VALÈNCIA. El PP nunca ha accedido a la alcaldía de Sueca desde 1979 pese a haber llegado a ganar las elecciones locales con holgura aunque sin mayoría absoluta. No obstante, en este mandato puede presentársele una buena ocasión para ello aunque se halle en uno de sus mínimos históricos de concejales, con solamente tres representantes. Curiosidades de la política en general, y en particular de la que se desarrolla en la capital de la Ribera Baixa.
La actual coyuntura local resulta compleja y en ella la combinación que abre las diferentes puertas la tiene el PP. El PSPV ganó los pasados comicios, con ocho concejales. Gobernaba en una perfecta cuadratura de números con los tres de la formación local Sueca per Davant hasta que estos, con su portavoz, Julián Sáez, a la cabeza, criticaron la gestión socialista, denunciaron impagos a proveedores e invocaron una decisión "valiente".
Ese calificativo animó con rapidez a Compromís que, con siete ediles, se alza como primer partido de la oposición. En Sueca no solamente no existe acuerdo del Botànic, sino que socialistas y compromisarios se rehúyen para gobernar. De hecho, el actual alcalde elevó la vara de mando en 2019 al formar una coalición junto a PP y Cs que impidió que la exconsellera Raquel Tamarit, la más votada en aquel año, gobernara al frente de Compromís.
La asamblea compromisaria se abrió a negociar la pasada semana y la tercera moción de censura de este mandato (Montserrat y Albaida han sido las dos consumadas) en la provincia empezó a coger visos de realidad. No obstante, entre SxD y Compromís suman diez concejales y necesitan 11 para presentarla. El undécimo únicamente puede proceder de algún tránsfuga del PSPV -opción difícil en la actualidad- o de alguno de los tres concejales del PP.
La formación popular, con una candidata neófita y una agrupación todavía con secuelas de la fragmentación con la que se presentó a los comicios de 2023, se deja querer y aguarda a mover ficha. De momento, esa espera ha dejado margen para que el alcalde, Dimas Vázquez, haya destituido el pasado viernes de sus delegaciones a los tres concejales del SxD y las haya asumido directamente. No las ha repartido todavía.
El próximo jueves se celebrará un pleno ordinario. No consta como punto del orden del día la inclusión de otro reparto de delegaciones o la formalización de un nuevo pacto de gobierno. No obstante, existe margen aún para incluirlo o para convocar una sesión extraordinaria. La voluntad del PSPV consiste en disponer de una mayoría suficiente de gobierno en breve, tal como apuntan desde el partido. Para ello su única alternativa actual pasa por el PP.
Y en Sueca la dirección socialista no pondría reparo a esa fórmula (tiene experiencia del pasado mandato), mientras que la compromisaria sigue confiando en una moción de censura para la que necesita enrolar al PP. Ahí espera que la capacidad de convicción de SxD resulte suficiente, ya que entre populares y compromisarios no existen canales oficiales abiertos de negociación.
Mientras, desde el Partido Popular guardan un enigmático silencio. Con esa táctica sigilosa lograron las alcaldías de Albaida y de la cercana -también en la Ribera Baixa- Favara. En esta última población parecía complicado que Amparo Salas izara la vara de mando, ya que los comicios los ganó Compromís y el PSPV no pensaba firmar una moción de censura contra el alcalde, José Francisco Vicedo.
No obstante, la ruptura compromisaria, con la marcha de dos ediles al grupo de no adscritos y el adiós voluntario a la máxima responsabilidad del primer edil, provocó un vuelco en la situación. En Sueca la coyuntura resulta menos enrevesada aunque bastante compleja.
También abre una oportunidad al PP, que ha ganado cuatro alcaldías desde que comenzó el mandato. En todas las que ha habido cambio por moción de censura o renuncia -la citada de Favara y Andilla- la vara de mando ha recalado en el partido que preside en la provincia de Valencia Vicent Mompó, alcalde de Gavarda. ¿Será Sueca la quinta o el PSPV logrará salvar la emblemática capital de la Ribera Baixa con un superviviente a pactos como Vázquez?