Hoy es 16 de octubre
VALÈNCIA. Los resultados electorales del PP en València empiezan a tener consecuencias visibles en la estructura interna de la formación en la capital. Así, la gestora del partido en la ciudad, dirigida por María José Català, estudia seriamente la posibilidad de cerrar las sedes de las agrupaciones de distrito y unificarlas todas en una.
"La gestora está valorando el precio de alquiler y visibilidad de las sedes", explican fuentes de la formación, que inciden en que no se van a suprimir los distritos como tal ni se va a desmantelar la estructura de los distritos y de las agrupaciones. El motivo de esta decisión es económico: la formación necesita ahorrar en alquiler y mantenimiento de las sedes tras la pérdida de apoyos en los últimos comicios, tanto a nivel autonómico como en la capital. En conclusión: hay que apretarse el cinturón y adaptarse a las cuentas.
Concretamente son cuatro agrupaciones las que, de salir adelante esta idea, perderían su sede: Patraix, Tránsitos, Abastos y Exposición. Y lo harían después del verano, tal y como ha planteado Català a los presidentes de distrito. El resto de agrupaciones -Ciutat Vella, Ruzafa, Marítim, Benimàmet-Beniferri, Pedanías del Norte y Pedanías del Sur- no cuentan con sede propia.
Así, si el PP de València acaba tomando esta determinación, dispondrá sólo de su sede sita en la plaza de América, que comparte con el PP autonómico y provincial. Fuentes del partido explicaron que la dirección de la gestora también está barajando la posibilidad de abrir un local propio y separado de este.
En la campaña municipal ya se hizo. Català utilizó como sede electoral un local situado en la céntrica calle Navarro Reverter para centralizar la actividad. Este espacio se abandonó al concluir el contrato, pero ahora está sobre la mesa la posibilidad de seguir esta línea y desvincularse del partido a otros niveles con una sede separada que aglutine el trasiego municipal de la formación en el día a día.
Además de ahorrar en gastos, la unificación de todas las sedes en una sola y su separación del local regional favorecería la autonomía del partido a nivel municipal y del liderazgo de Català de cara a los próximos procesos internos.
La idea de cerrar sedes de distrito no ha sentado nada bien en algunas agrupaciones, pues, arguyen miembros populares, hay determinadas sedes con importante arraigo en el distrito y que mantienen un nivel de actividad aceptable. En este sentido, al ser únicamente un planteamiento que todavía no se ha ejecutado, cabe la posibilidad de que se pudiera hacer alguna excepción.