MADRID. El Foro Nacional de Empresas Innovadoras les concedió el premio a la pyme más innovadora de 2015. Tienen también la Estrella de Oro del Instituto para la Excelencia Empresarial. Hablamos de la empresa que cuida los pies de todos nuestros deportistas de élite pero también los de miles de pacientes más. “No tenemos dos tratamientos, uno para las estrellas y otro para los pobres”, dice su director general, José Víctor Alfaro Santafé.
Podoactiva es una empresa de base biotecnológica especializada en podología y biomecánica. Los primeros servicios se los ofrecieron a la Sociedad Deportiva Huesca, que para eso nacieron allí. De aquí pasaron al Real Madrid, a la Federación Española de Atletismo, la Federación Nacional de Golf… y, desde 2012, a la Selección Española de Fútbol.
Tanto deportista de élite entre su clientela le ha coronado con el título de “el podólogo de las estrellas” pero a José Víctor Alfaro le gusta que le llamen por su nombre y que el servicio de sus clínicas llegue a todos. “Tenemos un volumen medio de 35.000 pacientes al año y, de esos, sólo 1.000 son deportistas de élite”. No reniega de ellos, pero dice que, en ocasiones, moverse en estos círculos le ha penalizado. “Si los menciono es como aval de calidad, no para espantar a la gente pensando que nunca podrán pagarse el mismo tratamiento que las estrellas. Para disipar dudas, en el escaparate de la clínica de la Avenida Diagonal de Barcelona cuelgan carteles que anuncian tratamientos al precio de “200 euros y pico”.
En total son 110 clínicas las que componen actualmente la red de Podoactiva en España, algunas como centros propios y otras alojadas en complejos sanitarios de referencia pero con personal de Podoactiva. “No nos gustan las franquicias para el concepto de salud”, dice Víctor Alfaro. En el caso concreto de la Comunidad Valenciana cuentan con 13 centros. La sede central de la compañía, Walqa, permanece en Huesca donde tienen más de 1.500 metros cuadrados dedicados a la biomecánica avanzada, lo que la convierte de una de las mayores infraestructuras europeas dedicadas a esta especialidad. Desde aquí acometen el diseño y la fabricación de las plantillas pero disponen también de diferentes superficies de suelo deportivo, una pista de atletismo instrumentada o espacios de captura en 3D. La plantilla la integran 110 trabajadores divididos, casi al 50%, entre podólogos, por un lado, y físicos e ingenieros por otro. Cerraron el año 2015 con una facturación de 5 millones de euros y para 2016 reservan un ambicioso plan de internacionalización que han iniciado ya en Portugal y que llevarán el mes próximo las clínicas Podoactiva a México para extenderse, después, por Francia e Italia.
Resumirlo en un párrafo es sencillo pero generar el contenido, no, y a José Víctor Alfaro le gusta ser respetuoso con sus orígenes y no olvidar el esfuerzo que le costó llegar hasta donde está. “Nacido en Tierz, un pueblecito de Huesca, de padre agricultor, de pocas tierras, pero muy luchador y con afán de superarse y de aprender. Esta es la herencia que nos dejó después de fallecer por esa enfermedad horrible que es la ELA. Yo comencé a trabajar joven, recogiendo huevos en una granja, pero como también tenía un grupo de música -sabe tocar la guitarra y el piano- lo compaginaba dando conciertos los fines de semana por todos los pueblos del Pirineo, que era bastante más divertido y rentable que lo de los huevos. Claro que luego me tocaba pagar las farras con los amigos”. Habla un hombre al que la revista Forbes eligió en 2013 como uno de los 17 talentos nacionales a tener en cuenta.
Tras costearse los estudios de enfermería monta a los 22 años una pequeña clínica, Huesca Salud, el origen de Podoactiva, “que no tenía ningún futuro porque hacíamos lo mismo que la pública pero cobrando” pero sirvió para despertarle el interés por la Podología. Cursa la especialidad en Barcelona y, tras ejercerla un tiempo, se da cuenta de que “es un mundo arcaico, tremendamente artesanal, en el que quedan muchas cosas por hacer”. Se replantean toda la metodología de trabajo e inician proyectos de I+D+i en colaboración con la Universidad de Zaragoza. Lo quieren todo con datos objetivos, experimentos cuantificables y precisos, para reducir al mínimo el margen de error de los tratamientos y en busca de la personalización de los mismos. Por entonces ya se había incorporado como socio de la compañía su hermano Javier.
“El riesgo que asumí en aquel momento fue meterme en algo que sabía que no podía pagar -reconoce ahora- pero vi la foto completa de lo que quería. Pedimos un crédito a CDTI y seguimos con la investigación”.
Los desarrollos se hicieron poco a poco, “con mil pruebas de error debajo de un acierto pero siempre conforme a nuestras posibilidades. Esa creo que ha sido mi mayor virtud como emprendedor, equivocarme siempre pero en pequeño”. Añade a ello haber procurado la búsqueda de buenos profesionales. Así es como reconvierte lo que era una consulta de Podología en una empresa de base biotecnológica especializada en biomecánica y podología.
El primer contrato fuerte les llegó en 2004 de la Clínica Quirón de Zaragoza. En 2007 acometen la expansión nacional e inician, junto al Instituto de Investigación en Ingeniería de Aragón (I3A), un proyecto para desarrollar una nueva manera de escanear el pie y de fabricar plantillas personalizadas utilizando nuevos materiales. El sistema, patentando en 2008 como 3D Scan Spot Podoactiva, revolucionó el procedimiento para obtener el molde de un pie.
A partir de ese momento, enumerar los hitos de Podoactiva puede resultar hasta tedioso. Baste decir que todo lo aprovechable de la robótica, el scanner y la impresión 3D para la podología lo han introducido ellos en sus tratamientos en colaboración con centros de investigación especializados, como el Instituto de Biomecánica de Valencia (IBV) o el Clúster del Calzado Aragonés.
Aprovechando todo el know-how acumulado, el año pasado Podoactiva se animó a lanzar sus primeros productos bajo la marca Younext con la que se comercializan espinilleras, cremas, férulas, respaldos lumbares, inmovilizadores corporales…Es pronto para decir qué parte de esta línea del negocio corresponde a la cuenta de resultados pero, lo que es seguro, es que Víctor Alfaro lo tendrá en cuenta porque dice que una de las cosas que no logra entender con este “boom de los emprendedores” es como “surgen empresas que te cuentan cómo van a revolucionar el mundo pero que luego reconocen no facturar nada. A veces me recuerdan a los monologuistas y, sinceramente, me parece una falta de honestidad”.