,5% por el aumento del número de asalariados (del 3,2% al 3,3%) y por el descenso en una décima de la remuneración media por asalariado (del 0,3% al 0,2%). Así, el crecimiento del coste laboral por unidad de producto (CLU) se situó en el 0,0%, lo que supone 1,2 puntos menos que la variación experimentada por el deflactor implícito de la economía (1,2%).