Julià Álvaro, secretario autonómico de Medio Ambiente. Foto: EVA MÁÑEZLa primera reunión para debatir la implantación del SDDR acaba con acusaciones cruzadas sobre la manipulación de las cifras y la negativa del gestor actual a colaborar el Consell
VALENCIA. Las cartas ya están sobre la mesa. Después de semanas de declaraciones cruzadas sobre posibles ventajas e inconvenientes del sistema de retorno de envases SDDR que la Comunitat adoptará en 2018, el primer encuentro entre los responsables de la Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente y Ecoembes para abordar este asunto ha acabado con acusaciones cruzadas sobre el manejo interesado de las estadísticas y la evidencia de que será casi imposible la colaboración entre las dos partes.
Julià Álvaro, secretario autonómico de Medio Ambiente, calificó el encuentro de "desagradable" por momentos. En un post publicado en su blog, el responsable público atribuyó el rechazo del actual operador del sistema colectivo de gestión de residuos a su funcionamiento como "monopolio". Por su parte, Ecoembes, que estuvo representada por su consejero delegado, Óscar Martín, manifestó tras la reunión que "nunca podrá colaborar en la implantación del SDDR" porque es un modelo "que carece de un objetivo ambiental".
La Conselleria quiere comenzar a aplicar el SDDR a partir de 2017 e implantarlo por completo en 2018. El plan consiste en sacar del circuito actual, el de los contenedores amarillos, verdes, azules y los iglúes que gestiona Ecoembes, algunos tipos de envases. Se trata de los de agua, zumo, cerveza y refrescos en formatos de vídrio, pet (plástico), latas y tetrabrik, que pasarían ser gestionados directamente por los comerciantes.
El consumidor pagará 10 céntimos más por cada envase que recuperará en el momento de la devolución del mismo, mientras que el comercio obtiene dos céntimos con la gestión. Según la Conselleria, el pequeño comercio manejará alrededor de 35 millones cada año con la implantación de este sistema.
En la actualidad, los residuos se tratan mediante el SCRAP (Sistema Colectivo de Responsabilidad Ampliada), gestionado por Ecoembes y Ecovidrio, también conocido por el punto verde que con el que los fabricantes identifican sus envases. El sistema se financia al 70% con las aportaciones de las empresas envasadoras y el 30% restante procede de la venta del material a las plantas de reciclado.
Según la consellera de Medio Ambiente, Elena Cebrián, es un sistema "complementario" al actual, por lo planteó la posibilidad de colaborar en el modelo SDDR. No obstante, las posiciones evidenciadas no invitan a pensar en una eventual colaboración.
ÁLVARO: "Les dejamos claro que por poderosos que sean no están en condiciones de decir qué podemos hacer y qué no"
Ecoembes, que acusó a la Conselleria de tener paralizado el plan de actuaciones para la Comunitat "por motivos que Ecoembes desconoce", manifestó que la Conselleria no aportó este martes "ningún dato de ningún país, ni ningún estudio que haya realizado sobre la viabilidad" del SDDR "obligatorio".
En concreto, dijo que los representantes públicos no aportaron las cifras ni sobre generación ni sobre abandono de envases en la Comunitat a las que aluden para justificar su plan. Por ello, el consejero delegado de Ecoembes requirió que se aporten las cifras a una comisión técnica de seguimiento para su verificación en dos semanas.
La compañía aclaró que no piensa colaborar en implantar el sistema por su "escaso alcance" y por el incremento en las emisiones de CO2 que prevé que se producirá por el transporte. "Es un modelo que penaliza al ciudadano de antemano y desincentiva el reciclaje de otros residuos", declaró la firma.
El secretario autonómico de Medio Ambiente atribuye ese rechazo al régimen de "monopolio" en el que a su juicio opera la firma. Según Álvaro, la entrada en vigor del SDDR dejará a Ecoembes sin aproximadamente un 20% del volumen de residuos que gestiona actualmente.
"No nos pusimos de acuerdo con las cifras, ni con el coste económico. Ellos hablan de que reciclan un 74'8% pero, según nuestros datos, no llegan al 30%. Ellos dicen que los ayuntamientos perderán y nosotros que es ahora cuando los ayuntamientos valencianos dejan de ingresar más de 20 millones de euros", reconoce el secretario autonómico.
"Les dejamos claro que la responsabilidad de Gobierno es nuestra y que ellos, por poderosos que sean, no están en condiciones de decir que podemos hacer y que no", prosigue Julià Álvaro.
El responsable de la Conselleria fue un poco más allá al acusar a Ecoembes de "chantaje", ya que, según su versión, la firma condicionó la mejora de sus planes actuales a cambio de que el Consell renuncie al SDDR. "No será posible. Yo personalmente les dije que sonaba a chantaje y que no era una actitud aceptable", aclara Álvaro.
Según manifestó, la Conselleria pretende colaborar en la gestión del 80% de los envases que aún gestionará Ecoembes, según un convenio que, según recordó, expira en 2018. "No se puede decir que acercaremos posiciones, pero seguiremos en contacto", concluye.
Tras conocer las manifestaciones de Julià Álvaro, Ecoembes lamentó la postura del secretario autonómico de Medio Ambiente y Cambio Climático. "En ningún caso se está haciendo chantaje al Govern Valenciano ni se está trabajando por la vía del “ruido” para descalificar a nadie. El único objetivo de Ecoembes en esta situación es mostrar su preocupación por los intereses de los valencianos y por el cuidado del medio ambiente, que podrían verse seriamente afectados por esta iniciativa", comunicó la firma.
