El precio del alquiler roza máximos en València ante la caída de la oferta y el alza del vacacional

VALÈNCIA. La tensión en el mercado del alquiler de València se agudiza. Como viene sucediendo desde hace años, los precios siguen al alza y ya rozan máximos en la ciudad, alcanzando los 1.600 euros al mes de media y ello mientras desciende la oferta de pisos y gana terreno el alquiler vacacional. Una circunstancia que imposibilita cada vez más la emancipación de muchos jóvenes que no pueden hacer frente a esas rentas. También, muchas familias están teniendo dificultades, lo que ha derivado en un fuerte crecimiento del alquiler de habitaciones en el último año.

Así consta en el informe de la Cátedra Observatorio de la Vivienda de la UPV referente al primer trimestre de este 2024, que advierte de la situación "alarmante" del mercado de la vivienda valenciano y califica el panorama como "muy preocupante" en el corto plazo. Y es que no solo el mercado del alquiler está en una situación de estrangulamiento, sino también la obra nueva, con subidas que se sitúan en el entorno del 10% en la ciudad y una oferta que también va a la baja.

En este sentido, en València la mensualidad media a pagar por una vivienda alcanza los 1.600 euros, un 8% más que en el primer trimestre de 2023 y un 6% más que hace tres meses, de acuerdo con los datos de la Cátedra. Eso sí, en comparación con 2019, antes de que estallara la crisis del coronavirus, el valor medio era de 938 euros, un 72% menos que ahora. De hecho, la subida más importante se registró a principios de 2023 cuando se rozaron los 1.500 euros, mientras que a finales de 2022 aún se estaba en los 1.200 euros de media en la ciudad. No obstante, la bajada progresiva de la oferta ha provocado este efecto alcista, ya que hay pocos inmuebles, mientras la demanda no deja de crecer.

"Hacen falta nuevas viviendas, muchas de ellas a un precio accesible. Otro de los problemas es el de los salarios de nuestros jóvenes y de los más vulnerables, incluidos aquellos migrantes que vienen a buscar un vida mejor; en muchas ocasiones, huyendo de la miseria y una inseguridad inasumible en sus países de origen. Para estos colectivos, la compra no es una opción, quedando únicamente el alquiler. Pero con una cuota media superior a los 1.600 €/mes, tampoco es posible esta solución, quedando únicamente el alquiler de habitaciones, que ya alcanza precios disparatados", explican los expertos.

Unas subidas que desde la Cátedra achacan precisamente a la merma de la oferta de pisos destinados a la larga estancia. En este sentido, comparando el mercado con el de hace un año, el stock ha disminuido un 6% en València, mientras que respecto a 2020 ha caído un 61%. Y es que la alta demanda, disparada por la llegada de extranjeros, profesionales desplazados y nómadas digitales, está absorbiendo de forma más rápida el producto disponible. Y más teniendo en cuenta que muchas de estas personas llegan con sueldos más altos, lo que les permite rentas mayores y eso agudiza aún más las subidas de precios.

En este momento, según el informe, hay disponibles 1.322 viviendas en alquiler en el 'cap i casal' mientras que hace tres meses eran 1.413. Lejos quedan ya los volúmenes de finales de 2019, 2020 y 2021 que llegaron a superar las 3.000 unidades. Desde entonces, poco a poco se ha ido perdiendo mercado mientras el alquiler vacacional ha ido creciendo en la ciudad. Un impulso que para la Cátedra ha venido incentivado por la aprobación de la Ley de Vivienda que, a su juicio, ha desviado parte de la oferta de alquiler residencial al turístico.

Según sus datos, mientras hay 1.300 viviendas en alquiler residencial en la capital del Turia son más de 2.100 las unidades en alquiler de corta duración, es decir, aquellas de menos de 11 meses, lo que supone casi el doble. "El alquiler temporal aparece en el mercado inmobiliario como alternativa a la Ley de Vivienda en mayo de 2023. En los dos últimos trimestres de 2023 se ha observado un crecimiento gradual de este tipo de alquiler aparejado a una disminución de los testigos de alquiler de larga estancia", advierte la Cátedra.

Por ello, los expertos exigen "seguridad jurídica" para los propietarios y plantean entre las soluciones que debe adoptar la Administración el hecho de que "sean garantes de los alquileres de vivienda pública, así como de aquellos que se quieran sumar con sus viviendas a sus iniciativas". Esto se traduce en que los gobiernos responderían en caso de impago ante el propietario si un inquilino deja de pagar la cuota.

Situación por barrios

Por barrios, 14 de los 19 distritos incrementaron en el primer trimestre de este año sus precios de alquiler entre un 6% y un 27%, excepto la Saïdia, Poblats Maritims, Pobles del Sud, Camins al Grau y Benimaclet, que bajaron entre un 4% y un 16%. De hecho, todos los barrios de la ciudad rebasan ya los 1.000 euros de media y solo sigue por debajo Pobles del Nord, que se sitúa en los 817 euros de media y es la zona más barata de València. Le siguen como enclaves más asequibles Benimaclet, con una cuota mensual de 1.177 euros; Rascanya, 1.189 euros; y Poblats Marítims, 1.305 euros, según los datos del informe. 

Por contra, el precio medio más elevado de la ciudad se registra en L'Eixample, situándose en los 2.118 euros. Por detrás están el Pla del Real, 1.972 euros al mes de alquiler de media; Ciutat Vella, 1.951 euros; y Camin al Grau, que alcanza los 1.628 euros.

En cuanto a la oferta de pisos en 10 de los 19 distritos se incrementa entre un 3% y un 80%, mientras que baja en 9 de ellos. Las zonas con mayor stock son Ciutat Vella. con 215 viviendas disponibles para alquiler; Eixample, con 195 unidades; Quatre Carreres, 140; y Camins al Grau con 112. En cambio, las que menos oferta tienen son Pobles del Nord con un único testigo; Pobles de l'Oest, con 14; Benimaclet, con 20 y Benicalap, con 27.

Ante esta situación, cada vez más grave, la Cátedra hace un llamamiento a las Administraciones: "Es momento de tomar decisiones valientes, pues nos siguen quedando muchos meses sin vivienda suficiente y el problema puede escalar a dimensiones inasumibles socialmente".