Hoy es 5 de octubre
Los socialistas se muestran dispuestos a seguir hablando con los populares con la premisa de que Vox quede fuera
VALÈNCIA. No es que las negociaciones hayan avanzado notablemente en la práctica, pero el enfoque con el que se afrontan los contactos es otro. El PP, que comenzó las conversaciones hace varias semanas con la oposición para la renovación de los órganos estatutarios de la Comunitat Valenciana, tiene en septiembre y octubre un horizonte de cierta esperanza con el PSPV.
El motivo, claro está, es que Vox ya no es su socio en el Consell después de que estos últimos rompieran el acuerdo de Gobierno. Y los socialistas, cuya línea roja era que los voxistas quedaran fuera, no parece que anden ya tan cerrados en banda.
En este momento, la Sindicatura de Comptes, el Consell Jurídic Consultiu, el Consell de Transparencia y el Consell Valencià de Cultura, entes indispensables para el correcto funcionamiento de la Administración valenciana, se encuentran pendientes de renovación desde hace años, lo que ha llevado a una situación de bloqueo porque los partidos no se ponen de acuerdo y es necesario un pacto entre la derecha y la izquierda.
A ello se añade que el PP ha añadido a la ecuación de las negociaciones el Consejo de Administración de À Punt –órgano que se crea con la nueva ley de la radiotelevisión valenciana aprobada recientemente– y la Agencia Antifraude (esta última ya quedó fuera del pack porque populares y Vox sacaron finalmente en solitario al director).
Hay factores que juegan a favor y en contra del PP. La actitud del PSPV, ahora con una mejor predisposición, se encasilla en los primeros. Pero le aparecen en contra los tiempos. Los socialistas no tienen ninguna prisa en cerrar un acuerdo y los populares sí. Entre septiembre y octubre debería estar todo claro porque por esas fechas se tendría que nombrar al Consejo de À Punt y eso marca los plazos del resto al ser una negociación en pack.
Realmente, siempre existió en el PSPV una corriente partidaria de pactar con el PP los órganos estatutarios incluso antes de la ruptura con Vox. Sin embargo, la versión oficial –incluso manifestada por la líder del partido, Diana Morant– fue que ningún acuerdo sería posible con Vox representado en los entes. Ahora, el contexto político lo hace más fácil, aunque tampoco es que Morant se haya mostrado muy partidaria en sus posicionamientos públicos de pactar con los populares pese a que ya estuvieran gobernando en solitario.
En todo caso, las conversaciones que se encauzaron hace varias semanas siguen produciéndose, y con mayor intensidad durante los últimos días, según ha podido saber este periódico. Y seguirán. Tal vez con un paréntesis veraniego, pero ahí continúan.
Una cosa sí que parece clara al margen de la mejor actitud del PSPV. Y es que el PP los señala como socios preferentes. Ya tiene la libertad de hacerlo. Se trata del segundo grupo con mayor representación en Les Corts y un pacto entre ambos supondría para los populares marcarse un tanto en su nueva vida de solteros, además de tener a personas de su cuota en puestos clave. Igualmente, permitiría a los socialistas el nombramiento o mantenimiento de algunos miembros suyos. Lo que viene a ser un reparto.
Algo similar ocurrió en la primera legislatura del Botànic con los representantes del Consell Jurídic Consultiu que correspondía elegir a Les Corts. Tras meses de bloqueo, hubo acuerdo entre la izquierda y el PP.
En este momento, a la necesidad de renovación para que los órganos estatutarios dejen de estar en funciones se une la de los nombramientos de puestos vacantes por fallecimiento. El último caso es el de Marcela Miró en la Sindicatura de Comptes, aunque en el Consell Valencià de Cultura también sucede algo similar.