VALÈNCIA. Pasar de concejal a alcalde forma parte del cursus honorum -si aplicamos la terminología de la antigua Roma- o carrera política de numerosos cargos locales. También ocurre que, una vez alcanzada la cima, el resultado de unas elecciones posteriores los lleve de nuevo a ser ediles de a pie en la oposición tras saborear las mieles del mando.
No obstante, no suele suceder que un máximo munícipe renuncie voluntariamente al cargo y prefiera ejercer de concejal a secas, ya lo haga en el equipo de gobierno a las órdenes de quien le suceda u ocupe su acta limitado a sentarse en la bancada de quien no gestiona.
El alcalde de Favara, José Francisco Vicedo, constituye una rara avis a este respecto. La pasada semana presentó su renuncia al cargo después de ganar los comicios de mayo de 2023 al frente de Compromís -antes fue concejal de base- y dirigir, en minoría, este municipio ubicado en la Ribera Baixa con alrededor de 2.500 habitantes. Y hoy se celebra el pleno en el que la hace efectiva.
"Me he quitado un peso de encima al dejar la alcaldía. La situación resultaba insostenible y he tenido que soportar comentarios que no merezco. Esto se ha acabado. Ahora que cada uno vaya por un lado", señalaba Vicedo a Valencia Plaza tras formalizar por escrito su dimisión.
El origen de lo sucedido nace de las disensiones en el seno de Compromís. El primer edil y su número dos, Isabel Borràs, llegaron a un acuerdo con el PSPV para gestar un gobierno con mayoría absoluta, de siete ediles sobre el total de 11 (los otros cuatro son del PP). Ese pacto implicaba la liberación del alcalde y la cesión de la vara de mando al grupo socialista en el tramo final de mandato.
No obstante, tanto Juan Bautista Julián y Ana Belén Ribes, número tres y cuatro de la candidatura de Compromís que entraron como independientes, se opusieron con rotundidad. Lo hicieron hasta el punto de que ni la asamblea local de la formación en cuya lista fueron ni la dirección autonómica lograron hacerles cambiar de idea en los últimos meses y terminaron por expulsarles. De hecho, integran el grupo de no adscritos desde la pasada semana.
Una vez se formalice hoy la renuncia de Vicedo a la vara de mando, que no a su acta, se hará cargo, de manera provisional, de la alcaldía Isabel Borràs. Ejercerá apenas para convocar una sesión en la que los once concejales del hemiciclo municipal votarán nuevo alcalde.
De no conseguir el PSPV unir a los dos compromisarios -que sí que están dispuestos a votar a su candidata, María Pilar Salas- y a los dos ex de Compromís -que aguantan en silencio su respuesta-, la alcaldía irá a parar al PP, que, con sus cuatro ediles, queda como grupo mayoritario.
Suceda lo que sea, Vicedo ya lo observará desde su asiento de concejal sin la responsabilidad de la alcaldía. Como lo hace la socialista Carolina Mas Monteagudo en Bolbaite. En su caso, dirigió este municipio de la Canal de Navarrés durante ocho años, entre 2015 y 2023. Y en la candidatura que afrontó los pasados comicios por parte del PSPV cedió el primer puesto a quien había ido antes tras ella.
De esa manera en la actualidad Judith Perales ostenta la alcaldía y, a continuación y como primera teniente de alcaldesa, aparece Mas, que, a la vez, se ocupa de las delegaciones de Juventud, Infraestructuras, Urbanismo, Trabajo, Industria y Servicios.
En la misma comarca ocurre un caso similar en la población que le da apellido, Navarrés. Estela Darocas, del PP, dirigió el pleno durante tres mandatos, un periplo que, en declaraciones a este diario, resumía en que "cuando llegué en 2011 los ayuntamientos estaban arruinados y tuvimos que hacer malabares; en 2015, con el PP en declive sumamos un concejal más para el partido en Navarrés; y 2019 ha sido el mandato del confinamiento y del covid".
Decidió dar un paso atrás, pero no del todo. Al igual que Carolina Mas, siguió en lista en puesto destacado, aunque ya no liderándola. Le tomó el relevo el actual primer edil, Federico Argente, y, a continuación, aparecía el nombre de Darocas. Ahora dirige las áreas de Policía Local y Protección Ciudadana, una labor que compagina con la de senadora por la circunscripción provincial de Valencia.
Y un segundo ejemplo por el PP se sitúa en Massamagrell, aunque en este caso la transición entre la alcaldía y la concejalía llana no ha sido tan rápida. Se ha cimentado en un periplo de ocho años en la oposición después de ejercer de alcalde durante 13.
En la actualidad Miguel Bailach, secretario general de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP), dirige Economía, Hacienda, Promoción Económica, Turismo y Playas en su municipio, Massamagrell. Lo hace a las órdenes de la alcaldesa, Pilar Peris, de quien fue valedor para que encabezara la candidatura del PP en mayo de 2023.
Vicedo, aunque con otras circunstancias y sin elecciones municipales por medio, ha adoptado ya una perspectiva de la política similar a la de Bailach, Darocas o Mas. Sobre todo a la de las dos últimas, la de quien deja, voluntariamente, la vara de mando para reducir su responsabilidad a la de concejal de a pie. Al pleno de Favara corresponde ahora decidir quién sustituye al ya exalcalde local.