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El poder de una idea magnética para limpiar aguas industriales

Una iniciativa que nació para eliminar tatuajes mediante partículas biomagnéticas con el tiempo se ha convertido en un proyecto que quiere solucionar el problema de los residuos de aparatos electrónicos. Y sin salir de Alicante

| 16/10/2020 | 6 min, 29 seg

VALÈNCIA. ¿Qué pueden tener en común una iniciativa para borrar tatuajes y un plan para procesar efluentes industriales y separar sus residuos del agua limpia? Para Bioferric Ink supone la transformación de una idea emprendedora que, a lo largo de tres años, ha evolucionado para adecuarse a la viabilidad empresarial. Eso, y el talento de un equipo que ha sabido adaptar la especialización del biotecnólogo Álvaro Mas en partículas biomagnéticas a la maduración de un proyecto que, potencialmente, conseguirá que las firmas puedan tratar y descontaminar sus residuos líquidos de forma rápida y barata. 

La startup Bioferric Ink está formada por Adrián Nadal López, Álvaro Más Martínez de Tejada y Ezequiel Jiménez Sainz. El edificio Quorum III del Parque Científico de la Universidad Miguel Hernández (UMH) aloja a este equipo multidisciplinar especializado en estudios en Ciencias Sociales Industriales y Experimentales y que acaba de crecer sumando a sus filas a los miembros de MiningBio, otro proyecto surgido en la Universidad de Alicante.

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MiningBio es una iniciativa que nace para dar solución a los residuos de aparatos electrónicos y diseña una instalación automatizada que discrimina materiales de alto valor —como el oro— presentes en estos residuos y que se recuperan a través de compuestos orgánicos biodegradables para su posterior reutilización.  La novedosa iniciativa integra a Verónica Antón Sempere, Javier Nadal Fuentes y Álvaro Benito Arranz al equipo. Ahora, con el talento de Bioferric y MiningBio, aunarán esfuerzos de personal y conocimientos para completar diferentes desarrollos. Por el momento, el proyecto más avanzado es el de Bioferric Ink y es el que permitirá, con los primeros beneficios, financiar posteriores planes de este nuevo grupo.

El Parque Científico de la UMH y que ha sido galardonada en varias convocatorias de premios, las partículas magnéticas hacen el trabajo sucio. Usan, a nivel laboratorio, estos elementos a los que añaden recubrimientos, que pueden ser polímeros, capaces de unir de forma específica contaminantes y compuestos del agua. Combinando las cargas positiva y negativa con las condiciones del medio son capaces de liberar los contaminantes para poder reciclarlos y reutilizar las partículas. 

A pesar de que otras tecnologías ya han ahondado en los mecanismos magnéticos, lo que hace diferente a Bioferric Ink es, precisamente, el recubrimiento que añaden a estas partículas. Esta novedad permite reciclar el contaminante que se encuentra en el agua y la propia tecnología que lo usa. Por lo tanto, convierte a los medios en reutilizables.

La escalabilidad industrial del proyecto es grande, al convertirse en una tecnología fácilmente aplicable en pymes y grandes empresas, y que tiene una recuperación de inversión aproximada de dos a tres años.  

Planta piloto en diciembre

El equipo tiene una fecha próxima marcada en rojo en su calendario: diciembre de 2020. Será cuando pongan a funcionar su planta piloto, donde desarrollarán a mayor escala el sistema que ya controlan en laboratorio. Su socio industrial es la empresa alicantina Brigman. Una firma que permitirá aportar un tanque de quinientos litros en el que será posible realizar varios ciclos de limpieza al día y tratar miles de litros de agua. Será una colaboración win-win. La firma Brigman ha apostado por el plan de Bioferric Ink y se presta a llevar la planta piloto con el fin de que, cuando se pase a la etapa industrial, ellos sean quienes instalen las nuevas plantas.

Esta futura instalación será el paso intermedio entre el laboratorio y el salto a la industria. Además, el prototipo de planta podría servir ya como lugar de tratamiento de efluentes de pequeñas empresas que no pueden gestionar sus propios residuos. La idea es que puedan, en un futuro, diseñar plantas ad hoc según las necesidades de cada firma cliente. 

Hace años, cuando Álvaro Mas estudiaba la carrera de Biotecnología presentó un proyecto basado en partículas biomagnéticas a un concurso de la UMH, donde fue premiado con un espacio para la instalación de su trabajo y fondos para iniciar su proyecto. Tras un tiempo montando su laboratorio, y mientras comenzaba un máster en Nanotecnología, le planteó a Adrián Nadal su idea de un proyecto conjunto —el de eliminación de tatuajes usando partículas magnéticas— y le interesó. 

Después de trabajar en el plan para una empresa de borrado de tatuajes comenzaron a ver la dificultad de su implantación industrial, que era compleja y que exigía mucho dinero para pruebas toxicológicas. En aquel momento inicial de la empresa era difícil mantener esa iniciativa sin vender gran parte de la firma o endeudarse con avales en una área muy arriesgada del proyecto. Desde hace un año están centrados en la nueva fase de Bioferric Ink para sacar adelante el proyecto de partículas magnéticas para el tratamiento de efluentes industriales y ahí siguen trabajando con el inicio de la planta piloto y su recién estrenada ampliación de equipo. 

El giro hacia el tratamiento de aguas vino a raíz de la experiencia previa con el Trabajo de Fin de Grado (TFG) de Mas. El trabajo en laboratorio con uno de sus profesores de la UMH le hizo ver que el campo de la limpieza de contaminantes de aguas tenía mucho que ofrecer a nivel empresarial y de aplicación de conocimientos. La experiencia adquirida de Mas pudo aportar al cambio de rumbo de la actual idea. Decidieron pivotar a un plan que podía aportar dinero a más corto plazo sin ayuda externa.

Además, asesorados por el Parque Científico de la UMH, han conseguido encauzar el nuevo proyecto. Ahora se mantienen en la idea de la descontaminación de efluentes y, cuando consigan ventas, escalabilidad y fondos suficientes, sumarán el proyecto de la eliminación de tatuajes, con recursos propios. También avanzarán en el proyecto de MiningBio. 

De momento, enfocan hacia la provincia de Alicante para buscar los sectores más propicios. Tienen dos líneas de negocio previstas: la de la purificación de compuestos de valor de residuos (sectores químicos o agrónomos); y la de la extracción en residuos de poco valor, donde los clústers del textil, el calzado, el juguete o el mármol pueden ser ideales para su proceso de crecimiento. En su calendario, con la planta piloto, comenzará el momento de venta de plantas a empresas. Esperan tener clientes asegurados en el primer trimestre de 2021 y, con el rodaje, poder optar a rondas de inversión para ampliar capital y aspirar a fondos privados a nivel nacional. Además, quieren ser autosuficientes lo antes posible para ganar en seguridad financiera. 

El pasado septiembre, Bioferric Ink y MiningBio ganaron sendos premios de Fundeun por sus proyectos con los que consiguieron, respectivamente, 3.500 euros y 2.000 euros para avanzar en sus ideas. Con la combinación de trabajo, esfuerzo y una idea polivalente, adaptable y escalable, aspiran a un futuro prometedor a nivel industrial.  

* Lea el artículo completo en el número de octubre de la revista Plaza

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