VALÈNCIA. En el pleno de València del pasado mes se aprobó inicialmente la Ordenanza de Movilidad que ha elaborado la concejalía de Giuseppe Grezzi. Y fue a principios de febrero cuando se abrió el período de exposición pública, que permanecerá vigente hasta pasadas las Fallas, el 25 de marzo. Pese a que antes de su aprobación, la oposición pudo presentar las enmiendas que considerase oportunas -el PP presentó una cincuentena y Cs más de 70-, ahora tiene una nueva oportunidad para intentar introducir cambios al respecto.
Según la candidata a la Alcaldía por los populares, María José Català, el texto no tiene en cuenta las peticiones de la Policía Local e insiste en que "Grezzi y Ribó las han ignorado". Las alegaciones que presentará el grupo popular al texto tienen el propósito, explica Català, de que la ordenanza se adapte a la legislación vigente: a la Ley de Seguridad Vial y al Reglamento General de Circulación. "No incluye artículos que ha recomendado la Policía Local", critica.
El cuerpo local había pedido, por ejemplo, que se profundizara en el registro de las bicicletas para mejorar su control e identificación en caso de accidente o infracción. De hecho, uno de los métodos que ha planteado el cuerpo de agentes es asignar un código QR tanto a las bicicletas como a los vehículos de movilidad personal (VMP), pero especialmente en aquellos vehículos de alquiler, donde el usuario no es el propietario. También habían enmendado el punto que permite a las bicicletas poder circular por la calzada incluso si existen carriles bici al eliminar la obligación de hacerlo por los viales segregados.
Los populares, por su parte, presentarán alegaciones para que se prohíba contundentemente que las bicicletas y los patinetes, vehículos de movilidad personal, puedan circular en sentido contrario a la marcha en determinadas calles. Una alegación que, huelga decir, también se encontraba entre las consideraciones del cuerpo de Policía Local. Por otro lado, la formación de Català quiere que se explicite la restricción para que bicicletas y patinetes no puedan circular por zonas peatonales. La normativa de Movilidad Sostenible permite la circulación en calles peatonales en todos los sentidos "excepto en momentos de aglomeración", y siempre manteniendo una distancia mínima con personas y edificios de 1 metro. También se les permite, con condiciones similares, en calles residenciales.
Esta exigencia es también una de las alegaciones de la Federación de Vecinos. Su presidenta María José Broseta criticó a este respecto que "los espacios peatonales, ya de por sí reducidos por la invasión de terrazas, mobiliario comercial e incluso top manta, deben ser de uso exclusivo para los viandantes y personas con movilidad reducida, especialmente en aquellas zonas con más afluencia de peatones".
Otra de las alegaciones del PP irá dirigida a que, explica la dirigente popular, "las personas con diversidad funcional, que presentan movilidad reducida, puedan acceder estacionar con su vehículo a zonas de transito restringido". Aunque la normativa sí que permita el acceso a las calles peatonales de "vehículos que recojan o lleven personas enfermas o con movilidad reducida a un inmueble de la calle", el grupo que en el consistorio encabeza Eusebio Monzó pedirá que también estos vehículos puedan estacionar en las mencionadas vías.
Se mantiene entre las reivindicaciones de los populares la reversión de la prohibición del aparcamiento nocturno en el carril bus. Es cierto que el texto explica que "excepcionalmente" se podrá dejar aparcar por la noche en el carril bus-taxi "siempre que no haya servicio de EMT durante este horario". Algo que, al parecer, no acaba de convencer al PP, que pretende eliminar la restricción por completo.
Entre las alegaciones presentadas, expone la candidata del PP, "está también el cambio de denominación del carril bici por Vía Alternativa de Movilidad (VAM) y el que las bicicletas, como vehículo que son, deben descender de las mismas a la hora de cruzar por un paso peatonal". En cuanto a esto último, la ordenanza en trámite dice que "en los cruces de calzada en los que no existan pasos específicos para las bicicleta, las personas en bicicleta podrán utilizar los pasos de peatones, adaptando su velocidad a la del peatón, cuidando de no ponerlo en peligro y manteniendo una distancia mínima de separación con él de 1 metro". El PP pedirá también que no puedan ser amarradas a semáforos o a señales verticales de circulación.
Català considera "primordial" modificar la Ordenanza de Movilidad que se aprobará de manera definitiva antes de las elecciones municipales "para poner freno a la dictadura de la bici que pretende imponer el tripartito en la ciudad". La nueva normativa, asegura, es una oportunidad para hacer cambios que mejoren la seguridad y fluidez del tráfico, pero que en todo caso deben hacerse dentro de la legislación vigente y de acuerdo con el criterio técnico de la Policía Local y de los técnicos del Ayuntamiento".
Asegura, además, que el PP pretende conseguir "un texto que se ajuste a las directrices que ha marcado la Policía Local y que ponga límites a las intenciones del acalde y su concejal Grezzi de imponer a los valencianos una movilidad desequilibrada, en la que la bicicleta ocupe el espacio de los peatones".